🌾 Nos vemos en el Equinoccio // [katsudeku] || TERMINADA

⚘ El deleitante sabor de tu compañía

Evento Bakudeku/Katsudeku Philippines

📅 Día 1 // 18 de septiembre
🗂 Temas: Florecimiento / Abrigo / UA Híbridos
✏ Tema(s) escogido(s): UA Híbridos y Florecimiento.

► Extra: Primavera solo

Créditos al equipo de Facebook "Bakudeku Philippines" y a MandyChanAki
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La brusca ventolina chocaba contra su cuerpo fornido, pero débil en ese momento; debido a un reciente ataque realizado por un par de enemigos, donde se vio enormemente afectado en la zona de su abdomen y ala izquierda. Como el arrogante y engreído que era, quiso seguir dando pelea, sin embargo, al momento de percatarse que no saldría ileso de aquel enfrentamiento, no tuvo más remedio que abandonar el lugar. Ahora viajaba por los aires en busca de una zona segura en la que pudiera estacionarse a reposar y apaciguar el dolor físico que llevaba.

Qué molesto era.

Sus cabellos rubio cenizo se estrellaban contra su rostro, impidiéndole el poder analizar su camino. De reojo, observó las partes que fueron dañadas; su ala seguía sangrando y realmente le dolía, apenas resistía su propio peso.

En un giro de dirección, el viento le pilló desprevenido, mandándolo a volar hacia la zona contraria a la que él deseaba dirigirse. Su figura, frágil ante lo ocurrido, fue sencillamente manejable para las brisas. Alterado, el de melena dorada ceniza trató de la mejor manera en hallar una estabilidad que le permitiera caer a Tierra sin salir roto, más de lo que ya estaba. Pero parecía que, en ese preciso día, la suerte no estaba de su lado. Sin conseguir controlar el frenesí en el que su cuerpo era tirado por los airecillos, se estrelló con las copas de los árboles, cuyas firmes ramas le otorgaron unos buenos rasguños y golpizas en su trayecto hasta el duro suelo.

―Mierda ―masculló el joven, una vez se encontró tumbado en el pasto.

Levantándose débilmente del piso con la ayuda de sus alas, puesto que una de sus piernas salió totalmente afectada, fue arrastrando su figura hacia el tronco de árbol más cercano, para luego apoyarse en éste a reposar. Cuando lo obtuvo, suspiró con pesadez, cerrando sus ojos por unos breves segundos.

No obstante, en aquel escaso lapso de relajo, sus agudos sentidos le advirtieron de que, a distancia, unas suaves pisadas venían acercándosele. ¿Acaso tendría que enfrentarse a otros depredadores? Le apetecía bien poco la idea. Aunque, por supuesto, él no se iba a dejar morir; eso jamás, así que, con todas las fuerzas que su figura podía entregarle en ese instante, tomó posición defensiva, listo para ahuyentar y también en caso de que tuviera que llegar a huir. Sin embargo, la mayoría de sus músculos se destensaron al ver que se trataba de lindo chico humano mitad venado. De la cintura para arriba, el desconocido mostraba su pálida figura ligeramente trabajada, y para abajo, el cuerpo de animal de un claro tono marrón. Una pomposa y rizada melena, idéntica a una mata enredada de largo césped, adornaba la cabeza del contrario, cubriendo gran parte de su frente y ojos.

Este, que se había asomado temerosamente hacia el sector, extendió sus párpados de sobremanera al divisar al sujeto que se encontraba en frente suyo. Era horripilante. Su rojiza mirada fulminante y aspecto magullado causaban escalofríos en su ser, pero, al mismo tiempo, contemplar su dorso herido y plumaje esparcido a lo largo del pasto le gritaban que se aproximara a atenderlo. Sin pensárselo mucho, galopó hasta él.

―¿E-Estás bien? ―inquirió el peliverde, balbuceante. Al estar cerca del extraño, se dio cuenta de que era más alto de lo que aparentaba, lo que le hizo tragar fuerte.