3. Servicio de niñeras a domicilio

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—... y entonces él mata a su mejor amigo para salvar a su otro amigo. — hablaba Kyomi sobre el nuevo manga que había comprado.

— Ajá...

Ella realmente había notado el aburrimiento en la cara de los chicos, estaban que se caían encima de sus cafés. — Ay, perdón. Ya los aburrí, ¿verdad? — dijo ella esperando una respuesta, era la primera vez que se emocionaba tanto hablando.

— No, no, continúa, ¿mata a su mejor amigo y qué pasa después? — preguntó Ran tratando de escucharla mejor, Rindou definitivamente si demostraba si aburrimiento con bostezos.

— Hablemos de otra cosa, ¿qué ha pasado?

— La pandilla de los niños está creciendo. — dijo Rindou desinteresado.

— ¿La Toman? — ambos asintieron.

— No sé preocupen, ellos saben que no deben poner un pie en Roppongi a menos de que quieran sus huesos rotos, ¿no? — Ran sonrió.

— O de que quieran pelear.

—¿ Y meterse con los famosos hermanos Haitani? Ellos no quieren eso, dejen que peleen con pandillas de su nivel. — Rindou también sonrió.

— Pandillas... Escuché de un pandilla relativamente nueva también. — dijo Ran.

— ¿Y...? — le cuestionó Rindou.

— Nada, solo escuché y ya. — bebió de su café y miró a Kyomi, quien miraba su celular — ¿Hablas con alguien? — Kyomi asintió.

— ¿Con quién? — cuestionaron ambos chicos.

Ella mostró su celular sin miedo a que ellos vieran los mensajes. Una chica le estaba prácticamente suplicando cuidar a su hermana menor ya que ella quería verse con su novio.

— Por dios, no es la única con novio aquí, también tienes una vida, Kyomi. Dile que no puedes y que no te lo vuelva a pedir. — le dijo Ran desinteresado. 

Kyomi se rió y deslizó su dedo por la conversación para mostrarles a los chicos cierto mensaje. El mensaje que contenía una cantidad de dinero.

— ¡Mierda, ¿todo eso por cuidar a una mocosa?! — dijo Rindou y Kyomi llevó su dedo a su boca. Eso era un "no digas groserías" — Si, lo siento.

***

— ¡Gracias por aceptar, Kyomi! Te prometo que volveré antes de las seis.

La chica tomó su suéter y salió rápidamente de la casa. Kyomi la despidió con la pequeña a su lado. Ella se agachó a su altura y le sonrió.

— ¿A dónde fue mi hermana? — Kyomi acarició el cabello de la menor.

— Ella volverá en unas horas, no te preocupes. — la niña asintió y corrió a jugar.  

El timbre sonó y por los vidrios de los costados podía observar a dos chicos. Los Haitani estaban ahí, Kyomi no iba a cuidar sola a la niña. Ella les abrió la puerta y ellos se rieron por la cara de la chica.

— ¿Por qué están aquí? Creí que... Estaban con los otros chicos. — dijo ella apenas abrió la puerta.

— Trajimos comida y... Ya, solo trajimos comida. — dijo Ran levantando la bolsa mientras sonreía.

— ¿Ya se fueron? — preguntó Rindou mirando dentro la casa.

— Debieron... Usar ropa más adecuada para ser “niñeras”. — Kyomi observó a ambos chicos y a sus prendas.

Moto compartida ;; Ran & Rindou HaitaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora