Capítulo V: Percepción frente a realidad.

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Capítulo V: Percepción frente la realidad.

Hacía ya el viernes por fin, nunca creí estar tan cansado de esta semana pero no me podía quejar.

-Ya levántate.- Escuché del otro lado de la puerta mientras Reachel tocaba.- Dormilón.


-Ya voy, ya voy.- Murmuré levantándome.


Hacía frío por el aire acondicionado y porque con lo único que había dormido era un par de boxers; rápido me coloqué unos jeans rasgados que encontré en el suelo y una camisa color azul desabrochada.

-Buen día.- Dije casi gritando al entrar al comedor.


Mamá estaba sentada comiendo una tostada y Reachel parada en la barra.
-Wow ¿Quién es ese joven tan apuesto y feliz?.- Dijo mamá dando un mordisco.


Me senté del otro lado de la mesa y ansioso comencé a comer todo lo que encontraba a mi paso. Hoy era viernes, ya podía cantar It's Friday en paz.


-Dice tu padre que te está yendo bien en la escuela.-Continuó.


-Sí, creo que sí.- Miré de reojo a Reachel y ella me devolvió la mirada cómplice que mamá no logró notar, gracias al cielo.

-Me alegro mucho, cariño, sé que es duro vivir así. Tienes que saber que tu padre y yo lo damos todo por ti.

Al momento en que lo dijo entró papá atiborrado con un paquete de papeles, seguro guiones.

-Buen día.-Dijo dejando el papeleo en la mesa.
Saludó a Reachel con un movimiento de cabeza y se acercó para besar a mamá. Me gustaba cuando se besaban o abrazaban porque me hacía sentir afortunado que en circunstancias como estas mis padres no se hayan separado por culpa de todo el stress de este mundo que compartíamos; ellos lo eran mi todo a medida que avanzaba como persona. Muy cursi, lo sé, a pesar de todo también tenían sus bajas respecto al relacionarse con otras personas, digamos que.... No de esta clase social y eso me avergonzaba un poco de ambos, no es que fuesen arrogantes ni nada pero solían portarse extraño frente a otras personas.
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Aquella mañana mamá decidió que me llevaría a la escuela. Estacionó su Audi en el mismo lugar donde siempre se paraba Reachel.


-Bien, ma.-Dije tomando mi mochila por los tirantes y poniendo un pie en el pavimento.


-Te acompañaré, Adam.- Respondió bajándose del auto.


Me erguí de inmediato y cerré la puerta para que mamá activara los seguros.

-¿Vas a entrar?.- Parpadeé perplejo y convenciéndome cada vez más de que era una muy mala idea. Ella afirmó con la cabeza y caminó tomándome de la mano, que más vergonzoso no podía ser, mientras me jalaba por la acera.

-Enserio no es necesario.- Rechiné los dientes, ella me miró detrás de sus grandes gafas Channel.

-Siempre he querido llevarte de la mano a la escuela desde que eras niño, dame esa oportunidad.

Entramos a la escalinata, y notando esa sensación que ahora me parecía tan familiar con más de una mirada posada en mi nuca, estaba seguro de que la vergüenza se salía por cada uno de mis sonrojados poros y que a mamá no le importaba.

-Miren, es el bebito.-Grito alguien seguido por millones de risas que sonaban cada vez más en mi cabeza. Pedí que me llevara la tierra y nunca me dejara salir.

-¿Necesitas a tu mami, nene?.- Dijo otra voz a lo lejos.
Seguí caminando, ahora yo con la delantera hasta que noté que habíamos llegado a mi clase.
El señor Fonart estaba parado del otro lado del cuarto, me miró con el ceño fruncido y caminó con paso lento.

A mi pequeña tercera persona(Yaoi/GAY)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora