No están hablando de ti, no te están juzgando, no te conocen. Se repetía una y otra vez, mientras cerraba con fuerza sus ojos, y sus piernas temblaban.
Siempre tenía esa extraña sensación de sentirse juzgado, no podía evitar pensar en que las personas que se encontraban a su alrededor lo critican, y eso le ponía demasiaso ansioso, más cuando estaba solo, en un lugar lleno de personas que ni siquiera conocía.
Tuvo una larga noche de insomnio, cuestionando la veracidad de cada cosa que creía, poniendo en duda la existencia de Jisung, volviendo a caer en ese pozo en donde no sabía que era real o ficticio, en donde volvía a perder el control y entraba en pánico.
Sí, tuvo un ataque en el medio de la noche, pero este fue mucho más fuerte que los anteriores, ni él, ni sus padres lograron calmarlo y tuvieron que sedarlo, algo que nunca fue necesario, ya que él siempre tuvo mucho autocontrol y sus padres sabían como calmar sus ataques, pero esa noche perdió todo poder sobre sí.
——¿Minho?—— La puerta del consultorio se abrió dejando ver a su psicóloga.
Minho se levantó de su asiento y se acercó hacia ella.
——H-hola.
——Pasa Minho——. Ella le sonrió y se alejó un poco para dejarlo pasar.
——¿Cómo has estado? ——habló mientras tomaba asiento—. Tu madre me dijo que ayer tuviste un ataque, y que estás empeorando, ¿eso es así?
Minho jugaba con sus manos nervioso.
——Sí... Bueno, yo creía que estaba mejorando pero al parecer no.
——Bien... Tu mamá me dijo muchas cosas y me contó lo que paso, pero quiero escuchar tu versión, ¿sí? Quiero me cuentes todo lo que ha pasado.
El menor suspiró y dejó de jugar con sus manos, levantó su mirada y miró a su psiquiatra.
——Conocí a un chico, se llama Han Jisung, él dice ser hijo de los señores Choi, que son mis vecinos pero ellos no tienen hijos, yo le juro que me cuestione si él es real o no, y llegué a la conclusión que sí lo era, porque durante una semana estuve viéndolo o pasando tiempo con él.
——¿Ibas a verlo, charlabas, podías tener contacto físico con él?—— Minho asintió——. Bien, continúa.
——Cuando la pareja Choi volvió de su viaje no lo vi por varios días, hasta antes de ayer. Lo vi en la noche, hablamos un poco, y él me pidió que el día siguiente lo esperé a la misma hora, en la ventana, eso hice, y vi que en su habitación había dos siluetas, una parecía ser más grande, entonces fui a interrumpir cuando vi que la figura más chica se agachaba. Él me había dicho que cuando la luz de su habitación se prenda vaya a buscarlo o llame a la policía, no sé porque dijo eso.
Hyuna anotaba cada palabra dicha por el menor, miraba con atención sus movimientos y la forma de expresarse.
——Minho, ¿tú crees que Jisung está en peligro?
——No sé ——respondió, posando su mirada en las paredes del lugar——. Hace unos años atrás paso algo igual pero al final resultó ser fal...
——No. Minho eso no fue falso, ahí no hubo una investigación.
——Mamá di...
——Escúchame, necesito que me des toda la información que tengas de Jisung, y de la pareja, yo no dejaré este caso en nada.
——Pero, ¿sí estoy equivocado? ¿Sí Jisung es una ilusión? No quiero arruinarle la vida a alguien más.
——¿Y sí no lo es? ¿Qué pasa si Jisung es real? Minho, la esquizofrenia no es una enfermedad que te hace inventar cosas como estás, y menos cuando estás medicado y cuidado de la manera en la que tú estás.
Minho sentía un gran alivió, Hyuna siempre es compresiva con él y le daba la importancia que en su casa nunca le dijieron.
Hyuna por su parte, tenía miedo, porque el niño que mencionó en aquel entonces Minho, tenía el mismo apellido que Jisung.
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