Capítulo IV: Siempre piensas que le puede pasar a otro.
El sol amenazaba con derretirme completo. Sin duda que el clima de los Ángeles era realmente extraño. Cubrí mi frente con la palma de la mano para protegerme de los rayos que me dejarían ciego, hasta que escuché el claxon del Pontiac -otro de los autos de mamá-.
Abrí la puerta del copiloto y me encaramé dentro.
No dije nada.Reachel me miró furtivamente y supe de inmediato que sabía lo de hoy.
-Adam ¿Tienes algo que quieras decirme?.- Dijo.
-¿Hola?.- Bromeé y puse media sonrisa. Ella alzó las cejas y condujo por toda la Cuarta calle principal.
-¿Algo más?.- Insistió.- Algo relacionado con la escuela?
Ladeé la cabeza y fruncí los labios tratando de evadir la respuesta a esa pregunta.
-Hoy supimos que la fuerza gravitacional está unida a cierta clase de tiempo y espacios.- Respondí con una sonrisa forzada.
Reachel me miró de reojo y frunció el entrecejo.
-Al parecer llamaron hoy de la escuela diciendo que te aplicaron un doble castigo. ¿Te gustaría decirme que pasó?.- Me miró.
Reí con histeria, nervioso.
-¿Y qué les dijiste?.- Pregunté con un hilo de voz ignorando la última pregunta.
Ella mordió su labio inferior y lo soltó de momento.
-Les dije: "no puede ser él". Pero se dirigieron a un tal Alex Hinoris. ¿tú sabes algo, Adam? O ¿Alex?.
Entrecerré los ojos un poco y mordí el interior de mi mejilla.
-Por favor, no le digas a mamá.- Imploré.
Ella me miró de reojo mientras yo ponía mi mejor mirada de complacencia que tenía. Una mirada ridícula. Reachel sonrió al notar los efectos de la mirada de cachorrito que rara vez usaba y aprovechó para revolverme el pelo mientras giraba en la esquina de Gridfoord Travel.
-Sólo por una vez.-Condicionó.- Te salvaré una vez más el pellejo.
-Sabes que no sólo será una vez.
Ella suspiró al aire y siguió mirando el camino.
-Sé que no.
Era en estos momentos en los que me alegraba de tener a Reachel para confiar, a pesar de que nunca comprendería como me podía sentir, ella estaba allí para hacer su mayor esfuerzo.
Mordía la goma de mi lápiz, mientras trataba de resolver estas ecuaciones de trigonometría.
Saqué aire y bajé la cabeza en señal de rendición.
-¿Problemas con la tarea?.- Preguntó una voz claramente familiar.
Me erguí de inmediato en el respaldo y me levanté.
-P-Papá.- Dije sorprendido.
Él esbozó una perfecta sonrisa y me miró. Se veía elegantemente impecable, vestido con su traje negro y un moño vino.
-¿Por qué tan impresionado, Adam?.- Se acercó a mí y se sentó en la silla que había enfrente, yo lo imité y sonreí forzado.- ¿Se te hace raro ver a tu viejo?
-Un poco.-Respondí.- Sólo que casi nunca estás y eso.
Mi padre echó la cabeza para atrás y sonrió con eficiencia.
-Tienes razón.-Pausó.- Casi nunca estoy. Casi nunca le presto la atención suficiente a mi único hijo.-Yo diría que no necesitas más atención de la que ya tienes. - Susurró Alex en mi cabeza.
Alzó la cabeza y me apuntó con el índice.
-Pero eso cambiará hoy, hijo. Porque te tengo una sorpresa.- Se levantó con aire de suficiencia.
Mi padre era así, al menos la mayoría del tiempo, creyendo que las cosas que me impresionarían casi nunca tienen ese efecto.
-Y de qué sorpresa se trata?.- Pregunté sin mucho entusiasmo mientras ponía de nuevo la goma mordisqueada entre mis dientes.
-Un tour por los Ángeles.- Anunció.
Parpadeé complejo y sorprendido.
-¿Un tour?.- Dije.- ¿Significa que puedo salir de ésta casa?.
Me levanté extasiado y sonreí. Hacía ya tiempo que quería salir pero mamá me había advertido que personas como yo no se pueden dar ese lujo sin la compañía necesaria.
-Claro.- Respondió, mientras extendía los brazos y corría a abrazarme.
Me estrechó y acarició mi nuca, mientras yo luchaba por respirar.
-Lo que sea por ti.
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A mi pequeña tercera persona(Yaoi/GAY)
Teen Fiction-"En cierto modo me arrepiento de mi memoria por mantenerte en mente" -Es el verso de una canción, no?. -Sí y no sabes como me identifico. -¿Alguna vez no has sentido que cuando hablas con esa persona que te gusta, todas las canciones de amor tienen...