Capítulo 80 (FINAL)

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- ¡¿Qué?! ¡Juan Cruz murió! - se alteró Rama.
- Tenés razón - le dije -, pero eso fue en el futuro... y, si el plan funcionó, esa línea temporal ya no existe...
- Exacto. No quiero que vivan asustados, pero tienen que protegerlo, ya que sin él... nada sería como lo conocemos.
Dicho esto, Cielo se fue, dejándonos a ambos ahí, preocupados.
- Mejor no pensemos en eso, sólo tengamos cuidado, no andemos perseguidos tampoco, todo va a estar bien - me dijo Rama.
- Sí, seamos positivos. Ya sabes cómo es, nos necesita vulnerables, no lo seamos - dije aparentando ser fuerte, aunque tenía mucho miedo.
- Tranquila, mi amor, no le va a pasar nada - él vino a abrazarme y logró hacerme sentir mejor.
- No estamos solos... y él tampoco - ambos miramos a Bruno, aún preocupados, y lo abrazamos, no íbamos a dejar que le pase algo.
- ¿Vamos abajo? - propuso Rama, para que dejemos de pensar en eso.
- Dale - ambos nos dirigíamos a la puerta, pero yo me detuve a medio camino.
- ¿Pasa algo? - me preguntó Rama.
- No, nada, andá bajando, yo ya voy...
Rama se fue, creyendo que quise quedarme un momento a solas por lo que dijo Cielo, pero en realidad me había llamado Tic Tac.
- Es hora de despedirse - me dijo.
- ¿Qué? ¿De qué hablás? - al preguntar, él hizo que aparecieran dos personas que no veía hace años.
- ¿Qué es esto? ¿Dónde estamos? ¿Quiénes son ustedes? - preguntaban.
- ¡Mamá! ¡Papá! Soy yo... - yo me acerqué hasta donde estaban y los abracé de a uno, ya que tenía a Bruno en brazos.
- ¿Cómo que mamá y papá? Nuestra hija está en casa - dijo mi papá.
- Este lugar... este tipo... incluso vos... siento que los vi en algún lado - decía mi mamá, viendo para todos lados.
- Lo sé, ma, a veces veías Casi Ángeles conmigo. Sé que no tiene mucho sentido, pero soy Mar y estamos en el altillo de Cielo, al lado tuyo está el portal que la llevó a Eudamón.
- ¡Es verdad! Si sos mi hija, ¿pero cómo?
- No hay tiempo para entrar en detalles - dijo Tic Tac.
- ¿Y ese bebé? - preguntó mi mamá.
- Él es Bruno, mi hijo.
- ¿Cómo que tu hijo? Pero el embarazo... los nueve meses, la panza, ¿cómo no lo notamos? - preguntaba ella, ¿y mi papá? Sin palabras desde el principio JAJSJSJS
- Es como cuando viajamos al futuro, me dividí en dos, una yo vino para acá y la otra quedó allá... la que tuvo un bebé fui yo, la que está acá, no la otra, ¿me explico?
- Ponele... - dijo mi papá - entonces, ¿hace cuánto tiempo estás acá?
- Hace unos cuatro años...
- ¿Y nunca pensaste en volver a casa? ¿No nos extrañaste?
- Claro que los extrañé, y mucho. Varias veces quise volver, por ustedes, pero este es mi lugar.
- ¿Y tu hogar? ¿Tu familia?
- Yo los amo y agradezco el amor que me dieron y que me van a dar allá, pero nunca fui realmente feliz ahí. Acá encontré amigos, amor, tengo mi familia. Soy feliz, muy feliz - les dije, emocionada.
- Eso significa... - dijo mi papá.
- ¿Que no vas a volver? - completó mi mamá.
- Yo no, no puedo andar de un plano a otro, pero ustedes no tienen que extrañarme, siempre estará ahí mi otra yo, los amo.
Me abrazaron entre los dos, en forma de despedida, los cuatro estábamos llorando (sí, Tic Tac también), y estuvieron un ratito con su nieto, ambos lo alzaron y besaron.
- Se terminó el tiempo... - dijo Tic Tac y me devolvieron a Bruno. Unos segundos después entró Rama.
- ¿Estás bien, mi amor? - me preguntó al notar que estaba llorando.
- Sí, ya sé que tardé mucho, perdón - le dije mientras me secaba las lágrimas.
- No pasa nada, entiendo, tranquila - él tomó a Bruno y yo respiré profundo, logrando calmarme.
- Creo que me contagiaste la sensibilidad - le dije, ya riendo y le contagié la risa.
- ¿Decís que él haya heredado alguno de nuestros "dones"? - me preguntó.
- Estoy segura de que tiene muchos más - dije, viendo a Tic Tac.
- ¿Y? - dijo Alelí, entrando - ¿Vienen o no?
- Sí, vamos - le dije y los tres nos dirigimos hasta la puerta, ahí volteé a ver a mis padres, que nos vieron juntos y se dieron cuenta de que yo debía estar acá, viviendo mi vida. Aceptaron soltarme y me saludaron desde donde estaban.
- Que nos volvamos a ver - me dijeron con una sonrisa y desaparecieron.

Así fue como dejé esa vida atrás, ya no soy esa chica tímida y vergonzosa de todo que no sale de su casa. Desde que llegué me sentí más libre que nunca, a pesar de que al principio no se me permitían ciertas cosas.

En este viaje encontré muchas cosas, pero sobre todo, me encontré a mí. Es muy loco pensar que siendo otra persona me sintiera yo por primera vez. Acá pude hacer las cosas sin miedo a nada: pude cantar y bailar sin vergüenza de que se rieran de mí; hice amigos con los que no hacía falta hablar para entendernos, porque sabemos todo del otro y nos conocemos; me enamoré por primera vez y me la jugué sin miedo al éxito ni a romper las reglas de Tic Tac. En el mundo real jamás podría haber hecho todo eso, sólo iba a la escuela y veía series, no hacía nada más.
Desde que llegué soy distinta, cambié, crecí, maduré y aprendí, pero sobre todo fui realmente feliz. Este es mi lugar desde ese momento y para siempre, es mi hogar, y ellos son mi familia, porque es la que elegí.

Fin

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Saquen los pañuelos y lloremos.

Primero que nada, felicitemos a la genia que escribió está historia:
PilarCastillo354
Grosa total.
👏👏👏

Bueno, segundo... Cuenten qué les pareció la novela, sus personajes favoritos, las mejores partes...

Tercero: De parte de mí socia, muchas gracias a todos los que leyeron, votaron y siguieron la historia capítulo a capítulo.

Que nos volvamos a ver.

Casi Ángeles, "Siguiendo al Conejo Blanco".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora