Capítulo II: Gris

183 18 18
                                    

3 años antes

Después de la última vez que supo de ellas nadie volvió a mencionar a las guardianas de la luna plateada. En Kinmoku las cosas marchaban con normalidad y el recuerdo de las últimas batallas solo fue un momento en su historia que nadie quería volver a mencionar. Con el paso del tiempo la princesa Kakyuu fue conociendo pretendientes que eran considerandos actos para ser su cónyuge, pero ella aún no encontraba a esa persona que hiciera su corazón latir con fuerza o al menos eso pensaban, fue por ese motivo que el consejo llegó a una clara decisión, su esposo sería quien ella escogiera siempre y cuando fuese de confianza, con el paso de los días la presión era aún mayor hasta que finalmente logro reunirse con sus tres guardianas principales. Ese día Fighter mostraba unas grandes ojeras y cansancio, nadie sabía que le ocurría y llegaban a pensar que estaba enferma, sin embargo solo Kakyuu conocía el motivo, su mejor amiga pasaba por pesadillas y al mismo tiempo hermosos sueños que no lo dejaban dormir, sueños de los que ambos desconocían su significado.

- ¿Sucede algo princesa? - Healer hizo una reverencia seguida de sus hermanas, sin embargo se sorprendió al ver que Maker volvía a ser Taiki, Fighter era la única que conocía el motivo de su hermano.

- El consejo me obliga a casarme, pero la mayoría de los jóvenes que han traído son personas que están llenas de ambición, no deseo que mi reino sufra. - Sus palabras fueron más que suficientes para que Healer entendiera el motivo de Taiki, el castaño se mantenía de brazos cruzados a su espalda. - Taiki y yo vamos a comprometernos.

- ¿Qué? Pero...- La peliplata observó a Fighter, ella parecía ida en sus pensamientos. - ¡Taiki ama a la señorita Amy Mizuno! ¿Cómo vas a casarte amando a otra?

- Puede ser. - Está vez fue Taiki quien intervino silenciando a su hermana. - Pero mi deber está por encima del amor, además Healer no pienso volver a la tierra y desde hace mucho tiempo decidí entregar mi vida a la princesa, ¿Crees que no puedo amarla?

- Taiki es diferente a nosotras. - La repuesta de Seiya causo un jadeo en su hermana menor. - Taiki no entrego su corazón y por lo que note comenzó a olvidar a Sailor Mercury hace algún tiempo, puedo ver su brillo diferente junto a nuestra princesa.

- Es una locura, estoy rodeada de locos. - Kakyuu suspiro al oír a su guardiana, no pensaba que ella actuaría así y eso le entristecía. - ¿Usted quiere a mi hermano?

Un claro sonrojo adorno sus mejillas, desvió la mirada sintiendo vergüenza pero justo antes de poder responder, Taiki tomo su mano.

- Sí, lo quiero no puedo mentir. - Taiki sonrió levemente al oír su respuesta. - Es cierto que en el pasado, cuando éramos niños quería ser la novia de Seiya, pero mi corazón eligió a Taiki.

- Procuraré hacerte feliz. - Healer se encogió de hombros, no podía seguir preocupándose por algo que parecía ya estaba decidido y ambas partes parecían felices. - Desde este momento entrenaré a mi reemplazo y dejaré de ser una Sailor para ser un caballero de Kinmoku como lo fue nuestro padre.

- Sí es así, entonces solo puedo sentirme feliz por los dos, ¿Fighter? -Los tres observaron cómo la guardiana cerraba los ojos cayendo inconsciente al piso. - ¡Fighter!

- ¡Hermana! - Taiki corrió a su lado, tomo su pulso sintiendolo débil. Kakyuu fue a las puertas abriendolas llamando a los guardias, quiénes al entrar observaron a la guardiana en el suelo respirando agitada. Taiki uso sus fuerzas para levantarla y llevarla a la enfermería, no entendía que sucedía pero su hermana cada día estaba más débil y eso comenzaba a preocuparle, no quería pensar que fuese algo grave pero tampoco podía ser idiota y hacer como si nada pasara.

