Capitulo 25: Destino

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Aviso:

Recuerdan que dije esta historia mostraría la razón y como murió Arger el día de su boda con Selene, quien no entienda y esto sea un spoiler, pueden leer: "Renacer" y entenderán. Pues este capítulo está dedicado específicamente a esa línea de tiempo para cerrar con la historia de este guardián.

Sin mas preámbulos, les dejo leer.

Una semana, ese era el tiempo que había pasado desde su regreso a su línea de tiempo, se aseguro de sellar nuevamente las puertas del tiempo, no podía permitir que nada raro pasara, había preparado cada cosa que necesitarían en un futuro, nadie mas aparte de Artemisa, su tía, conocía lo que sucedía, le dolía llenar a todos de ilusión, hablar de un futuro que nunca tendría, sabia perfectamente que si hablaba sobre lo que pasaría tratarían de romper con el destino y eso llevaría a dos posibles futuros, el primero la muerte de toda la descendencia de la reina Serenity y Chronos, la segunda la destrucción de su línea temporal. Era por ese motivo que prefería aceptar su destino en silencio y no sacrificar vidas innecesarias.

Cerro la caja de cristal dejando en su interior una replica de su llave del tiempo, no permitiría que la original fuese tomada y usada por algún enemigo, Atlas despertaría en un momento exacto del futuro, buscaría aquella llave, no podía permitir que estuviese en sus manos. A diferencia del resto de sus amigos no pensaba regresar una vez más, tener una vida distinta para luchar nuevamente, no quería que Selene intentara estar a su lado guiados por ese amor condenado, odiaba que nunca pudiese ser plenamente feliz junto a ella. Se dejo caer en el sillón mirando al techo, en ese momento le hubiese gustado un consejo de su padre.

– Últimamente pasas mucho tiempo meditando aquí. – Sonrió al oír la voz de su hermana, Serena cerro la puerta tras ella mirando con cautela a su hermano mayor. - ¿Qué pasa? Siento que me ocultas algo desde que has llegado.

– Quiero que Selene sea feliz. – Aquellas palabras confundieron a la peliplata. – No quiero que Selene sufra nuevamente, siempre nos pasa eso, en cada vida.

– Nos hemos asegurado de que nada ocurra, tu última misión fue un éxito. – Un suspiro escapo de sus labios, no quería que su hermana supiera mas de lo necesario y eso afectara de algún modo sus formas de vida y la paz que habían logrado. - ¿Hermano?

– Si, solo estoy nervioso, mañana es la boda. – Serena no quiso indagar más, conocía tan bien a su hermano que estaba segura escondía algo. - ¿Te puedo pedir algo?

Asintió levemente, solo esperaba que su petición fuera un viaje algún lugar lejano como regalo de bodas y no otra cosa.

– Si algo llegase a pasarme no uses el cristal de plata, deja que el flujo siga su curso. – Allí estaba su respuesta, su hermano temía por su vida, eso solo significaba que, aunque la misión fue un éxito algo cambio que amenazaba su existencia. Aunque le dolía el tener que cumplir aquella petición tuvo que aceptar, no podían romper el flujo de la vida. – Tu yo de ese tiempo es temerosa, más que tú, tiene dudas de su propio poder.

– En algún momento yo también lo tuve, pero tenía personas apoyándome, sé que ella igual solo que tendrá que aprender a verlo. – Serena se recostó del hombro de su hermano. - ¿Nos veremos de nuevo?

– Quizás si o posiblemente no, la vida es aleatoria, el destino en particular. – Beso la mejilla de su hermano antes de salir de la habitación, aun no lo perdía, pero ya sentía que una parte importante de ella se había ido para siempre. Arger se limito a seguir en aquella habitación llena de recuerdos, agradecía que ese día Selene se hubiera ido con Diana para una salida de solteras, como su cuñada lo había catalogado, en cambio él solo deseaba quedarse y descansar, nadie se atrevió a proponerle lo contrario, desde el día que había llegado todos notaron algo diferente, llegaron a pensar que la boda seria cancelada, que quizás se habría enamorado de alguien más, pero no fue así, en cambio decidió adelantar una semana su unión, quería darle a la mujer que amaba la felicidad de ser su esposa aunque en cualquier momento llegaría él a equilibrar la balanza. Decidió tomar el violín que su padre una vez toco e intentar tocar una pieza sencilla, quizás de aquella forma sus sentimientos serian expresados en forma de notas musicales entre las cuatro paredes que lo mantenían seguro.

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