El Socio De Papá (+18)[1]✔️

Capítulo 3

Bet

Le lleve su café y me fui a mi pequeña "Oficina" trabaje ahí durante 2 horas y media, y después de ese tiempo ya todo estaba hecho.

Había leído todo el informe y había copiado todo, desde muy chica había sido buena memorizando cosas, así que para la tarde ya sabía los apellidos de las personas que tenia que estar contactando y me sentía orgullosa de eso.

David me llamo para decirme que le llevara otro café y me preguntó si "El trabajo era demasiado pesado para una pequeña niña rica" decidí ignorar eso e ir a su oficina a restregarle en la cara que la pequeña niña rica lo había hecho todo.

Toque la puerta después de tragarme toda la molestia que me provocó su actitud majadera.

—Adelante

Entre con el café en la mano y lo encontré detrás de su escritorio.

—¿Por qué papá llama con un toque diferente? — le pregunte

Tenía un cigarrillo en su boca, y sus ojos idos en unos documentos. Parecía bastante tenso y concentrado pues ni siquiera levantó la mirada de los papeles y el computador.

—Es un pequeño juego— dijo, concentrado tecleando

No dijo mucho más. Estire mi mano, tendiendole el café y el no me presto atencion pues estaba perfectamente concentrado.

Me quedé como tonta, mirandolo atontada.

David podía ser todo lo malo que yo dijera; pero algo que no podía poner en duda era que el cabron sabía lo que hacía.

Llevaba la parte legal, contable y de marketing de la empresa. Dejándole a mi padre los negocios, juntas y la mayoría de los viajes. Esto porque David prefería estar encerrado en la oficina que lidiar con la gente. Era increíblemente bueno en su trabajo. Era un maldito genio y no estaba segura de si me gustaba su físico, inteligencia o ambas.

El idiota tomó el café después de dejarme con la mano estirada dos minutos.

Jodido imbécil

—Vete ya, necesito que termines lo que te pedí hoy

Me acerque y tome el cigarrillo de sus labios, permaneció inmóvil e indiferente ante esto como todas las veces que lo hacía, me senté frente a su escritorio y el di una buena calada.

— ¿Tienes más trabajo para mi? — sonreí con arrogancia—Ya terminé todo lo que pediste

Si se sorprendió no lo demostró, aunque si que demostró que era un idiota con su siguiente observación:

—Vaya, si no eres tan inútil después de todo—farfullo mirando el computador.

—No tienes que ser un imbécil siempre— rodé los ojos

—Un momento— levantó su dedo en señal de silencio

Me quedé ahí, mirandolo teclear hasta que de pronto se detuvo. Se echo para atras con su cara sería, aunque pude percibir el poco de alivio que tenía en sus rasgos.

Me miró, fruncio el ceño y estiró su brazo. Sus dedos rozaron desde la comisura de mis labios hasta el lugar donde estaba el cigarrillo de una forma tan lenta que llegó a ser incluso placentera.

No era normal, no era normal que mis hormonas explotaran de esa forma solo por esa pequeña acción, instintivamente cerré mis muslos con fuerza y solté aire por la boca más fuerte de lo que quería.

Pude percibir la oscuridad en los ojos de él. David se daba cuenta de cómo me afectaba y no hacía nada al respecto, ni siquiera parecía que le interesara y eso me molestaba más.