AU KIMETSU NO YAIBA

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Narra José María:

-¡Viste lo que pasa cuando NO me haces caso, bruto!- la pelinegra estaba muy enojada, extremadamente colérica. Personalmente, lo que menos me gustaba cuando la hondureña se ponía de ese modo (conocido como "modo diablo") es lo pasivo agresivo de sus comentarios. Tiraba pullas a diestra y siniestra poniendote nervioso, sin embargo, la razón por la que casi nunca trabajábamos juntos, era justamente porque tengo la característica de ser boca floja y responderle. Ya que soy incapaz de mantener la boca cerrada

-No es mi culpa que no seas clara con tus ordenes- ella volteó a verme, a una velocidad tan sorprendente que me asustó que no se rompiera el cuello. El fuego de la furia ardía en los bonitos ojos turquesa que la caracterizaban, ahora si, dejándome callado.

-Te dije claramente lo peligroso que que era venir a El Merendon de noche, imbécil, y mas si es la zona marcada de color púrpura- dijo ella mientras sacaba el machete que todos los cazadores de demonios y espíritus malignos usabamos para ejecutar nuestra labor. Funcionaba como esas katana nichirin, cambian de color según el dueño. Maria Angélica saco rápido de la sola de su costado un machete, resplandeciente, de un color violeta vibrante, afilado con paciencia y ahinco. Claramente, un machete como ese estaba en manos peligrosas como las de una hondureña enojada.

Yo la seguí en corto, sin perder mucho tiempo. La hoja negra de mi machete resplandecía junto a la de mi compañera y espalda con espalda dejamos de correr en la oscura montaña para enfrentarnos a los demonios que venian detrás por nosotros.

-La zona morada es la denominada zona antigua- explicaba mientras el ruido de los pasos aumentaba- Significa que la cantidad de demonios es mas elevada, debido a que fueron deshabitadas por tantos ataques en el pasado. Varios de esos demonios, siguen aquí, aterrorizando a la gente permitiendo que se creen leyendas urbanas de El Merendon- el primer demonio salto de la nada, ella contrarestó el ataque con fuerza medida y calculada meticulosamente. Por mi parte, un demomio había saltado frente a mí, buscando pelea. Cosa que fue contrarestada rapidamente por el propio filo de mi espada.

Concentración total, respiración de fuego, primera postura, halo de flamas.

Con el movimiento perfeccionado de mi espada, el círculo de fuego lanzado en dirección horizontal hizo su tarea de debilitar a los demonios que me embestían, contándoles el cuello fácilmente dada la experiencia.

Una parte de mi quiso voltearse a brindar una mano a la compañera de misión que me toco en esta ocasión, pero, me detuve antes de actuar por mera inercia o sensación. Mari Angel era un pilar mas que capaz de lidiar con unos cuantos demonios por si sola. Y cuando me voltee a verla, mi suposición no fue incorrecta. De hecho, se podría decir que me quedé un rato admirándola (no se lo digan porque la guerca tiene el ego muy grande y agrandarlo sería muy irritante) viendo como su figura se movia de un lado a otro dejando detras un olor floral muy rico. Consecuencia de ser usuaria de la respiración floral.

Por más que mis sentimientos estén revueltos, admitir lo bien que hacía su trabajo tiene que quedar aparte. Que ella sea mi ex y que el traje de la organización hondureña de Cazadores de Demonios le quedé estupendo, no son excusas suficientes para distraerse.

Bueno, en realidad sí, pero hagamos como que no.

-No te quedes ahí pasmado, que el demonio principal no lo hemos vencido. No voy a atrastrar un inútil-

Un encanto de mujer ¿verdad?

Me dió un codazo en las costillas, uno que devolví, obviamente, y la seguí en el oscuro camino por El Merendon. Esos demonios que nos perseguían no eran la razón de nuestra visita.

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⏰ Última actualización: Mar 23, 2022 ⏰

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