Minho fue testigo de la llegada de la pareja Choi, ellos se veían tan alegres y rejalados, al parecer las vacaciones le habían hecho bien.
Desde el miércoles en la noche no sabía ni había visto a Jisung, el menor ni siquiera se asomaba a la ventana, ni su silueta se veía.
Estuvo pegado a la ventana durante toda la tarde pero no hubo rastros de Jisung.
Entonces empezó a creer que quizás si era una ilusión de su mente, que no había mejorado como creyó, y solo se aferró a esa idea, porque quería dejar de sentirse solo.
Jisung fue un lindo delirio que tuvo, no fue momentáneo, duró una semana y fue la mejor semana que vivo.
Ver la sonrisa del menor, escucharlo hablar, el sentimiento de acompañamiento que tenía cada vez que estaban juntos, nada podía ser mejor, todo era tan increíble.
La puerta de su habitación fue abierta, dejando ver a su mamá.
——La comida ya está lista, ven a comer, por favor.
La puerta se volvió a cerrar, y él se levantó de la silla, para poder ir a comer.
Cuando llegó sus padres ya se encontraban en la mesa comiendo.
——Minho, los vecinos nos han dicho que andabas yendo muy seguido a la casa de los Choi cuando no estábamos ——habló su padre, una vez que el menor se sentó en la mesa.
——¿Para qué ibas? ——interrogó su mamá.
——Solo iba a jugar con el perro.
——Minho te he dicho miles de veces que te alejes de los animales, ¿por qué no me haces caso?
——Calmate Eunjin, no lo tra...
——¿Tú acaso te olvidas de la enfermedad que tiene tu hijo? Ha matado a su propio gato, ¿crees que no mataria una mascota ajena?
——Deja de tratarlo como si fuera un enfermo, no lo es.
——Sí lo es, tú deja de invisibilizar su enfermedad.
——Tú haces que se vuelva un enfermo, ¡tú lo enfermas!
Y así continuaron discutiendo, como si él no estuviera ahí, como si las palabras que dijieran no le dolieran, como si alguno de los dos tuviera la absoluta verdad, cuando ambos estaban tan equivocados.
Mientras su madre creía que era un inútil e incapacitado, su padre negaba su enfermedad y la ocultaba, como si no existiera.
Él sabía que estaba enfermo, sabía que tenía una enfermedad, pero no era un completo inútil, con ayuda de la terapia y medicamentos había mejorado mucho, avanzó y se estabilizó, podía tener una vida normal, no era necesidad tratarlo tan mal o negar su enfermedad, tenía problemas como todos, pero su vida podía desarrollarse con normalidad, como la de cualquier ser humano, como la de su padre, la de su madre, la de sus amigos, y diría la de Jisung, pero la forma en la que vivía Jisung no era normal.
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