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Maria Becerra

No sé si era el alcohol o otra cosa, pero bailar con Mateo me hizo olvidar de thomi por un rato.

Nos cansamos después de unos cuantos temas más y fuimos hacia los sillones, iba a sentarme pero no me fijé y el lo hizo al mismo tiempo, accidentalmente me senté sobre él. Me intenté levantar pero el me tomó de la cintura.

-quedate acá.- Murmuró en mi oído y suspiré.

si ven mi tanga por ahí, me la alcanzan.

Me volteé quedando cara a cara ambos, y sin darnos cuenta ya estábamos chapando, yo acariciandole el pelo y él mi orto.

-y si subimos a alguna pieza?- murmuró sobre mis labios.

decile que no, decile que no, DECILE QUE NO, ESTÚPIDA. repetía mi conciencia, pero la calentura y en sí, mateo me puede más.

Asentí después de pensarlo por unos segundos más, este sonrió.

cabe recordar que ya teníamos bastantes vasos de vodka de más.

Me levanté de encima de él, me tomó la mano para no perdernos, caminamos hacia arriba tratando de que nadie nos viera, subimos rápido y entramos a la primera pieza abierta que vimos. mateo cerró con traba y yo me tiré a la cama.

Se recostó sobre mí manteniendo su peso en sus brazos, que estaban apoyados en el colchón, comenzó a dejar besos húmedos en mi cuello mientras acariciaba mi cintura, suspiré tirando ligeramente de su cabello.

Poco a poco fui subiendo su remera acariciando su abdomen, este se incorporó sacándose la remera tirandola por algun lado de la pieza, haciendo lo mismo con la mía.
Y así poco a poco entre besos y caricias fuimos quedándonos sin nada de ropa.

Lo besé desesperadamente tomándolo del cuello, abrí un poco más las piernas dejándole más espacio para que esté más comodo, el chico me miró mientras entraba lentamente en mí, abrí la boca largando un leve gemido sintiéndolo.

Comenzó a moverse lento, poco a poco iba subiendo el ritmo de sus embestidas, y con ello, mis gemidos iban siendo cada vez más altos.

-ma...teo, dale... así.- gemí alto mientras apretaba las sábanas con fuerza, a los pocos minutos de que ambos soltaramos jadeos y gemidos, sentí cómo el llegó y yo también.

-boluda... el forro.- me miró algo asustado y al escucharlo me tensé.

TE DIJE QUE DIJERAS QUE NO, TARADA.

me retó mi consciencia, no sabía que decir, lo miré asustada, largó una carcajada y fruncí el ceño.

-era joda, boba.- dijo riendo mientras se sacaba el forro y lo tiraba. suspiré aliviada.

Me levanté y me puse la ropa de vuelta, el hizo lo mismo.

-pelotudo.- murmuré mientras terminaba de ponerme los zapatos.

-uuh, fue una jodita, sensible.- se burló el muy hijo de puta.

-salgo yo primero y después vos, dale?- dije caminando hacia la puerta pero este me detuvo.

-te vas así nada más? sin despedirte?- me acorraló contra la puerta tomándome de la cintura con cierta fuerza.

¿sin despedirme? vos tenes pareja y yo también, pelotudo. pero... nadie se enterará...

Le sonreí mordiendo mi labio y lo besé de vuelta. nos separamos por falta de aire.

-espero que esto se vuelva a repetir, linda.- me guiñó el ojo apretando con cierta fuerza mi orto.

-te mando dm después, espero que me pongas en mejores amigos después de esto..- se acercó de vuelta y volvimos a chapar, y así por un buen rato, salí yo primero dejándolo en la pieza.

"espero que esto se vuelva a repetir, linda" esa frase daba vueltas por mi cabeza. un garche no es nada, no?

dios, que acabo de hacer.

nudes [trueno x maria becerra]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora