Un cumpleaños distinto.
Parte 2
Narra Ketzi:
Es horrible ver a tu amiga desmayarse y después de llamarla por múltiples ocasiones no conteste. Así decidí llamar a una ambulancia la cual demoro cerca de veinte minutos, vi como la subieron a la camilla; agarré su celular, papeles personales para luego subir y sentarme a lado de ella en la ambulancia.
—¿Pulso? —pregunto un enfermero.
—Sesenta y en descenso —mire a Marie, quien estaba en la camilla con sus ojos cerradas y se la veía pálida.
—¿Nivel de oxígeno? —miro la máquina y negó con su cabeza, vi cómo le coloqué el oxígeno y trataron de estabilizarse.
—¿Nombre? —me miro el otro enfermero y yo lo mire.
—Marie Murillo —conteste rápido.
—¿Edad? —dijo mientras anotaba.
—Quince...Dieciséis tiene dieciséis años —me corregí.
—¿Fecha de nacimiento? —me miro.
—Cinco de septiembre —los mire y luego a Marie —¿despertara pronto?
—No lo sabemos, al llegar más que seguro que se le realizarán varios exámenes y se le dará un diagnóstico.
Asentí, llegamos relativamente rápido la bajaron y yo caminaba a lado de la camilla apresurada, entraron con ella a emergencias y a mí me exigieron quedarme en la sala de espera. Luego de como una hora todo parecía normal y eso me preocupaba. Suspire pesadamente y me senté en una de las sillas azules que había en la sala de espera, revise mis redes sociales y recibí una llamada en el celular de Marie.
—Dios protégeme —dije antes de contestar —Hola señora Carmen.
—Ketzi, mi niña ¿Cómo estás? —me saludo como siempre lo hacía.
—Bien ¿Y usted? —espere respuesta y mire hacía la puerta en la sala emergencias.
—Bien, tristes porque no estamos en el cumpleaños de Marie - 《mejor que no esté aquí 》—, pero estamos felices aún no puedo creer que ya tenga dieciséis años. El tiempo pasa muy rápido.
—Si muy cierto lo que dice ... ¿y volverán pronto? —dije lo final como una pregunta retórica.
—Oh no mi niña tenemos un trabajo de tiempo completo hasta dentro de unos seis meses, luego trabajaremos con la soltura, pero no tenemos autorización por el momento para regresar. Aunque intentaremos ir dentro de un par de semanas —asentí.
—Claro —dije simple y volví a mirar la puerta por la cual salió una enfermera hasta otra habitación.
—¿Cómo van? ¿Salieron a comprar algo por el cumpleaños de Marie? —no le digas, no la preocupes.
—Si, de hecho, estamos esperando a que salga un pedido de dulces —Dije rápido casi sin pesar.
—Pero si a Marie no le gustan los dulces —contesto.
—Es que lo que pasa es que los dulces son para mí, para ella es un pedazo de pastel con chocolate. —suspire internamente.
—Señorita acompáñeme —dijo una enfermera.
—Señora Carmen, hablamos luego —sonreí leve —este iremos a ver el pedido.
—Claro mi niña, cuídense. —colgué y suspiré pesadamente guardando todo en mi cartera.
Entramos con la enfermera al cuarto y pude ver a María acostada y dormida.
—La señorita se encuentra sedada, los exámenes llegarán dentro de media hora, así que dentro de ese lapso de tiempo ella estará aquí y ese mismo lapso de tiempo le tomará a ella despertarse —asentí —por supuesto, necesitamos a un adulto que firmé los permisos y cuando se le dé el alta la orden de salida.
—Si...Gracias le diré a mi madre o algún familiar que pueda —mire a Marie.
—Por supuesto de preferencia que sean sus padres a algún tutor legal —asentí nuevamente y ella salió del lugar.
Tomé asiento junto a Marie y me la quedé mirando fijamente como por unos quince minutos, en los cuales pude detallar su cara; no sabía si era mi impresión, pero noté sus ojeras muy marcadas y no lograba entender porque sus brazos estaban vendados.
—Buenas tardes —saludo el doctor al entrar y me puse de pie.
—Buenas tardes —salude yo.
—Bien —me miro —usted se responsabiliza de cuidar a la señorita —no entendía su pregunta, porque lo que hizo fue una pregunta, pero aun así asentí —Bien, la señorita fue encontrada con muchas autolesiones en su cuerpo. Por lo tanto, dimos la orden para que se la derive correctamente a un colega psicólogo de este mismo hospital o ella puede buscar uno de manera particular, pero es esencial que lo encuentre, además de que los exámenes demuestran nutrientes y defensas en indices muy bajos.
Miré a Marie y sabía que algo estaba mal en ella estaba cambia, pero de un modo donde ni yo me di cuenta de eso.
—También gracias a los exámenes descubrimos que sufre de desnutrición y anemia, su mala alimentación le está pasando factura esa sería la razón del desmayo. Lo demás, no presenta más signos de alarma y el examen no arrojó nada distinto —saco una libreta y escribió —este es el número de una colega, plantearemos una cita para que vaya a verla —dijo y salió de la habitación.
—Debí controlar el mareo —escuche despacio y mire a Marie quien ya había despertado y se la notaba pálida.
—¿Crees que controlando el mareo no ibas a llegar a esta instancia? —pregunte exaltada.
—Estoy bien y lo sabes.
—No, no lo sé y los exámenes no dicen eso —dije enojada con ella.
—Estaré bien entonces, pero no grites por favor que me duele la cabeza.
—Eso lo habrías pensado antes de dejar de comer —me senté en la camilla con ella y tomé su mano —se supone que cuentas conmigo —dije despacio —¿Para que estoy yo aquí si no es para ayudarte?
—Me ayudas, tu simple existencia ayuda mucho. De verdad, el que estés aquí ya es mucho.
—Nunca te dejaría, la única forma de separarnos será la muerte -dije seria y ella agachó la cabeza.
—Lo siento, lamento haberte preocupado —la abrace.
—Tranquila lo bueno es que te vas a curar y volverás a ser la de antes- ella asintió dudosa —Debo salir a hacer una llamada, dentro de unos minutos el doctor vendrá a revisarse y saber si te da de alta.
—Claro, ve tranquila no puedo moverme de aquí de igual manera -suspiro.
—Tranquila todo saldrá bien.
Salí del cuarto y saque el celular de Marie y marque el número de la única persona que sabía que casi era de su familia.
—¿Bueno? —mire hacia el frente
—¿Señor Luis? —él dijo que si le dije que pasó y dijo que vendría al salir del trabajo así que guarde el celular de Marie y me senté en una silla.
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- ¿Qué opinan de la actitud de Marie relacionado al estar internada?
- ¿Qué has hecho, Ketzi?
- Teorías comparativas, aquí.
Cuídense y recuerden comer y tomar agua
Key-fuera.
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Mi Vida Un Desastre
Подростковая литератураSIPNOSIS Marié Murillo es una adolescente de 15 años con estatus promedio, amada y consentida por sus padres. Nunca ha conocido la felicidad completamente y no ha tenido suerte para encajar en la sociedad, siempre termina siendo el títere o motivo...