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[𝘙𝘦𝘤𝘰𝘮𝘦𝘯𝘥𝘢𝘥𝘰: 𝘚𝘵𝘦𝘷𝘦 𝘓𝘢𝘤𝘺- 𝘋𝘢𝘳𝘬𝘴𝘦𝘪𝘥 𝘙𝘦𝘥🍷]
Los días habían pasado, la platica se llevó a cabo y Horacio logró descubrir tantas cosas de sus pequeños que no sabía, era más que obvio, los padres no siempre deben de saberlo todo y si saben algo se debe mantener en secreto, sin importar que sea (siempre y cuando no dañen a terceros)
Aunque no todo había salido tan bien, ese mismo día cuando Jack llegó a su casa, la primera persona que le recibió fue Navier, su princesa. Ella mantenía una mirada seria y sin intensiones de darle atención, todo lo contrario a su padre, que trataba de hablar con ella, hasta que la insistencia fue tan grande que platicaron ellos dos.
Ahí Jack aprendió dos cosas: una, su pequeña no era tan pequeña, sabía cosas que si se enteraba Horacio ese sería el fin de su matrimonio, y dos, era igual o peor que Gustabo cuando se trata de manipular, aunque bueno, tampoco es como si no se lo mereciera.
Nuevamente mas de una noche en donde ni Jack ni Horacio durmieron juntos, las camas separadas ya había sido algo tan común en esa familia que ya a nadie la parecía extraño.
Un día nuevo llegó, uno que promete mucho, tan tranquilo, sin gritos de sus pequeños, sin risas desesperantes de la gente de afuera, solo paz, mucha paz para nuestro hombre de cresta.
Se levantó nuevamente, como la rutina que era de la cama, colocándose sus pantuflas de conejo, algo tiento ya que su pijama era el conjunto de una playera blanca junto con sus pantalones de igualmente blanco color, pero en estos mismos tenía una pequeña bola de un material suave en su retaguardia. Un regalo de Gustabo, lo normal
Salio de su habitación y fue a la de sus pequeños, tocando tres veces y abriendo la puerta después de unos segundos, notando que la habitación de su hijo más grande estaba desordenada, y como no, eran las cinco de la mañana y ellos jamás se despertaban a esa hora. Por otra parte, el de su pequeña aunque igual decía desordenado, no eran tanto ya que siempre tuvo la manía de ordenar todo antes de dormir y no tener tantas responsabilidades en la mañana. Un buen truco.
Cerro la puerta de sus pequeños y fue caminando lo mal tranquilo del mundo escaleras abajo, escuchando como en la sala había un tanto de ruido proveniente de la televisión, no prestándole tanta atención. Fue directamente a la cocina, esa vez no iba a hacer algo sumamente grande, sino algo suave y liviano para sus pequeños y para él. Total, no había nada que le impidiera ello.
Al llegar a su lugar de paz, fue directamente a el refrigerador, sacando lo que eran varios huevos y jitomates, para depaues cerrar el aparato y dejar los ingredientes en la isla de la cocina, llendo hacia el almacén para sacar una bolsa sellada de arroz, aceite vegetal y un sasonador para su obra culinaria. Dejo todas esas cosas en la misma isla, y fue hacia los estantes de abajo, sacando un sartén y una olla un tanto grande.
[🍷]
Mientras hacia todo eso, no pudo notar la mirada directa en su cuerpo, una mirada que notaba desesperación y seriedad, una figura estaba de brazos cruzados en la puerta de ese cuarto, pero vaya que estaba hecho un desastre.
Un gran deja vú.
Esa figura se acercó a paso lento hacia él, quedándose en una distancia considerable, pero manteniéndose en su propio mundo con una mirada cansada y bastante desarreglado, ya que a pesar de que su cuerpo estaba ahí, su mente no. Se encontraba escuchando música un tanto "extraña" a su parecer, pero vaya que describía más que bien su vida o su momento.
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Camas Separadas [Jackacio]
Romantik¿Que pasa cuando el amor es separado en dos? Simplemente ya no existe como tal. Horacio lo sabía, y no sabía cómo actuar... Solo le importaba la integridad de sus hijos sin importar que cada noche después de trabajar, su querido esposo se revolcaba...