Moto compartida ;; Ran & Rindou Haitani

4. El mejor mal momento

— ¿No vendrás? — le preguntó Ran a Kyomi y negó mientras se arreglaba su cabello — ¿Por qué?

— No quiero ir a pelear si es a lo que van, además mi habitación está toda desordenada. — Rindou se acercó a ella y la abrazó por la espalda.

— Tú sabes dar increíbles patadas. — dijo mientras besaba su cuello lentamente.

— ¿Y solo me quieren para patear? — Ran se rió y la abrazó por el frente.

— Kyomi, ¿hace cuánto no peleas? — preguntó el de trenzas.

— Cuatro años, me lo prometí. No volvería a golpear a nadie... Pero esa chica me provocó. — dijo Kyomi recordando lo que pasó hace una semana.

— Anda. — dijo Rindou mordiendo el lóbulo de su oreja y ella se apartó de inmediato.

— No, gracias. Si termino con mi habitación rápido los alcanzaré — ambos hermanos se separaron de ella y se fueron soltando risas —. Tontos, también deberían preocuparse por su habitación, seguro está toda tirada.

Kyomi simplemente se apuró con su habitación en menos de una hora. La admiró pues jamás la había visto tan limpia.

— Me la van a deber. — dijo poniéndose una mascarilla para entrar al cuarto de los Haitani.

Para su sorpresa, estaba sucia, pero no como creía. Las camas estaban desordenadas, había un montón de ropa por el suelo y olía demasiado a colonia. Suspiró y empezó a recoger todo rápidamente hasta que llegó debajo de la cama de Ran. Metió su mano hasta que sintió varias cosas, como libros, libros... ¿Delgados?

Kyomi ni se molestó en observar lo que eran, lo sabía con exactitud así que retiró la mano de inmediato y se la limpió con su pantalón.

— Asquerosos.

***

— ¿Kyomi? ¡Ya llegamos!

¿Una pelea dura tanto? Eran las dos de la madrugada y Kyomi estaba tan preocupada que cayó dormida.

¿Y si los habían apuñalado?, ¿disparado? O ¿atropellado? Por suerte estaban bien. No tan bien pero vivos.

— Ella está dormida, Ran. — dijo Rindou mirándola dormida en el sillón.

— No nos esperó. — dijo decepcionado.

— ¿Y quién lo haría?

Rindou se tiró al sillón junto a Kyomi suspirando fuertemente.

— Idiotas, estuve tan preocupada...

La escucharon hablar.

— Estás despierta, que bien. — Ran se acercó a besarla pero ella lo pateó.

— Hueles a alcohol. — susurró.

— Talvez bebimos un poco mucho. — Rindou fue más rápido que su patada y la abrazó.

— No me gusta el alcohol... Ni la marihuana. — ambos se rieron.

— Acertaste. — Ran la alejó de Rindou y la cargó hasta su cama mientras se tambaleaba un poco.

— Gracias, ya puedo dormir más tranquila.

Ella estaba dispuesta a cubrirse con las cobijas pero Ran se lo impidió. Rindou quien los estaba siguiendo se adentró en la habitación de la chica y cerró la puerta.

— Están drogados... Vayan a dormir. — Ran la ignoró y se abalanzó a besarla.

Ella sintió asco al sentir la marihuana en su boca pero tampoco quería separarse de aquel beso así que se apagó más a él. Ran se movió para que su hermano siguiera pero Rindou se detuvo entre sus piernas y tomó el pantalón de la pijama de Kyomi.