Entre la verdad y la vida.
Narra Luis:
Luego de la llamada de la amiga de Marie termine de trabajar, por mi mente pasaron los hechos anteriores con ella y ese simple hecho ese simple recuerdo movía mis emociones y hormonas. Salí del lugar donde trabajaba y fui directo al hospital.
—Buenas tardes —salude a la enfermera en la recepción
—Buenas tardes ¿En qué puedo ayudarlo?
—Vengo a saber todo sobre Marie Murillo.
—Un momento —tecleo algo en su computadora y luego me miro —se le dará de alta en media hora. No se encontraron grandes signos de alarma sólo debe alimentarse mejor.
—Gracias, soy un familiar cercano podría firmar la orden de salida.
—Claro —ella imprimió los papeles y me señaló donde debía firmar ya con las copias camine hacia el cuarto de Marie sabía que estaba sola pues ya había visto salir a la amiga del cuarto.
—Hola —salude simple y ella se sobresaltó en su cama
—Ho-Hola —dijo y percibí el miedo en su voz —¿Qué hace aquí?
—Vine por ti —alce los papeles —ya tengo tu orden de salida.
—La mamá de Ketzi vendrá a verme —dijo segura, pero sentía su nerviosismo.
—No, yo vine a verte —puse mi semblante serio —así que levántate y vámonos.
Luego de varios minutos en silencio decidió moverse y caminar hacia mí con la cabeza baja. Salimos de la habitación luego del hospital la acompañe a su casa y cuando ella entro aproveche para entrar yo también.
—Por favor no -dijo en súplica. No le hablé, no la mire; deje todo lo comprado en el mesón de la cocina.
—Ve a darte una ducha —le dije con un semblante serio y frío mientras empecé a ordenar las medicinas en sus respectivos lugares. Entro una llamada de unos de mis amigos y empecé a hablar con él, luego de media hora dejamos de hablar y yo subí a su habitación a ver como estaba.
—Marie... —llame despacio y como no contesto la volví a llamar —Marie...
Luego de varios segundos abrí o puerta y la encontré dormida en su cama...Me acerqué despacio y me senté en el borde de la cama y mi mirada bajo hasta su espalda, detuve el impulso de tocarla, aunque observaba sus curvas algo pronunciadas, bajando a su trasero y luego a sus piernas. Luego de unos segundos no pude contener el impulso y mi mano llegó a su espalda a nivel de su cintura.
Después de varios minutos ella despertó por mis caricias al principio estuvo algo desconcertada y luego intento levantarse y no la deje.—¿Que? —musito ella aun confundida por haberse despertado, intento alejarse, pero mantuve mi agarre sin hacerle daño.
—Tranquila —susurre despacio y acaricie su cintura de manera que mi mano subía hasta la altura de sus pechos en el costado derecho y bajaba hasta el inicio de la cadera.
—Sólo suélteme —murmuró volviendo a intentar separarse, pero no la deje.
—Serénate —dije y me acerqué a su cuello besándolo. Sentí como sus manos de levantaron y empezaron a empujarme tratando de alejarme de su cuerpo, pero no agarre en su cintura no dejaba que ella se alejara de mí no viceversa.
Mi mano de movió hasta el borde de su camisa y la introduje sintiendo su piel contra la mía, seguí besando su cuello y luego el lóbulo de la oreja.
—Pórtate bien...
Narra Marie:
Desperté confundida y aturdida, aun así, me levante; me sentí extraña sólo camine hasta la ducha y me bañe con agua fría. Y hay pasaron varias imágenes por mi cabeza sin poder evitarlo empecé a llorar sin reparo alguno.
—"Marie, si sigue así lo haces bien"
—"Ven linda, siéntate encima de mi"
—"Oh Dios Mio"
El sentirme asqueada era poco, me sentía...no sé cómo describirlo. Sali de la ducha una vez ya calmada, mire mi cama al salir, desordenada más de lo normal la ordene despacio y con prosa luego fui a mi armario por mi uniforme me vestí frente al espejo y note las marcas moradas en el inicio de mis pechos y dos más en mi cuello me vestí y trate de cubrir las marcas con la camisa del uniforme.
Salí hacia la sala deje la maleta en la silla y note una nota en el refrigerador la cual decía: "excelente noche, cuídate mucho tu desayuno está hecho" PD: hay trecientos dólares en tu mesa de noche - Luis
—¡Idiota! — grite lastimando mi garganta y conteniendo las ganas de llorar mientras rompía ese papel en muchos pedazos mientras temblaba; así mismo tome lo que había en la cocina y lo bote. Agarré una manzana y mi mochila las llaves y salí de mi casa hacia el colegio iba tarde.
La llamada de mis padres fue algo que me alegro un poco el día les iba muy bien por lo que los felicité y sonreí levemente.
Al llegar toque la puerta que ya estaba cerrada, acomode mi cabello logrando esconder un poco más las marcas moradas. Espere alrededor de veinte minutos hasta que me abrieron la puerta. Salude despacio a la señora del aseo.
—Buenos días.
—Marie, buenos días pensé que ya no venías.
— Pues aquí estoy — dije "divertida"—se las reglas — dije al mirarla y ella asintió.
—Ya sabes dónde queda la oficina de la rectora — asentí y caminé hacia allá.
No había nadie en los pasillos me permito suspirar pesadamente y al llegar toque la puerta de la dirección.
—Que sorpresa —dijo ella al apenas verme.
Luego de una charla corta sobre el horario, pero tomado en cuenta mi expediente estudiantil decidió que ayudará en la biblioteca no cual no me hacía molestia y lo merecía por llegar tarde.
—Gracias Master. —salí de ahí y camine hasta mi salón espere al cambio de hora y cuándo el licenciado salió se detuvo y me dijo el tema que hablan tocado también la tarea que tenía que realizar mas no podia ponerme la asistencia, pero podía hacer la tarea así entre al salón e inmediatamente sentí todas las miradas en mis compañeros y compañeras rápidamente camine hacia mi banca al fondo del salón. Ketzi quiso saludarme, pero la licencia entro y saludo a todos.
Instintivamente sólo respondía cosas importantes y mi participación no era como antes eso lo noto la licenciada, pero no dijo nada.
Y así transcurrió mi día salude a Ketzi luego regresé a mi casa y si había trecientos dólares en mi mesa de noche los guarde al fondo no quería saber nada de eso.
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OKEY lamento la demora existieron muchas fallas técnicas aquí estamos, disculpen cualquier falla ortográfica. Feliz día-preguntas-
¿qué pasó aquí? ¿Teorías?Key-fuera
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Mi Vida Un Desastre
Teen FictionSIPNOSIS Marié Murillo es una adolescente de 15 años con estatus promedio, amada y consentida por sus padres. Nunca ha conocido la felicidad completamente y no ha tenido suerte para encajar en la sociedad, siempre termina siendo el títere o motivo...