Malditamente cursi - TodoBaku. [En Proceso]

Capítulo XV.

Pronto se hizo de noche y Katsuki aún seguía sin volver.

Lo cual hizo que todos sus amigos se preocuparan por él.

- Maldito imbécil... Después de todo lo que nos hizo se atreve a preocuparnos de esta manera... Tan malditamente inconciente! Y ni siquiera contesta su teléfono... Izuku, llámalo otra vez -

- Cielo, si Kacchan no contesto las primeras 43 veces, tampoco lo hará ahora -

- Eijiro, tranquilo, de seguro salió a comprar o algo - dijo el bicolor, intentando calmar al mejor amigo de su novio.

- Mierda mierda mierda, tal vez fui muy brusco con él... Y si algo le pasó? Deberíamos llamar a Aizawa Sensei? -

- Eiji, cariño, Kacchan se fue hace 4 horas, puede que solo este volviendo y -

- Y si no??? Dios Santo... Y si algo le pasó? Por qué no contesta el teléfono? Y si estaba triste porque peleó conmigo y luego le dijo la verdad a Shouto? Dios... Dios... Voy a salir a buscarlo y - frenó en seco cuando vió al rubio entrar a la sala común con unas cuantas bolsas en sus manos.

- Qué pasa? Por qué todos me ven así? -

- Kacchan... Dónde estabas? - preguntó nervioso el peliverde.

- Qué te importa? Salí a comprar -

- Oh... Te llamé algunas veces -

- Ah si? Lo tenía en silencio así que no lo noté - dijo pasando todas las bolsas a una sola mano para tomar su celular - QUÉ CARAJOS?! 43 LLAMADAS PERDIDAS?! QUÉ PASÓ?! -

- Oh... Bueno... Es que te habías ido y creímos que algo te había pasado... -

- Solo me fui 4 horas... -

- Si jaja... Lo sé... Es que alguien estaba muy ansioso - dijo, pero viendo la mirada amenazadora de su novio, cambió sus palabras - Me refiero a que YO estaba ansioso... Si... Dios... Y si algo te había pasado? Qué cosas no? Bueno... Ya estás bien así que me voy yendo - Dijo nervioso siendo llevado a su habitación por el pelirrojo.

- Imbécil... - murmuró entrando a la cocina.

Sacó todo lo que necesitaba y se puso manos a la obra.

Necesita cocinar unos deliciosos bifes con patatas fritas para su mejor amigo.

Shouto vió desde la distancia al rubio cocinando con tanto esfuerzo y supo que sería mejor no interrumpirlo, así que solo se fue a su habitación a dormir un poco antes de la cena.

Casi una hora más tarde, finalizó y puso todo en una bandeja, para caminar al elevador.

- Qué me ven? Malditos extras imbéciles, no hay nada para ustedes así que limpiense la baba - se quejó, desapareciendo sin más.

Subió al piso del pelirrojo y golpeó la puerta.

No pasó mucho para que la puerta se abra, y se deje ver a un peliverde con el pecho descubierto.