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Nuestro superintendente se encontraba saliendo de comisaría, haciéndose notar algunas miradas de desaprobación, indiferencia y enojo de algunos de sus oficiales por lo que había hecho, y vaya que ma comisaria se había dado cuenta, una vez más de la fechoría que hacía su superior en su despacho.

Caminando tranquilo para llegar a el estacionamiento, una llamada llego a su teléfono, por lo que con enojo y frustración cogii el teléfono y contesto la llamada sin ver quien era.

— 《¿Quien coño habla?》

— 》Habla tu maldita jefa tarado《

— 《Joder... Michelle, no estoy con los cojones católicos como para oírte hablar y quejarte de como estoy controlando a mi malla》

— 》No, no te llamo por eso que incluso así fuera, te permitiría colgarme 《

— 《¿Entonces? ¿Para que coño me hablas? 》

— 》Los superiores me han pedido de encargo que te preguntara algo, Nada fuera de lo común《

— 《¿Y qué es? 》

— 》Jack, ¿dónde está Horacio?《

Que putada, vaya que la gente no podría estar en paz sins aber un solo detalle de su vida privada, aunque eso no era lo único que lo molestaba, sino que, ¿por qué los altos mandos deseaban saber eso?

— 《¿Para que coño quieren saber eso? No es de su incumbencia del donde este Horacio 》

— 》¡Te estoy dando una orden y debes de cumplirla de una buena vez! ¿Donde coño esta Horacio?《

— 《¡No es de tu incumbencia ni el de nadie! ¡Horacio no está y no tengo necesidad de informar eso! Así que, puedes decirles de mi parte a los altos mandos que se vayan a tomar por culo.》

Y sin más, colgó la llamada, apagando su teléfono con una clara molestia en su rostro, aunque nadie podría verle ya que estaba en su auto manejando un poco, buscando a su familia

— Por que coño están buscando a Horacio? Quienes se creen estos imbeciles por meterse ahora en mi nueva vida personal.. Malditos superiores, que les jodan

Su enojo se mantenía firme, ¿por qué la necesidad de buscar a su esposo? Nadie podía buscarme sin su supervisión, ya que el estaba consciente de todo lo que hacia últimamente, y recordanso en el pasado, ninguna llamada se le pasó por encima, todas las supervisaba sin que su esposo lo supiera, era más que obvio

Llego a la playa, cerca de los restaurantes que se mantenían cerca del mar, por lo que se colocó sus lentes oscuros y se remango las mangas de su camisa, saliendo como siempre, con una mirada asesina

— Horacio mi amor... ¿donde mierda estas?

Y su vista logró encontrar a aquel chico de radiante sonrisa y pómulos naturalmente sonrojado sutilmente

Pero algo estaba mal.

Esa sonrisa no era por él.

Era para alguien más.

Su enojo incrementó, a lo que le llevó a caminar más rápido y con prisa hacia la dirección en donde estaba su esposo, y ahora que analizaba podía ver a su cuñado, Gustabo, y a un chico, alguien que no reconocía por completo, pero ya era un obstáculo en su camino al ver lo que le provocaba a su Horacio

Y en lo que Jack se acercaba a Horacio, nuestro niño se mantenía aún en un shock, aunque las lágrimas seguían cayendo por la emoción que transmitió rápidamente.

Se levantó de la silla y fue corriendo a los brazos de aquel joven, ya casi veinticinco años de su partida y vaya que ahora se alegraba por completo de su estadía

Camas Separadas [Jackacio]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora