Neko -GiyuuTan-.

Capitulo 1

Una nueva mañana empezaba en la finca del pilar de la llama, nuestro querido Tanjiro últimamente ha estado con el pilar practicando y entrenando con el mayor hacerca de la danza del fuego, y no solo él sino que sus amigos también se encontraban allí ya que querían aprender mucho de su maestro.
Rengoku fue el primero en despertar e hizo el desayuno para los cuatro, al cabo de diez minutos los chicos despertaron y ya se encontraban desayunando con el pilar.

-Esta delicioso-. Dijo Inosuke.

-Coman tranquilamente, en una hora empezaremos con el entrenamiento-. Dijo Rengoku.

-Si-.

-Por cierto Zenitsu, Uzui vino temprano preguntando por tí, le dije que no sabía donde estabas-. Volvió a hablar el pilar.

-¿Otra vez? Ese sujeto no se cansa, gracias por eso Rengoku-san-.

-Jajaja tranquilo-.

Los cuatro comían y charlaban cómodamente hasta que la hora de entrenamiento llegó, estuvieron al rededor de tres horas hasta que a Tanjiro y Zenitsu fueron llamados por un cuervo para partir a una misión, estos se despidieron del pilar y su amigo y partieron lo más pronto posible.
Una vez que llegaron al lugar asignado, rodearon la zona y verificaron que aún no encontraban nada, luego de una caminata llegaron a una casa abandonada y entraron ya que se sentía un clima tenso, una vez allí se encontraron con una bruja y está los atacó, ellos estuvieron luchando con aquella bruja por unos diez minutos y una vez lograron cortar su cabeza.

-Las brujas suelen dar miedo a veces-. Comentó Zenitsu.

-Es verdad, aunque me intriga saber eso de la luna de sangre-.

-Nunca e escuchado antes y tampoco de los doce M-.

-Luego lo veremos, bien vayamos ya-

-Espera Tanjiro, vayamos a la aldea a comer ya paso del medio día y tengo algo de hambre-.

-Es cierto desde que salimos de la casa de Rengoku temprano no hemos comido nada-.

-Vamos-.

Luego de una caminata hacía una pequeña aldea, llegaron a un puesto de comida y comieron algo de ramen, mientras hablaban de los sucesos de las brujas junto a aquel vendedor que le había llamado la atención y quiso saber. Más tarde pagaron la comida y fueron a la finca.