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Taehyung estaba durmiendo tranquilamente bajo la atenta mirada de Hoseok que no podía dormir. Su rostro apenas iluminado por la lámpara dentro de la habitación. Su esposo le había asegurado que nadie cambiaria entre ellos pero un hijo varón era necesario para su crecimiento dentro de la mafia.

Además Kim no le sería infiel, no lo creía por ego, sino porque su esposo había demostrado que la mafia era su religión más preciada, vivía y moría por la la y sus códigos de honor; uno de ellos era la fidelidad, si un hombre era capaz de traicionar a la persona que confiaba en él lo suficiente para dormir a su lado y cerrar los ojos, entonces no podían esperar que le fuera fiel a sus hermanos.

Por eso un hijo bastardo estaba fuera de discusión, así que tarde o temprano le iba a pedir el divorcio. Tal vez no ahora porque podía sentir el amor que Taehyung le profesaba, pero en unos años más...

Kim se removió a su lado y eso lo hizo saltar, su movimiento despertó a Taehyung quien lo miro soñoliento. Suavemente paso su mano por la mejilla de Hoseok.

—¿No estás pensando en matarme mientras duermo?

—Piensas puras tonteras, no podria matarte.

—Se que tú padre te enseño a usar armas y no eres débil, casi matas a Daniel —sonrió de forma sarcástica. Hace mucho que Hoseok no veía a su esposo sonreír así.

—Sólo quería asustarlo —aclaró avergonzado—, tenía miedo de perder a Yerim, sé que hice mal y me arrepiento, sé que debería confiar en ti, pero debes entender mi desesperación. Todo mi valor dependía de si podía o no darte un hijo —odió parecer tan débil cuando las lágrimas se acumularon en sus ojos.

—No llores.

—Quería tener más hijos, no me importaban si eran todas niñas, quería más —se limpio las lágrimas—. No puedo dejar de sentirme vacío, entonces no puedo dejar de aferrarme a Yerim. No la quiero perder.

—No la vas a perder, Yerim siempre será tu hija.

Hoseok asintió pensando: "Me mientes tan bien"

Taehyung le beso en los labios y cerró los ojos correspondiendo de forma inmediata y necesitada. Hoseok movió su mano por las piernas de Taehyung y palpó el miembro por encima de la ropa, metió su mano por debajo de los pantalones y la ropa interior para masturbarlo.

—Quiero hacerlo —susurro cuando se separaron. Taehyung asintió y deslizó la ropa interior de Hoseok, palpo su trasero y coló uno de sus dedos en la entrada del ano, mientras que Hoseok seguía masturbando su pene y dejando escapar dulces gemidos.

Cuando estuvo duro, Hoseok apartó sus manos, empujó a Taehyung para que se recostará y lo montó empalandose el mismo con el miembro de su esposo.

Soltó suaves gemidos mientras se movía de arriba abajo, con las manos de Taehyung aferradas a sus muslos, gimiendo barbaridades.

Kim después de unos momentos le dio la vuelta, y embistió su cuerpo pero Hoseok no tardó en volver a darse la vuelta quedando de nuevo arriba. Kim decidió darle el control y se quedó quieto debajo del cuerpo de su esposo que movía las caderas de forma perfecta, verlo darse placer era igual de bueno que embestirlo contra la cama.

Cuando Hoseok se corrió, ya no pudo soportarlo más, Hoseok se desplomó encima de él por lo que Taehyung rodeo su espalda y empezó a embestir con fuerza hasta que su orgasmo se libero dentro de su esposo.

—Te das cuenta que no sirve de nada que te corras dentro —susurro Hoseok—, perdona, sólo es incómodo para mí ahora que...

—Amor, deja de hablar, no lo arruines.

Pez dorado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora