Después (G!P) ✔️

Capítulo 16

Narra Toni

Con la mirada puesta en el camino le subió el volumen a la radio y empezó a tararear la canción que sonaba

- Deberías escuchar este tipo de música

Su comentario cortó de la nada el silencio que llevábamos manteniendo todo el camino

- Si, la escuchó

- Si mal no recuerdo tu solo escuchas música aburrida. En las juntadas siempre nos sacabas alguna canción movida y ponías canciones románticas y lentas, bien rompe bolas

No dejó maniobrar el volante y mirando los espejos retrovisores para cambiar de canal. Respiré profundo y rodé los ojos, seguía siendo la Cheryl de siempre

Era la primera vez en casi tres años que me sentaba acá y no en los asientos de atrás. Casi siempre que salíamos a bailar íbamos acá en su auto, ellas adelante y yo atrás con Archie, con Reggie y con alguna chica que Cheryl tenía por unas horas

Volteé a mirarla como quien no quiere la cosa cuando su celular empezó a sonar. Lo tenía en una de sus manos mientas que la otra maniobraba el volante. El nombre de Minerva era el que aparecía en la pantalla acompañado del tono de llamada, pero presionó el botón rojo sin siquiera haber entendido

¿Qué mierda estábamos haciendo? Y sobretodo... ¿Por qué?

- En este momento no vendría nada mal que tu amiga Sweet apareciera con un cafecito para mi

Luego de tirar su comentario de la nada, observó las nubes grises a través de su ventanilla y reí

¿La atorrante estaba celosa?

- A mi también me vendría bien otro cafecito de Sweet

Mi respuesta fue solo para provocarla y saber si de verdad eran celos. Despegó su vista del camino por unos segundos para mirarme con las cejas alzadas

- Ah mira

Volvió a poner sus ojos en el frente, me mordí el labio y negué con la cabeza. Esta situación ya era bastante complicada como para que los celos hicieran acto de presencia. Le subí el volumen a la canción que sonaba y no dijimos nada más hasta que estuvimos cerca de la entrada de mi vecindario

- No podemos seguir más

No la miré pero se lo dije muy delicadamente

- No lo soporto, me cuesta mucho dormir sin pensar tanto

Ella siguió manejando hasta que estacionó en la puerta de mi casa y sin apagar el auto me miró seria

- ¿Cuántas veces amos a tener esta conversación?

- Las veces que sean necesarias

- ¿Acaso no ha funcionado? Hace tres semanas lo hablamos y un segundo después estuve apunto de hacerte mía en la puerta de mi casa, y la otra noche en tu casa al verte mal no sabes lo que me tuve que contener para no tocarte ni un pelo más de lo debido

- No me digas esas cosas, estamos mandando todo a la mierda Cheryl

Masajeé mi frente tensa

- ¿Piensas que eres la única que no puede dormir? ¿Crees que eres tu nada más la que se siente como una gran basura con todo esto?

Gruñí desesperada, Cheryl estaba convirtiendo esto en una discusión y yo solo quería desahogarme

- ¿Qué importa quién se siente peor? El punto es que tenemos que sacarnos la venda de los ojos antes de que sea demasiado tarde. No sé con exactitud qué mierda es lo que estamos haciendo, pero vamos a ponerle un punto final, y vamos a hacerlo ahora

Goleó el volante

- ¡Ya lo sé! ¡Ya lo sé! Pero si pudiéramos lo hubiésemos desde el primer momento ¿o no? Me saqué las vendas muchas veces y la única respuesta que consigo es odio conmigo misma por estar metida en esta situación de mierda que nadie quería que sucediera, pero por desgracia está pasando y ninguno de los frenos nos funcionan

Ella tenía razón. Cerró los ojos con fuerza y suspiró

- Mira, no busco hacer una guerra entre las dos. Sé que ni tu ni yo tenemos la intención de traicionarla después de todo lo que ha pasado. Ella...

- No la vayas a nombrar, por favor

- ¿A quién? ¿A Verónica? La tengo que nombrar Antoinette, la culpa me está matando por dentro

Parecía como si sus ojos gritaran dolor

- Quisiste venir conmigo, en ningún momento pusiste resistencia y yo en tu lugar hubiese hecho lo mismo ¿Sabes por qué?

Agaché la mirada

- Porque queremos

Me miró con lástima, una lástima que las dos compartíamos. Apoyó los codos en el volante y se llevó las manos a la parte trasera de su cabeza. Miré como sus hombros subían y bajaban al ritmo de su respiración

Su celular volvió a sonar y ambos leímos el nombre de Minerva cuando Cheryl sostuvo el celular en la mano. Presionó el botón rojo para cancelar la llamada y guardó el celular en el bolsillo

- Un problema a la vez

Apoyé pesadamente mi cabeza en el asiento y suspiré echándole un vistazo a mi casa

- No me salió bien eso de intentar evitarte. Si en el trabajo me hacen volver a la oficina de tu papá, entonces le voy a tener que pedir el favor a alguien más

Giré mi cabeza para observarlo

- Está bien

Nos miramos la una a la otra expresando una calma ficticia, porque sabía que por dentro sentíamos todo lo contrario

- Fuimos las dos las que la cagamos, la culpa no recae solamente en ti ¿entiendes? Eso es lo que estoy intentando decirte

Asentí comprendiendo por qué su molestia era más grande que la mía, ellas eran como hermanas. Tomé su mano, que estaba apoyada sobre su pierna y la acaricié con mi pulgar

- Igual sigues siendo una atorrante

Ella sonrió

- Ya lo sé, pero solo contigo

Entrelazó los dedos de nuestras manos y acercó la mía a sus labios para dejarme un sentido beso, y como siempre, me estremecí con su contacto. Sin poder contenerme me incliné para abrazarla, escondí mi cara en su cuello y ella llevó su mano a la parte baja de mi espalda

Solo nos quedamos varios segundos en esa posición, hasta que saqué mi cara de su cuello y nuestras caras quedaron cerca. Me besó, y yo dejé que lo hiciera. Nuestros labios se sincronizaron con tranquilidad, hasta que su suave y experta lengua accedió a mi boca. Llevó su mano a mi cara y tiernamente me acarició la mejilla. Yo también quería tocarla... sus brazos, su pelo, su pecho... pero me contuve y de a poco fuimos bajando la intensidad

Nos separamos tomamos aire, y antes de que pudiera decir algo más, me dejó un beso corto en los labios y yo en su mejilla haciendo que se le escapara una pequeña sonrisa

- Gracias por traerme

Me bajé del auto angustiada porque sentía que no habíamos llegado a nada, y aunque lo intentemos, no hemos tenido éxito en llevar las cosas a otra dirección