Después de ese incidente el tiempo comenzó a pasar de una forma relativamente rápida, Fighter permaneció en observación durante más de un mes y en ese tiempo no despertó, su brillo era débil y Kakyuu temía por qué su estrella fallecería debido a su dolor. Taiki nunca pensó que una de sus hermanas caería de aquella forma tan extraña, pero después de mucho investigar supo que la razón provenía de su última batalla en el planeta, la energía oscura que golpeó el corazón de la guardiana aún seguía allí y era lo que causaba ese daño en ella, Kakyuu al saberlo uso el cristal del fuego para purificar su semilla estelar y erradicar aquel mal. Después de un tiempo Fighter volvió a despertar y recuperar el mismo ánimo y energía que la caracterizaba de toda su vida. Los preparativos de la boda eran supervisandos por Healer, quien deseaba todo fuese perfecto ese día.

Por orden de Kakyuu una invitación fue enviada a la tierra, esperaban que la princesa y sus amigas pudiesen asistir a su boda. Pero los meses fueron pasando y justamente al llegar la temporada de nevadas la princesa unió su vida a Taiki en matrimonio, durante el tiempo que pasó hasta ese día Fighter trato de ignorar sus sentimientos y centrarse en las cosas que eran importantes en el reino, pero durante la mañana sintió el poder de las guardianas de la luna, su corazón se agitó al pensar que ella estaría presente y podría verla, oír su voz una vez más. Todo fue diferente, las únicas que asistieron al enlace matrimonial fueron Michiru, Setsuna y Hotaru en compañía de Endimion.

La ceremonia estuvo cargada de emociones encontradas, nadie esperaba que Fighter entregará a su hermano y Yaten a Kakyuu, pero así lo había pedido la pareja real, durante la ceremonia Yaten trato de saber el porque el resto de las guardianas no habían asistido y para su sorpresa está vez estuvieron dispuestas hablar o al menos una de ellas quiso hablar con él, Hotaru fue quien se reunió con Yaten en privado, había burlado a su príncipe y amigas.

- ¿Qué pasa? - La guardiana veía por una pequeña abertura de la puerta esperando que nadie la hubiera seguido.

- Un error, todo es un error. - Corrió hacia el peliplata tomándolo de las manos. - Yaten no regresen a la tierra, por favor.

- Dime, ¿Qué ocurre? ¿Dónde están las chicas? - Hotaru soltó sus manos al sentir que alguien los observaba.

- Serena entrará a la universidad y las demás igual, hora ellas están en un campamento importante y no queríamos interrumpir sus estudios para venir. - Apretó con fuerza sus manos hasta que sus nudillos se volvieron blancos y las uñas clavadas en su piel lograban herirla. - Todo está bien en la tierra, en unos años la princesa se casará.

La puerta de la habitación se abrió, Endimion observo a la joven, quien solo reía levemente fingiendo divertirse con algún chiste de parte del peliplata.

- Es hora partir el pastel, Hotaru ven. - Miro una última vez a Yaten antes de seguir a su futuro rey, él solo observo la mirada fría del príncipe antes de alejarse. Golpeó la mesa cercana, necesitaba saber que pasaba en a tierra. Él no era impulsivo como Fighter, pero esa vez lo sería. Volvió a transformarse y corrió hacia el balcón cerro sus ojos sintiendo cada brillo de las estrellas hasta encontrar el que buscaba, una luz plateada la rodeo antes de salir disparada al cielo en forma de estrella fugaz. En ese instante que su brillo cruzo el cielo, solo Kakyuu y Taiki lograron sentir lo que había sucedido.

Lejos de Kinmoku, a las afueras de Tokio Haruka caía de rodillas perdiendo su transformación, las heridas de quemaduras ardían causándole un dolor inmenso, recordaba a su koneko y tenía miedo por ella. Recordó el futuro Tokio de cristal, ahora entendía el porque ella no existía en esa época. Sus ojos se cerraron al sentir nuevamente el golpe de poder en su espalda, solo deseaba que alguien le ayudará, por una vez deseaba ayuda, no quería morir.

✨✨✨✨✨✨💫✨✨✨✨✨✨

Hasta aquí dejo el capítulo, gracias por sus comentarios, posiblemente actualicé mañana luego de dejar el final de "renacer" no estoy segura pero trataré, ya tengo pensado como será el próximo y posiblemente empiece a escribirlo hoy.

Nos leemos pronto 😁

SnowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora