🌾 Nos vemos en el Equinoccio // [katsudeku] || TERMINADA

⚘ Nunca es tarde para volver a empezar

Evento Bakudeku/Katsudeku Philippines

📅 Día 8 // 25 de septiembre
🗂 Temas: Ritual de Equinoccio / Libre
✏ Tema(s) escogido(s): Ritual de Equinoccio

Créditos al equipo de Facebook "Bakudeku Philippines" y a MandyChanAki
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Ayer me acordé de la primera vez

que te hice reír, de cuando te busqué.

Qué buenos tiempos aquellos.

Recuerdos muy bellos.

Cuando te montaste y cambiaste la estación.

Nada de reggaetón, ponme otra canción.

Baby, lo que tú digas,

todo lo que tú pidas.

Yo por ti doy la vida.

Soy tuyo de por vida.

("COMO ANTES" de Bad Bunny)

...

La primavera estaba a nada de llegar. Apenas se encontraban en mediados de septiembre, y, aún con eso, el cálido ambiente se hacía notar, del mismo modo que el frescor reluciente de la madre naturaleza.

Era muy temprano por la mañana, y un chico peliverde se hallaba de pie, organizando mentalmente ―y entre susurros― lo que sería de su día. Ya quedaba poco para que la estación de invierno se despidiera, por ende, deseaba otorgar una buena bienvenida al próximo equinoccio.

Izuku lo veía como una nueva oportunidad; un momento para volver a empezar. Su vida no era mala, pero, como cualquier persona, pasaba por períodos no muy gratos, los cuales le generaban sorprendentes cambios de ánimo y actitud en su propia relación con el entorno. Realmente le deprimía cuando sus emociones negativas causaban alborotos dentro de su área.
No era supersticioso, sin embargo, creía en el hecho de que algunos factores causaban ciertas situaciones, por lo tanto; el recibir a la primavera se trataba de un excelente panorama para su tarde.

―Buenos días, amor ―saludó un joven de orbes escarlata con tranquilidad, rodeando al nombrado desde la cintura, quien se hallaba sentado en un piso alto frente al mesón de la cocina; observando hacia afuera con atención.

Era fácil perder la mirada si se dedicaban a contemplar su patio. Vivían en pleno bosque frondoso, alejados de la ciudad. La vista era realmente hermosa; especialmente ahora, que se aproximaba la primavera.

―O-Oh, hola, Kacchan ―contestó el más bajo, sorprendido. Estaba tan absorto en sus pensamientos que apenas logró percibir el llamado de su pareja―. ¿Cómo dormiste? ―interrogó, girándose levemente para contemplar al contrario.

―Pudo ser mejor. ¿Qué hay de ti? No te vi en la cama cuando desperté ―admitió el mayor, peinando suavemente con sus dedos la pomposa melena esmeralda que portaba el ojiverde.

―Sí... Quise levantarme temprano para poder organizar unas cuantas cosas en la casa, y preferí no despertarte para que pudieras seguir descansando un poco más ―expresó el menor, disfrutando el cariño que le otorgaba su novio en la cabeza.