El Shota Ya Era Legal

Capitulo 2.- Niño desconocido (1)

Todos los miembros de la mansión era muy blandos de corazón, se podría decir que eran muy parecidos a su dueño.

Incluso en medio de la noche, nadie se quejó de la aparición de un huésped no invitado. Más bien, los sirvientes se reunieron en grupo para ver su condición y derramaron lagrimas.

"Ah.... Ese niño es.... "

"Uh-huh, eso es suficiente para ser retenido...."

"Hick. Me da mucha pena. ¿Qué hizo mal el chico?"

La expresión del niño se volvió sombría, tal vez estaba molesto por todas las miradas compasivas. Cuando se puso a mirar a su alrededor, todos asintieron al mismo tiempo con una cara de complicidad.

Cuanto más lo hacían, más arrugaba la frente el niño como si todo esto fuera ridículo. Lara sonrió avergonzada mientras giraba la cabeza.

De repente, se le vino a la mente un perro de caza que custodiaba la puerta trasera de la mansión.

No lo crie desde que nació.

Hace un año, Lara se encontró accidentalmente con un sabueso al pie de la montaña.

Él, que parecía haber sido abandonado, estaba muriendo después de ser  atrapado por una trampa para jabalíes. Se acercó para salvarlo, pero gruñó mostrando sus colmillos.

Era un tipo feroz que no perdió su temperamento ni siquiera cuando se estaba muriendo. Después de muchos giros y vueltas, el rescate tuvo éxito, pero la mano de Lara quedo herida y con mordeduras.

Las marcas de las heridas aún permanecen en sus manos. Ahora la sigue mejor que nadie, pero en aquella época era muy difícil de domar.

Quizás la personalidad de este niño era similar a la del sabueso.

'....Tal vez él sea un poco más duro. ¡Ah! Este no es el momento'.

Habiendo despejado su mente, Lara agarró la mano del niño y se dirigió afanosamente hacia el comedor.

A lo largo del pasillo, los ojos del niño viajaban por todo el lugar.

La mayoría de las exhibiciones, como las armas y armaduras, exudaban el aroma de Ador.

Las comisuras de la boca de Lara se levantaron cuando miró de reojo al niño. Entre ellos, la armadura que había hecho por si misma también era exhibida, por lo que estaba orgullosa.

En la mesa a la que llegaron, ya se había servido comida para dos personas. Sopa suave para la digestión, pan pequeño de la mañana, ensalada de verduras blandas, etc.

Lara expresó su gratitud al chef que de buena gana salió con pijama.

"Nora, siento haberte despertado mientras dormías. Gracias por la comida".

"Ho-ho. Siempre estoy feliz si lo disfrutas. Entonces, disfruta de la comida. Oh, eso también va para el niño de ahí".

"Sí, buenas noches a ti también".

Lara lo despidió con todo su corazón, pero el niño ni siquiera respondió. Lara no le regañó porque era natural desconfiar del primer lugar al que llegaba.

Sin embargo, le dijo al niño que miraba fijamente la larga mesa como si estuviera disgustado.

"Vamos a sentarnos".

"....."

El niño, que llevaba un rato reflexionando, arrastró la silla en silencio. Sentándose frente a él, Lara empujó el plato humeante hasta el final.