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Una lectura, un aprendizaje.

TRES MESES DE EMBARAZO.

NARRA MARIE:

Semanas caóticas de exámenes, nuevamente esa parte y sección donde el colegio es un caos silencioso he descubierto que soy algo buena en los poemas, aunque me da mucha risa porque nunca termino de hacer uno o tengo una idea al último minuto y todo acaba.

—¡Marie! —escuché y busqué a quien gritó mi nombre.

—Astrid... —murmure entre dientes y respire profundo mientras ella llegaba a mi lado —¿Qué quieres?

—Yo...ohm... —Se quedo callada y yo fruncí el ceño.

—¿El profesor de gimnasia del otro colegio te dejo? —pregunte mientras buscaba mi libro.

—¿Tú —primero me miro con miedo y luego con enojo mientras yo sonreía — ¡fuiste tú!

—¡Ups! —Exprese sin quitar mi sonrisa —Astrid ¿sabías que aparte de tu había más chicas? En fin, llegó tarde a clases. Es de muy mal gusto acostarse con alguien sólo... —pensé —para saciar el apetito sexual.

Me fui de ahí dejando la plantada eso podría traerme problemas muchos problemas, pero ya que, entre a mi salón y luego de unos minutos mi prueba comenzó no estaba tan difícil sólo varias preguntas me costaron y tuve que releerlas, pero creo que tendré una buena calificación. Una vez entregados todos los exámenes y que la profesora saliera del salón me dispuse a leer mi nuevo libro.

—¿Que tanto los necesitas? —escuché y levanté la mirada, lo siguiente que obtuve fue que me quitaran los lentes. —Vaya si estas ciegas...

Vi como de los pasó a alguien, está a otra persona y otra. —Dios padre, dame paciencia. —Pedí en los pensamientos cuando esta se lo lanzó a alguien. Vi que no lo alcanzó y alguien más lo tuvo.

—¡Chicos! —Saludo Enrry guardando mis lentes en su bolsillo.

Hay alguna cosa peor que ir a tu casa y en medio de tu camino te llueva de manera torrencial... No lo sé, aunque me quedé debajo de un árbol toda mojada esperando a que pasé un poco la lluvia, ¿Por qué tenía que llover justo ahora? Y ¿Porqué con truenos y relámpagos? Mierda... estoy odiando esto.

—¡Hey! ¡Novia! ¿Te llevo a tu casa? —lo mire algo sorprendida.

—Por favor —dije para subirme a la moto de él. —Ve con cuidado... lo último que necesitamos es un choque con nosotros incluidos.

—Claro, novia. Lo que tu digas.

Así empezó el trayecto a mi casa cuando llegamos, ambos bajamos y entramos a mi casa rápidamente.

—¡Joder, mis cuadernos! —me lamente, aunque estábamos mojando la sala. —Sígueme —dije rápido para ir hacia mi habitación, dejar mi maleta en una esquina y buscar unas toallas. Me quedé quieta un momento mirando fijamente la que es —o era —mi cama, no lo se.

—¡Marie! ¿Estas bien? Estas pálida...

— Si, si —sacudí mi cabeza y le pasé la toalla para luego tomar mi mochila. —Espérame aquí —dije para ir al cuarto de mis papás que bueno actualmente es mi cuarto, repito no se; hay muchas cosas en mi vida actualmente que no sé. Me desvestí y vestí rápida con ropa de andar en cada luego busqué algo de ropa para Enrry que era de mi papá. Salí y volví con el encontrándolo envuelto en la toalla.

Mis mejillas se pusieron rojas, lo que se puedo sentirlo mientras daba un pequeño grito y me cubría los ojos.

—Toma —extendí mi brazo y sentí como agarro la ropa. —deja la ropa en el baño de allá, hare la comida.

Una vez avisé, casi literalmente corrí hacia la cocina una vez allí me permite respirar con normalidad y bajarles el nivel a mis hormonas. Empecé a cocinar en silencio mientras comía un chocolate.

—Vaya... que concentración —escuche detrás de mí y lo mire para luego reír.

—Te vez gracioso.

—Si se nota que de quien era esta ropa era algo más alto que yo.

—Si que tiene razón —Escuche en mí y sonríe divertida.

—¿Quieres comer?

—Claro que sí. —sonrió y luego paso a una mirada seria —No le pusiste veneno ¿verdad?

—¿Por qué clase de persona me tomas? —dije "ofendida" —tendrás que averiguarlo.

Reímos juntos y empezamos a comer en silencio hay en el mesón era un silencio cómodo hasta que sentí náuseas muy fuertes y me levanté rápidamente hacia al baño para poder vomitar.

—Tranquila.

Escuche mientras las arcadas cada vez eran más fuerte, su mano en mi espalda y sus palabras tratando de tranquilizarme lo lograron luego de varios minutos, aunque me sentía algo débil.

—Has asistido a las citas con...

—¿El obstetra?

—Si ese doctor...

—No

Vi cómo me miro y mire a otro lado...

—¿Lo quieres? —escuché y no respondí —Marie ¿Quieres a ese bebé? ¿Quieres tenerlo en tu vida para siempre? ¿Quieres tener tal responsabilidad sobre ti?

—Si... —murmure —es mi hijo, mi bebé, así no lo esperará es mío y no lo voy a dejar ni el a mí.

—Entonces iremos al obstetra... Lo poco que se es que en un embarazo se toman medicinas y tu no las estas tomando así que iremos juntos los dos. Porqué sé que tu sola no querrás ir necesitas compañía y para eso estoy yo.

—no quiero ser una molestia para ti...

—Marie... guarda silencio —sonrió —a menos que quieras que te calle con un beso.

Iba a protestar, pero mejor que quede en silencio

—Así está mejor —sonrió se levantó y beso mi mejilla —te dejaré unos minutos aquí y no olvides lavarte la boca.

Reí levemente y lo vi salir.

—Dios mío... va a volverme loca. —murmura divertida para levantarme del piso y lavarme la boca. Cuando salí Enrry ya no estaba y sólo había una nota de el en una hoja de papel.

"Gracias por la comida, tuve que irme, pero hablaremos pronto para ir a ese doctor. Además, te compre ese libro se veía interesante, pero eso me lo dirás tu cuando lo leas. Besos, tu novio"

Sonreí y luego de terminar se comer e irme a mi cuarto a hacer tarea. 


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¡Hola! Perdonen cualquier falta de ortografía.

+ ¿Amamos a Enrry? 

+ Teorías conspirativas 

Key-fuera. Besos


Mi Vida Un DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora