Maria Becerra.
Al ver a rusher cerrar la puerta me quedé pensando si lo que quería hacer era lo
correcto, tragué en seco y tomé la perilla para abrir de nuevo.-a donde vas, maría?- habló rusher con seriedad acercándose a mí, tomó mi mano con delicadeza y la alejó de la perilla lo miré fijo.
-thomi yo... quiero hablar con él.- susurré y el negó con la cabeza.
-no mari, no te lo permito.- murmuró. -enserio vas a ir detrás de él después de esto? vas a ir a buscarlo después de todo lo que te hizo y te dijo? vas a ir y tirarte a sus brazos y besarlo?- preguntaba con notable enojo.
negué con la cabeza.
no iba a hacer lo que decía thomas, solo quería hablar yo con mateo sin thomi queriendo cagarlo a piñas.
yo sé que lo que dijo estuvo más que mal, estoy consiente de eso, pero también estoy consiente de que mateo y gre se aman mutuamente.
aún me parece tierno como se calmó la bebé con solo tocar a mateo, no iba a separar eso, encima el siempre estuvo aquí, desde siempre... aunque todo se haya ido a la mierda desde que conoció a sara.
no contesté nada y volvi a hacer un intento de abrir la puerta.
-maria, vos llegas a buscarlo y te prometo que no voy a hablarte más, me vas a perder.- sentenció.
solté un suspiro y hablé. -Thomas, te amo y lo sabes, pero él es algo diferente, no voy a perseguirlo por mí, no voy a estar con él nunca más, pero no porque el y yo nos separamos lo voy a separar de grecia.-
-él le va a hacer mal a la nena maría, entendelo! y ni siquiera sabes si todavía tiene a la otra, porque te recuerdo que hubo otra.- me miraba fijamente y yo desvié la mirada.
-te fijas siempre en lo malo que hizo.-
-porque eso fue lo único que hizo, hizo todo mal.- murmuró. y negue con la cabeza.
-que vos estuviste solo en los momentos malos no es tanto mi culpa... también hubieron momentos re lindos que me gustaría volver a vivir.- solté un suspiro acercándome a thomi.
-no te quiero perder.- susurré. -pero a él tampoco lo voy a separar de grecia.- Thomas asintió como si ya lo hubiera aceptado, en el fondo está re enojado, pero no puedo hacer nada más.
le dirigí una sonrisa a penas y abrí la puerta para segundos después salir.
Mateo Palacios.
Aunque Thomas me haya dejado claro que no soy bienvenido ahí, no me voy a rendir, voy a hacer hasta lo imposible para estar con gre.
bufé frustrado y me senté en la vereda por unos minutos, me levanté dispuesto a irme, pero una voz increíblemente conocida me interrumpió.
-hey.-
voltee para comprobar si era quien yo pensaba y si, mari estaba parada ahí, con notable incomodidad, para no hacer todo mas incómodo, no me acerqué, pero me quedé mirándola fijo.
-mari... que...?- iba a seguir hablando pero me interrumpió.
-escuchame.- murmuró sentándose donde yo estaba anteriormente, me senté a su lado.
me dieron ganas de llorar y ni sé por qué.
-mateo... sobre gre...- esta vez yo la interrumpí y tomé su mano.
-mari... se que lo que hice estuvo mal, y les pido perdon, pero no me separes de gre, por favor no.- supliqué mirándola con tristeza, ella alejó su mano e inconscientemente formé un pucherito en mis labios.
tal vez venía a decirme que no quería que yo viera más a gre... pero ella no es capaz de separarnos, sé que no.
se quedó callada mirándome fijamente, mis ojos no tardaron mucho en aguarse, mari al notar esto suavizó su mirada en mí y me tomó por ambas mejillas. al sentir su tacto mi corazón se aceleró y sentí algo lindo en el pecho, esa misma emoción como si fuese la primera vez.
-no te voy a separar de gre.- susurró sonriendo un poco.
su silencio estaba matándome, pero valió la pena.
-es posta?- sonreír con más lágrimas amenazando por salir. ella asintió y yo por reflejo la abracé.
-gracias, gracias.- le agradeci quedándome abrazado a ella con la cabeza sobre su pecho. senti como sus latidos comenzaron a acelerarse, me correspondió el abrazo a penas.
-te prometo que no le voy a fallar esta vez, ni a ella ni a vos.- sonreí un poco separandome de ella y limpiando unas lágrimas rebeldes que salieron.
-mañana vendré a verla y podemos organizar los horarios y las cosas.- ella asintió como respuesta, le sonreí.
-gracias de nuevo... enserio.- ladee mi cabeza dedicandole una sonrisita. -te amo.- murmuré, para después darme la vuelta dispuesto a irme.
-y yo a vos.- escuché su susurro y sonreí a mis adentros, sin decir ni hacer algo más, volví a caminar para esta vez irme, siendo el más feliz del mundo.
de cierta forma me dolía sentirme tan alejado de mari, pero ahora que me dejó ver a gre, tengo que aprovechar y tratar de volver a conquistarla, es el amor de mi vida. no voy a perder la oportunidad de recuperarla.
y si no, al menos conseguiré que seamos amigos, así gre tiene a sus papás unidos de cierta forma, pero no voy a morir al lado de alguien que no sea mari, me rehuso a eso.
//hola ke tal//
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nudes [trueno x maria becerra]
Fanfiction𝑁|| Sólo nudes, nada más, ¿qué puede malir sal?