Casi Ángeles, "Siguiendo al Conejo Blanco".

Capítulo 54

Tenía que elegir, estaba entre dos mundos. En uno estaban mis padres, los que me dieron la vida, mi vida normal, mi vida aburrida, y en el otro estaba la persona que amaba, gente que me entendía, donde pude ser yo realmente. Después pensé: tarde o temprano los hijos crecen, se van de casa, hacen su vida. Yo había comenzado a hacerla, pero había una diferencia en los casos normales y el mío: yo no podría ir a visitarlos, ni ellos a mí.
- Tomé una decisión... voy a quedarme.
Tic Tac no pudo decir nada de la emoción y la felicidad, sólo volvió a abrazarme y dimos saltos en el lugar.

Volví hasta donde estaba con Rama y Mina, ellos no habían regresado. De pronto oí un aullido muy fuerte, de dolor, fui a ver qué había ocurrido, Mina había pisado una trampa para osos escondida, Rama logró liberarla, pero quedó con la pata lastimada, estaba sangrando. Ella aullaba muy fuerte, estaba sufriendo, no solo yo la había oído a lo lejos, unos cazadores también la escucharon y venían por nosotros. Rama levantó a Mina y nos escondimos entre los árboles, agarrándole el hocico para que no se escuche tan fuerte.
- Mi amor, ya saben que estamos acá, tarde o temprano van a venir y nos van a atrapar. Mina está herida, no quiero que muera desangrada, agarrala - yo la cargué en mis brazos, él le besó la cabeza -, tienen que irse.
- No, mi amor, sin vos no, dijiste que no nos íbamos a separar - le supliqué, ya llorando.
- Por favor, andá, yo voy a estar bien, te amo - él me besó, también llorando.
- Te amo - lo besé una última vez y corrí hacia la guarida cargando a Mina.
- ¡Ahí está! - dijo un cazador a lo lejos cuando empecé a correr, no me vio la cara igual, no logró identificarme. Rama salió de donde estaba y lo retuvo lo suficiente para que pudiéramos escapar, pero el guardia lo desmayó y lo capturó.

Cuando llegué a la guarida...
- ¡Chicos! ¡Ayuda! - les grité.
- ¿Qué pasó, gata? - vino Vale corriendo.
- ¡Mina! - dijo Simón al verla - ¿Qué le pasó?
- Pisó una trampa para osos.
Cuando terminaron de atenderla, se dieron cuenta de que faltaba alguien.
- ¿Y Rama? - preguntó Tacho.
- Lo agarraron los cazadores - apenas pude decirlo, me dolía mucho todo lo que pasó.
- ¡¿Qué?! ¿Le van a lavar el cerebro también? - dijo Tacho, triste.
- ¡No sé qué le van a hacer! - le dije, Tacho y yo nos abrazamos, llorando.

Mina se quedó acostada con la patita vendada y yo tuve que volver al NE para no levantar sospechas, le conté lo que había ocurrido a Hope y a Jaime, los tres esperábamos ver a Rama ahí muy pronto. Al día siguiente por la tarde nos reunieron para presentarnos al nuevo.
- Él es Ramiro Ordóñez, el nuevo ayudante de cátedra.
Cuando lo vi ahí me dio una tranquilidad saber que estaba bien, está reseteado, si, pero eso se puede arreglar. Mientras lo presentaban sonreí, justo después él vino a saludarnos uno por uno y nos presentamos nosotros.
- Soy Marianella, bienvenido.
- Encantado - me dijo al besarme la mano.
No dejamos de mirarnos desde que llegó, nuestro amor es más fuerte que cualquier reseteo, y ahora es mi turno de despertarlo.

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HOLA, LLORAMOS?

Qué les pareció??

Díganme qué piensan que va a pasar, mañana hay otro capítulo 😘