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Joel

siento las caricias de mi novio en mi cabello, estamos acostados en mi cama tratando de recuperar la normalidad de nuestras respiraciones.

-Joey -escucho que me habla casi sin aliento.

-¿Si?

-siento que estas evitando el tema que tenemos pendiente.

frunzo el ceño y me reincorporo para sentarme y verlo a los ojos.

-Claro que no, yo te dije que lo hablaríamos y lo haremos ahorita -le respondo acariciando una de sus mejillas sonrojadas- no quiero que pienses otras cosas antes de aclararlo los dos.

asiente lentamente e igual se levanta para sentarse, pero veo que pasa una de sus piernas al lado de las mías y se sienta en mi regazo.

-Creo que así no podre hablar, teniéndote sobre mi -le digo mordiendo mi labio inferior y acaricio su cintura. lo veo fruncir el ceño y trata de alejarse pero se lo impido tomando con fuerza sus caderas- no te muevas, así estas bien.

-Comienza por favor -dice cruzándose de brazos.

suspiro con fuerza y asiento con la cabeza antes de empezar a hablar.

-Antes que nada, Santi, no es mi hijo...-lo veo abrir su boquita levemente en forma de o- nunca me diste la oportunidad de aclararte la situación, y tengo que reconocerlo, yo también tuve culpa por no aclararlo desde un principio.

no dice nada y continuo.

-Santi es hijo de... de mi hermano -veo como frunce el ceño.

-¿Hermano? ¿Tienes un hermano? -pregunta acomodándose mejor y cubriéndose con las sabanas.

asiento lentamente.

-Sí, se llama Israel -me recargo de la cabecera- no te lo había dicho antes es porque, es un poco complicada la situación. Él no esta aquí, porque cuando mamá murió, él y yo nos quedamos solos sin ningún familiar con quien contar, en ese entonces yo solo tenia diecisiete años y él veintiuno, los empezamos a trabajar pues para poder mantener la casa y nuestros estudios. pasaron meses y varias deudas se empezaron a hacer presentes y a ninguno de los dos nos alcanzaba para poder cubrirlas. Yo me salí de la escuela para entrar a una sabática y trabajar horas extras durante toda la semana y poder ganar un poco más, el se suponía que había hecho lo mismo hasta que...hasta que un día llego a casa con un bebé en brazos, dijo que se había acostado con una mujer mayor para obtener dinero, pero ella quedo embarazada, ella no quería abortar por miedo a morir, así que mantuvieron un acuerdo que en cuanto naciera Santi ella se lo dejaría a él, acepto, hasta que ese día yo me entere de la existencia de mi sobrino, pero la peor parte llego cuando el bebé enfermo y nosotros dos sin saber que hacer.

respiro profundamente al volver a recordar esos hechos.

-Ninguno tenia dinero, todo lo habíamos utilizado en el gas, las compras del bebé y otras cosas y no nos quedo nada -continuo aunque se me este haciendo un nudo en la garganta- Israel salió esa noche en busca del medicamento que le pudiera bajar la fiebre a Santi, dejándolo a mi cuidado, paso solo una hora para que el regresara con el medicamento suficiente y comida, pero la policía llego detrás de él... Había asaltado en una farmacia y a un señor para conseguir las cosas.

-Dios -se tapa su boca con sus manitas.

sonrío sin alegría y prosigo hablando.

-Se lo llevaron esa noche, estuve haciendo lo posible para poder pagar la fianza y sacarlo, pero me dijeron que le habían dado Díez años de prisión porque una mujer confeso que él era su cómplice en vender... droga, esa mujer fue la mamá de Santi, y es mamá de Candelaria.

sus ojos me ven sin poder creer lo que esta escuchando.

-Pero ella porque me dice cosas feas de ti, su pongo que te pudo haber ayudado con su her... con Santi.

hago una mueca.

-No, ella me odia, y odia a Santi, no lo sé, bueno tal vez si se porque me odia -me mira atento esperando que siga, resoplando le cuento- ella cuando se entero que a mi hermano también estaba en la cárcel, me ofreció que nos juntáramos como pareja para hacernos pasar como padres de Santi, no acepte obviamente y creo que desde ahí inicio todo.

lo veo hacer una mueca de desagrado, supongo que se imagino algo, suelto una risa por lo tierno y bonito que se ve.

-Y tu hermano...-trata de cambiar de tema- ¿lo visitas? ¿Santi lo conoce?

acaricio con mis pulgares se pancita suave.

-Sí, cada quince días voy a visitarlo y sí, él lo conoce, pero solo por fotografías, Israel no quiere que lo lleve a ese lugar, le hablo de quien es su verdadero padre, pero el parece insistir en querer llamarme papá -suelto una risa.

-¿Pero acaso la policía encontró pruebas de lo que dijo aquella señora? -pregunta con el ceño fruncido moviéndose un poco haciendo que suelte un gruñido despacio- lo siento.

-No pasa nada bebé -le doy un beso- y no hizo falta buscar, porque él acepto haberlo hecho, así que solo le quedo aceptar los Díez años que le dieron.

hacemos una mueca. 

Nos quedamos unos minutos en silencio solo escuchando nuestra respiración de fondo.

-Yo lamento, haberte obligado a contarme esto, se que te afecta y realmente me siento mal el habértelo recordado -habla después de unos minutos- pero me preocupaba mucho que las personas hablen mal de ti, hasta siento que los odio.

muero de ternura por lo hermoso que es.

-No mi amor, no tienes que sentirte apenado, esto es algo que tarde o temprano te lo tenia que contar -subo una mano a su carita y la acaricio- y sobre as personas, ellas siempre hablaran y contaran su versión chismosa, ellos empezaron a hablar desde que mamá murió, así que ya me acostumbre, porque a pesar de todo lo que digan, yo se la verdadera historia, y la única persona que me importa su opinión, la tengo justamente frente a mi, y se esta moliendo en mi pene...

-¡Dios santo Joel, no! - suelta un grito avergonzado y yo me río.

trata de levantarse pero soy más rápido y lo jalo acostándolo a un lado de la cama y yo me subo quedando arriba de él.

su cara esta cubierta por la sabana porque la jalo con sus manos, lo destapo completo y lo contemplo todo.

-Yo realmente tengo suerte 

-Suerte yo.

y con la confesión que le acabo de hacer acerca de mi hermano, me siento más aliviado que nunca, me siento más unido a él, y yo se que no es el momento o el tiempo, pero algún día espero estar así como ahorita, tenerlo debajo mío y ver en uno de sus dedos dos anillos.

 El de compromiso; cuando se lo entregue y le prometa una ceremonia para unir nuestras vidas en una sola.

Y el de Boda; en donde le este jurando mi amor eterno y entregándole las promesas de amarlo y respetarlo para siempre.

Porque él lo vale, el vale todo el esfuerzo por salir adelante y verle el lado bonito a la vida y a este hermoso paraíso.


¡No es mío! || JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora