Capitulo 40.- Segundo nombre (5)

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'Dragón....'

Un dragón de escamas azules, que solo se veían en los libros, custodiaba una enorme puerta. Su cuerpo estaba envuelto en cadenas negras, pero su tremenda presencia suprimía su entorno.

Abrumada por la dignidad, Lara se olvidó de respirar. Se sintió igual cuando vio las llamas azules del Marqués Dyke por primera vez, no, incluso era una fuerza mayor.

El dragón miró a Lara con sus misteriosas pupilas verticales.

Humano. No entrar. No puedes.

Como humana, estaba horrorizada por su incomparable presencia. Sin embargo, Lara sintió una energía familiar al mismo tiempo.

La punta de su nariz estaba extrañamente fría.

'Una sensación cálida y nostálgica....'

Era como haber encontrado algo perdido o recordar un sentimiento nostálgico que había olvidado. No, no hay tiempo para disfrutar de una apreciación más pausada.

Lara se apresuró en decir.

"Señor Dragón, soy Laranoa Van Dyke. He venido por el fuego. Por favor, restaure la herrería de los enanos a su estado original".

Todos. Morir. Dyke....

Clank, clank, clank.

Mientras el cuerpo del dragón temblaba de ira, las cadenas se sacudieron junto a él

¡Dyke!

Lara se tapó los oídos con ambas manos ante el rugido desgarrador. El dragón escupió resentimiento con una voz profundamente furiosa.

Somos los tuyos. Nosotros creímos en lo que dijiste. ¡Todo!

'¿Nosotros?'

Lara miró a su alrededor en busca de una referencia. Sin embargo, todo lo que podía ver desde este lugar, que estaba rodeado de una tenue niebla, era el dragón frente a ella y la puerta oculta detrás de él.

El dragón continuó diciendo palabras incomprensibles.

Nuestro poder. Codicioso. Tú. No puedo perdonarte.

'¿Codiciar poder....?'

Whoosh.

Mientras el suelo temblaba violentamente por la ira del dragón, Lara apenas se agarró para evitar caer.

En ese momento, pudo ver algo azul cubriendo el cielo a la distancia. No eran nubes oscuras, sino una bandada de mariposas azules que se acercaban a una enorme velocidad.

Los ojos de Lara, que dejó de respirar, se agrandaron. Eran como la bandada de mariposas que se pegaron al pequeño Escal hace un año.

Boom.

De repente, con un enorme terremoto, el cuerpo del dragón se enredó aun más entre las cadenas. La bandada de mariposas azules volaron en un instante, incluso antes de que Lara pudiera tomar medidas sobre la situación, y cubrieron el cuerpo del dragón.

Sangre negra fluyó desde las escamas azules, y un rugido sonó alrededor.

"¡No! ¡Paren!".

No podía limitarse a mirar, así que Lara trató de ahuyentar a las mariposas de alguna manera. Pero cuando no funcionó, sacó una daga de su pecho e intentó cortarlas.

Sin embargo, las mariposas ni siquiera podían ser cortadas, como si fueran una ilusión. Lara jadeó y blandió la daga con locura.

Bum.

El Shota Ya Era LegalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora