PRÓLOGO

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UNA HISTORIA DE NOVELA

GIANNY 17

La joven subía el ascensor muy nerviosa, era tarde, el tráfico le había jugado una muy mala pasada y se había demorado más de lo esperado y más cuando bajando del auto su taco piso un buzón rompiéndolo en dos solo para ser libre.

----Maldición.

Vociferó al ver nuevamente su reloj, tenía que estar hace veinte minutos en el área de Personal de la empresa "Andrew y Asociados" y bueno ya era muy tarde, era muy malo que su primer día de trabajo como interina no llegará a la hora. Es más, estaba segura que sería echada sin contemplación alguna.

El ascensor se abrió y bajó a toda prisa intentando no demostrar su inestabilidad en lo referente al calzado y presentándose en el módulo correspondiente espero a ser llamada por el encargado.

Pasó las manos por su traje relativamente costoso e intentó no verse nerviosa y cuando le dieron la orden de ingresar a la oficina a paso altivo empezó a caminar.

----Tome asiento por favor.- La voz que escuchó detrás de la silla giratoria no le ayudó a sentirse segura. - Se le cito a las 10:00 de la mañana.

----Si, verá tuve una trágica mañana.- Dijo sintiendo un nudo en la garganta.- Es más se me rompió el taco para poder llegar aquí.

----Señorita Klaise esta es una empresa.­ Las palabras se quedaron en el aire ya que al volverse la hermosa masculinidad de aquel no pudo evitar que sus ojos se fijaran en el hermoso rostro pálido de la muchacha que sorprendidos lo miraban.

----Yo ... en verdad lo siento.

----Si.- Dijo algo incómodo el rubio joven.- Debe cambiar ese mal hábito.

---Si me da la oportunidad lo haré.­ Intentó sonar convincente ante aquel extraño y varonil hombre.

----¿Que está buscando de este lugar?

----Ser la mejor en mi área y desempeñarme al cien por ciento en mi carrera.

----No tiene experiencia laboral señorita Klaise.- Dijo mientras ojeaba su expediente.

---Lo sé pero fui la mejor de mi salón y soy muy perseverante.

El rubio la miro y asintiendo dejo el file a un lado para después brindarle una

sonrisa radiante que dejo anonadada a la joven.

----La llamaremos señorita Klaise.

Y suspirando al no ser la respuesta que esperaba, Karen se despidió para después retirarse de la oficina y salir del enorme edificio, sacando su móvil empezó a teclear a gran velocidad.

"Creo que no lo logre, no creo que me llamen soy un fracaso total...¿Salimos a tomar?"

"¿Por qué dices eso?¿estas segura?"

"Bueno ...te parece a las 9...Paso por tu casa"

Y sin decir más y con una tenue sonrisa en el rostro, Karen guardo el móvil y se retiró a su hogar.

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