La Cadena Del Destino (NanonChimon, KristSingto, Offgun, OffKrist)

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- ¿Por qué mencionaste a P Tay? – en cuanto ingreso a la habitación que se les había concedido para pasar la noche, Gun fue abordado por su hermano, quien desde que no lo vio tras ellos intento regresar, sin embargo, Nanon se lo impidió, nuevamente, por lo que cuando lo tuve frente a él no dudo en cuestionarlo - ¿Qué tiene que ver él aquí? – era evidente por el tono de voz de Chimon que aún le tenía rencor al moreno.

Gun tenía dos opciones en ese momento, contarles todo lo que Tay le confeso en el baño o simplemente callar, porque era justo que el también tuviera sus propios secretos, después de todo, su hermano había contacto a sus espaldas a Krist y Off para que lo ayudaran a buscar a Nanon e incluso dudaba de Ohm, pero no le tuvo la confianza suficiente para de hablar de ello con él.

- ¿Están hablando de Tawan Vihokratana? – aquella fue la primera vez desde que los cinco se habían reunido que Krist hablaba, a pesar de estar feliz de tener a sus amigos cerca, aún tenía una sensación de irrealidad, como si estuviera en un sueño y que pronto terminaría despertando y regresando a la cruda realidad - ¿Es ese Tay? – ahora formulo la pregunta directamente a su esposo, quien asintió con la cabeza.

- ¿Lo conocen? – ahora era Nanon quien estaba intrigado porque no sabía que su Kitty y Off conocían a un hombre tan fuera de lo común.

- Podría decirse que es un amigo mío de la infancia – dijo Off encogiéndose de hombros dando a entender que no hablaría más de ese asunto.

- Fue a él a quien le pedimos que los protegiera – dijo Krist en voz baja desviando su mirada a Gun, quien lo observaba detenidamente – Habían dado la orden de asesinarlos, nosotros no podíamos permitir que lo hicieran así que… - hizo una pausa porque comenzaba a sentir de nuevo una opresión en el pecho – Off se puso en contacto con Tay para advertirle…

- ¿Su forma de ayudarnos fue secuestrando a P Non? – Chimon exclamo enojado apretando los puños fuertemente - ¡Que ayuda!

- Chi… - Nanon trato de controlar a su prometido, lo último que necesitaban era terminar discutiendo, tenían que aprovechar al máximo los minutos de los que disponían.

- ¡No me callare! – le interrumpido le menor, lanzándole una mirada herida – ¿Tienes idea de lo mucho que sufrí al no saber de ti? Por mi cabeza no dejaba de pasar la idea de que terminaría reuniéndome con un cadáver… - Chimon se había negado a si mismo llorar hasta que no tuviera de nuevo a su lado a Nanon, se obligó a si mismo a ser fuerte hasta tener a su amado de vuelta, por lo que ahora que todo su ser entendía que por fin estaban juntos de nuevo, se sentía débil, por lo que comenzó a llorar.

- Lo siento – Nanon tomo a su prometido entre sus brazos y le dio varios besos en su rostro para tranquilizarlo, no habían tenido un momento intimo desde el día de la boda y sus almas les estaban exigiendo uno – Lo siento – le un beso en la frente – Te amo…

Krist observo la escena con envidia, le hubiera gustado haber nacido con una marca para ser amado de esa manera, no obstante, su realidad era otra, no solo se le negó amar libremente, sino que ahora estaba atado a una persona a la que quería, como a un familiar, pero no a alguien por quien sería capaz de morir.

Esa persona solo era Singto…

En cuanto a Gun y Off, ambos se sentían avergonzados porque al ver a esos dos demostrando abiertamente su afecto, instintivamente se miraron a los ojos, así que ahora los dos tenían la mirada en el suelo ya que a pesar de que se sentían dichosos de volver a estar en la misma habitación que su ser anhelado, aun había asuntos pendientes que les impedían lanzarse a los brazos del otro.

Si el que estuviera aquí fuera Singto yo no perdería el tiempo parado ahí viéndolo…

- Retomando el tema – Krist rodo los ojos por lo tontos que eran Gun y Off - ¿Qué tiene que ver P Tay con ese sujeto?
Off noto la indecisión de Gun, era bastante evidente que él no tenía ningún interés en compartir lo que sabía del heredero de los Vihokratana, pero estaba siendo presionado por la mirada de todos, así que de mala manera tuvo que aceptar hablar.