Parte 6

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Satoru Gojou


El ambiente era hóstil, y me sentía un poco nervioso de lo que podía suceder. Haru observaba a Yuuji, o bueno, a Sukuna algo nerviosa podía notar. Sukuna se mantenía serio, mi respuesta a su pregunta fue un: —Sukuna, nadie tocará a Hori.

En ese momento maldecí mi gran bocota, ya que ahora mis estudiantes tenían demasiadas dudas sobre Hori, Sukuna y yo. Todo mi plan se había arruinado, ahora sería muy díficil guardar la información.

Hori, quien se mantenía callada, se empezó a acercar a Sukuna, y quise detenerla, pero fue demasiado tarde.

— ¿Te conozco? —preguntó con valentía.

Sabía que Yuuji en su interior estaba en una lucha con Sukuna sobre quien manejaría el cuerpo, pero a nuestra vista Yuuji seguía dormido. 

Todos nos sorprendimos cuando vimos a Sukuna sonreír genuinamente y no por malicia, sabía que era su hija, aunque ella lo ignoraba. Hori frunzo su ceño, probablemente todo la situación er extraña, y como no, si hasta hace poco vivía con su cuidadora una vida normal fuera de la magia.

Y su respuesta, nos impresionó.

— Soy... Yuuji. Y creo que hay riesgos innecesarios, y Mahito puede ser un tipo peligroso, lo mejor es tenerlo lejos. —sentenció.

¿Dónde se había ido esa maldición descarada y frívola? Era tod muy extraño, físicamente lucía como Sukuna, solo que con ropa. Pero lo que respondió era totalmente Yuuji.

No podía leer muy bien las expresiones de Hori, quizá estaba muy confundida por la depronta protección de parte de nosotros.

— Claro... pero sé cuidarme sola. —me volteó a ver. —Sensei, me retiro, iré almorzar. —y se apresuró a salir del campo verde.

Los chicos se miraban confundidos, y Sukuna regresó al interior y Yuuji empezó a preguntarme muchas cosas, yo solamente pude decirle que debíamos de hablar de un tema, le comuniqué a los demás estudiante que tenía la tarde libre y que mañana tendrían un entrenamiento, por mi parte debía conversar con Yuuji... y Sukuna.

Al estar en mi oficina, me aseguré que Nanami vigilara a Hori en caso de una situación de peligro. Notaba a Yuuji muy nervioso, normal de él.

El menor se sentó frente a mi escritorio, y yo no tenía muy bien las pautas que le daría.

— Me dijo que era su hija... —comenzó a decir, y yo le asentí. — Comencé a calcular los años, y... Sensei, ella no es completamente humana. Quizá dejó de envejecer en algún punto de su vida, pero según Sukuna él perdió a su hija hace mucho tiempo.

Y toda esta información solo me intrigaba más.

— Aún los análisis médicos no están listos, quizá en unos dos días estén. 

Yuuji se encontraba muy pensativo, ahora nadie le iba a quitar esas ideas de su cabeza.

—También me dijo que como Hori era una alma pura, a pesar de ser su hija, su energía era muy rara e incluso maldita. Por eso Mahito anda tras ella. Que siempre han ido tras ella, solo que la primera vez, la mamá fue quien la defendió... —terminó.

Y para mi todo comenzaba a tomar sentido, Mahito quería la energía de Hori. 

— ¿Quiere que la protejamos, cierto? —pregunté.

Yuuji asintió. —No del todo. El alma pura de Hori, más su energía maldita extraña, un evento abrumador en su vida podría hacerla una maldición. Y  Sukuna no quiere eso...

De repente salió en su mejilla una boca, claramente los labios de Sukuna.

— Sé que no soy el más apto. Pero no quiero que Hori sea una maldición, la dejé donde Anna para que la cuidara de ser una maldición todo este tiempo, hasta que Mahito la encontró.

— Sukuna, pide permiso. —habló Yuuji bromenado.

— Entonces debemos evitar que Hori sea una maldición hasta que demos con Mahito. —hablé. 

Hori   ホリ| Satoru Gojo 五条悟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora