Momento de crisis

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Pasaron los días y no tenía noticias de Ámbar, y decidió hablarle nuevamente a la amiga de ella, Jennifer, que seguramente la pudo ver, o a Michelle, que ella sabía su número teléfonico, estaba desesperado, no sabía que hacer eso era todo tan confuso para él, nunca había sentido tanta desesperación, y realmente se sentía mal, era la primera vez que necesitaba saber dónde se encontraba una persona, preguntarle si esta bien, si necesita algo, simplemente escuchar su voz, ver sus ojos, su sonrisa. La necesitaba, nunca sintió esa sensación, quizás nunca le gustó tanto una persona como le gustaba Ámbar.

Esa tarde recibe un mensaje de Michelle, dónde le pasa el número de la casa de Ámbar, dudó un instante si era buena idea que llamara un desconocido para los padres a la casa y preguntando por ella, pero era tanta la necesidad de saber donde estaba que tomo coraje y llamó.

- ¿Hola? - Atendió una mujer, era la madre de Ámbar que estaba en casa.

-Hola - dijo Noah, no sabiendo que más decir, si sonará medio brusco preguntar de la nada dónde se encontraba la hija.

- ¿Con quién tengo el gusto de hablar? - Pregunta la madre algo confundida

- Hola, con Noah Jones. Un amigo de su hija. Quisiera preguntar si no sabe donde se puede encontrar. No la he visto en días, no me contesta los mensajes, y cuando estuvimos juntos recibió una llamada y se fue asustada, como si no pudiera digerir esa noticia. No tuve noticias suyas desde entonces. Sus amigos también están preocupados.

- ¡Noah! mi hija me contó que se veían los sábados, y aún no puedo creer como me contó eso, nunca hablamos, y me alegra saber que tiene confianza en mi. Eres un buen muchacho al preocuparte, si, se dónde esta...

-¡Maravilloso! - interrumpió Noah a la mamá de Ámbar.

- ¡Qué entusiasmo tenés! - Dijo la mama entre risas-  Está en lo de su abuela, su abuelo falleció, era como un segundo papá para ella, estamos todos muy tristes en realidad es una pérdida muy dura, era el que alegraba todo y de la nada se nos fue, para Ámbar es muy destrozador. Siempre que escapaba de casa, estaba con ellos, y esa noticia la debastó, ella vuelve el viernes. 

-¡Oh mi más sentido pésame! La verdad no sabía, por un lado estoy feliz por saber dónde esta pero me imagino el dolor de Ámbar y me siendo demasiado mal -Dijo Noah dando un gran suspiro- Gracias de verdad, estaba demasiado preocupado por ella. Espero verla el próximo sábado. Muchas gracias, Un gusto señora

-¡Eres tan tierno! -Agregó la mamá al ver como se preocupaba Noah por su hija- Si la veo el miércoles o el jueves ya que iré a ver a mi mamá para ver como está, le avisaré que estuviste preocupado por ella. No me digas señora, mi nombre es Samantha.

-Muchas gracias , Samantha, fue un placer y de verdad estoy agradecido. No sabe lo mucho que me he asustado en estos días -Dijo Noah con una sonrisa.

-El gusto es mio por hablar con el amigo de mi hija -Respondió Samantha con sarcasmo-  Yo el jueves por la noche me tengo que ir a otra provincia por cuestiones laborales, el viernes como ella vuelve podrías venir a visitarla. Te diré la dirección ¿Tenés lápiz y papel a mano?

-Si, si, estaré agradecido -Dijo Noah apurado agarrando la lapicera y un trozo de papel que tenía justo en el escritorio.

-La dirección ds Estern 51. Es la de puerta única de puerta de madera con diseños en plateados -Dijo Samantha tratando de explicarle para que llegara lo más rápido posible, sin que se pierda.

- ¡Estoy muy agradecido Seño... Samantha! -Agregó Noah aún no acostumbrándose a llamar a un adulto desconocido por su Nombre.

-Estará feliz de verte, ahora tengo que cortar, tengo cosas que hacer antes de viajar el jueves. Hasta luego Noah -Dijo con tono dulce.

Desafíos del Amor//EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora