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Entre antojos, regalos y sufrimiento.

TRES MESES Y TRES SEMANAS.

NARRA MARIE:

Tres de madrugada era exactamente la hora y el momento donde me levantaba con ganas inmensas de comer algo en específico algo que sin duda no hay a esa hora. Hoy me levante con ganas de tomar una colada de avena ¿el problema? Quiero que sepa igual a la que hacia mi madre.

Suspire pesadamente y me levante de la cama, sé que mi mamá en algún lado tenía un cuaderno con recetas de mi abuela y de ella. Empecé a buscar en la cocina, mientras mi estomago empezó a rugir.

—Tranquilo bebe, mamá está buscando el cuaderno para complacerte solo espera un poco. —luego de unos minutos lo encontré y sonreí para luego volver a bostezar.

Empecé a buscar los ingredientes y empecé a cocinar. Con los ojos cerrados por el sueño empecé a mezclar todo, cuando el aroma llego a mis fosas nasales sonreí instintivamente.

Luego de que lo apague, me serví en un vaso espere unos minutos a que se enfriara y procedí a tomármela con unas galletas. A mi alrededor había un silencio tan placentero y liguero que simplemente era cómodo. Empecé a llover con truenos y relámpagos y empecé a sentirme algo inquita, sin embargo, sólo me levanté de la silla y me senté en el mueble frente a la ventana que daba a la calle. Desde afuera seguro y parece una de esas escenas de terror en las películas de miedo, eso levemente mientras seguía comiendo. Termine de comer a las cuatro y quince de la madrugada.

—No puedo irme a dormir.

Susurre, primero porque tendría pesadillas y segundo porque si no me quedaría dormía y no podría asistir al colegio.

(....)

Llegué al colegio y fui hacia mi salón.

—Podemos hablar ... por favor —respire profundo y lo mire.

—Te escucho —mire mi reloj —tienes minuto y medio.

—Enserio lo lamentó, lamento mucho ser un completo idiota que no comprendió que tú tienes todo el derecho de decidir si decirme algo no. Pero entenderme a mí, Marie. Mi novia estaba lastimada y lo único que hice fue preocuparme como cualquier novio lo haría, porque para que fuera su novio sino voy a preocuparme por vos y velar por tu seguridad.

Se detuvo a tomar aire, y ni siquiera me fijé en el tiempo que se tardó o mirar el reloj lo que si se es que habló muy rápido pero luego sonreí levemente y lo abracé.

—Gracias —me devolvió el abrazo —, por quererme.

—No es nada —rio —a la salida quiero darte algo ¿Me acompañas a mi casa?

—Supongo.

—Buenos días. — saludo la profesora y yo no hice más que resoplar y quedarme sentada en mi puesto.

—Ponle ánimo, probable y hoy no te saca.

—Claro Enrry claro.

La licenciada empezó a hablar y hablar mientras yo prestaba atención a la vez que dibujaba.

—¡Murillo! —me levanté del asiento algo asustada —¿Cuál es el resultado de este problema?

—Pues para sacar la UMA (Unidad de Masa Atómica) hay que saber la masa atómica de todos los elementos químicos en el compuesto y esto multiplicado por la cantidad de átomos en la fórmula al final se suman sus resultados. Y la respuesta de este compuesto es —dije todo mientras escribía en el pizarrón —noventa y ocho.

Mi Vida Un DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora