El Shota Ya Era Legal

Capitulo 54.- Prisión encantada (4)

"Bienvenida, Marquesa Dyke".

"Princesa, gracias por invitarme".

"Estoy más que agradecida. Por cierto, su rostro tiene mejor aspecto que en la última fiesta. Debe estar pasándolo mejor en el Castillo Dyke".

Como era de esperar, fue Lorna quien saludó primero a Lara. Se sentó en la parte superior de la mesa a la hora del té como si fuera algo natural y sonrió amablemente.

Lara respondió con cortesía ante la hospitalidad recibida. Aunque seguía sintiéndose incómoda al ser el centro de atención de las damas que estaban a su alrededor, tiró de las comisuras de su boca hacia arriba.

Sin embargo, ¿quien bajo el nombre de Dyke no podría ser el centro de atención? No podía perjudicar a Escal ante este tipo de situaciones inútiles.

Como era de esperar, Lorna planteó varias preguntas como si intentara hacer alarde de su amistad con la familia Dyke. La mayoría estaban relacionadas con Heizen y su propia boda.

"El vestido que está usando el día de hoy es muy bonito. ¿Quién es el diseñador que diseña todos sus vestidos, Marquesa Dyke? Cuando te vi en Ador la última vez, tu vestido de novia también era muy lujoso y bonito".

"Oh, yo...."

Lara, que intentaba responder, no supo qué decir. La boda se celebró en Ador, pero ella no participó en la elección del vestido ni en nada más.

A pesar de seguir la tradición de Ador, Escal fue el que organizó todo. Lara simplemente asintió con entusiasmo mientras revisaba los documentos que había preparado o miraba los objetos.

La mayoría de ellas tenían nombres que eran difíciles de leer y de pronunciar. Más tarde, descubrió que también eran obsequios costosos que le dejaron con la boca abierta.

Sigue siendo lo mismo ahora.

'....He dependido demasiado de Escal'.

En ese momento, no lo sabía porque estaba muy ocupada, pero se sintió un poco avergonzada. Lamentó ver a Lorna preparándose activamente para su matrimonio con Heizen.

Escal trató de cuidarla tanto como fuera posible. Era más sincero que sus hermanos locos.

Ahora estaba acostumbrada al sabor de los panqueques de suflé que le daba. El mayordomo y los cocineros estaban asombrados, pero Escal siempre se aseguraba de traer los platos por si mismo.

"¿Marquesa Dyke?".

"Lo siento....No me acuerdo bien".

Las damas inclinaron la cabeza mientras miraban a Lara, que había dudado. No importa lo ocupada que esté, ¿no es la única boda en la vida?

Las damas nobles no podían creer que Lara no pudiera recordarlo. Ni siquiera habían pasado unos años, sino sólo un par de meses. Además, era extraño que ni siquiera supiera el nombre del diseñador del vestido que usaba ahora.

Aunque todas mostraron una mirada curiosa, no estaban dispuestos a preguntar. No había ninguna persona que quisiera ir en contra de las acciones del Marqués Dyke por nada.

En ese momento, una joven señorita preguntó cuidadosamente.

"Por casualidad, ¿no preparó su vestimenta usted? Hace poco me encontré con el Marqués en la boutique de Irene Horrietton".

"Oh.... Así es. Probablemente ahí fue confeccionado el vestido".

¿Probablemente?

Las damas intercambiaron miradas entre sí. Al inferir la expresión y respuesta tímida de Lara, solo había una respuesta posible.