El Shota Ya Era Legal

Capitulo 53.- Prisión encantada (3)

Después de la comida, los dos se tomaron de la mano y caminaron por la playa. Lara aún se sentía incómoda al respecto, por lo que trató de apartar la mano. Sin embargo, falló repetidamente. Escal no quiso soltar su mano.

"Escal, mira allí. Hay una caracola de aspecto interesante".

Lara, quien sacó una excusa tonta, se precipitó hacia adelante. Escal ni siquiera tuvo tiempo de contestar.

Tack, tack.

Entonces Lara, que tenía los pies torcidos, tropezó estrepitosamente y levantó ambos brazos en el aire mientras se balanceaba bruscamente.

"¡Estoy bien, así que no vengas! ¡Puedo hacerlo sola!".

Lara apenas logró mantener el equilibrio mientras gritaba, por lo que giró su pesada cabeza. Escal la miraba con los brazos cruzados.

Al ver su mirada descontenta, de alguna manera sentía que debía disculparme. Cuando Lara dijo que lo sentía con un murmullo apresurado, Escal suspiró.

Con una mano en el aire, le hizo una seña para que se acercara a él. Cuando Lara dudó, Escal se acercó un paso.

"Ugh".

Lara, que se agarró la nariz de repente, lloró.

"Me duele".

"Ten cuidado. No te golpees, ni te caigas. Mira hacia dónde vas cuando des vueltas".

"Sí, sí. Lo haré. Lamento haber sido imprudente".

Cuando Escal la soltó, Lara se frotó la nariz roja con fuerza. Pero en ese momento, la mano de Escal se acercó nuevamente.

Asustada, Lara se estremeció sin darse cuenta.

'¿Me vas a molestar otra vez?'.

No hubo dolor. A diferencia de hace un rato, sólo las yemas de los dedos tocaron su nariz y el frescor se extendió. Lara pensó con ligereza que Escal se había olvidado de ponerle magia de recuperación, pero lo había recordado y volvió tener el mismo hábito de antes.

Escal, que bajó lentamente los brazos, giró la cabeza y miró el mar. ¿Es una ilusión? Su perfil lateral se veía más pálido que antes.

Bueno, ha pasado por muchas cosas últimamente. Lara, preocupada por él, preguntó con cuidado.

"¿Deberíamos volver a descansar?".

La mirada de Escal volvió de nuevo a Lara. Con una sonrisa somnolienta, le pasó el brazo por los hombros en lugar de responder.

Lara caminó a lo largo de la orilla en los brazos de Escal. Su aroma, combinado con el olor del mar, fue calando en lo más profundo de sus pulmones.

Tak Tak.

El sonido de las pisadas en la arena. El cielo teñido con los colores del otoño y el mar azul debajo eran muy bonitos. El castillo Dyke está lleno de cosas realmente hermosas.

La mirada de Lara, que lentamente miraba a su alrededor apreciando cada cosa que había, alcanzó los ojos de Escal. Como si hubiera estado esperando, el hombre que le había estado mirando fijamente, dijo:

"Lara. ¿Tienes frío?".

"No, en absoluto".

"Entonces, ¿por qué estás temblando así?".

"Eh... ¿lo hice? No tengo nada de frío, estoy bien".

Lara se rascó la mejilla avergonzada por no haberse dado cuenta ella misma. Acto seguido, Escal le besó la frente y la abrazó fuertemente con ambos brazos.