Capítulo 20

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Narra Toni

- Ya no es tu cumpleaños

La miré antes de darle otro trago a mi bebida. Sacó su celular e hizo una mueca chistosa al ver que ya eran las dos de la mañana. Observé el desastre de la sala y respiré profundo, estaba cansada y todavía no habíamos levantado ni una servilleta

- Este departamento me gusta más que el anterior

Levanté mis piernas y las abracé sobre el sillón

- A mi también, hay más espacio

Me bebí el resto de mi trago y ella vació su cerveza mientras me contaba cómo había conseguido este lugar. Luego salió nuevamente al balcón a fumar, pero estaba haciendo frío así que me quedé adentro

Fui a la cocina a buscar algo para llenar mi estómago y encontré un paquete de galletitas. Mientras me las comía me recosté en el marco de la puerta de la cocina y la observé dando las últimas caladas al cigarrillo antes de tirarlo al piso para apagarlo con una pisada. Cuando entró, alzó las cejas al verme y lanzó una carcajada

- ¿Eres chistosa?

- ¿Qué?

Se acercó sin dejar de sonreír, metió su mano en el paquete y se llevó la última galletita que quedaba a la boca

- Estás son mías Topaz

Miré el paquete vació

- Eran

- Eres una tonta

Rodeó mi cuello con su brazo para pegarme al costado de su cuerpo. La abracé por la cintura y le di un corto beso detrás de su oreja

- Te quiero besar desde hace horas

Yo también lo quería

Juntamos nuestros labios y se movieron con sincronización. Ella fue quien se encargó de profundizar el beso y yo enredé mis dedos en su pelo para hacer presión. Solté el paquete de galletitas y sus manos empezaron a recorrerme el cuerpo con mucha tranquilidad

El beso subió de tono rápidamente. Llevé una mano a su pecho para acariciarla por encima de su remera, y mis dedos picaron por las ganas que tenía de tocar toda su piel. Sin dejar de besarme apartó sus manos de mi cuerpo para sacarse el abrigo y luego colocó sus manos en la parte baja de mi espalda para pegarme más a ella

Nuestras bocas se separaron apenas unos centímetros para llenar nuestros pulmones de aire. Con las respiraciones agitadas nuestros ojos se encargaron de comunicar el deseo que ambas sentíamos. Apoyé mi frente con la suya, mientras que sus manos acariciaron mis caderas e hizo presión para que sintiera lo mucho que su cuerpo me necesita. Quería decirle tantas cosas... pero no sabía por dónde empezar

Me miró con desespero a los ojos

- Quisiera encontrar la fuerza para frenarme, pero no puedo - dijo en susurro

- Si te digo que somos las dos quienes no encontramos la fuerza ¿mañana nos sentiremos menos culpables?

Tragó fuerte, asintió y me incliné para volver a besarla, pero esta vez pausadamente. Colgué mis brazos en su cuello y sus dedos empezaron a tocarme por debajo de mi remera. Sus labios bajaron a mi cuello y mis ojos se cerraron cuando clavó sus dientes. Me dio un beso rápido y corto antes de alejarse completamente

- Mira lo que encontré hoy, te cas a cagar de risa

Tomó su abrigo del suelo

- O eso espero

La seguí hasta su cuarto, que es más grande que el del viejo departamento. Había cambiado su cama por una de dos plazas y también noté que le faltaba una caja por terminar de desarmar. Dejó el abrigo en la cama y se acercó a esa caja para remover las cosas que seguían adentro

Después (G!P) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora