IV. She shines.

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Mi cuerpo estaba en forma de ovillo al lado de la pared, mi cuerpo estaba descubierto gracias a que Poché se había adueñado de mis cobijas, estaba amaneciendo y no sabía si era buena idea levantarme y prepararle un desayuno de cumpleaños o fingir demencia y flojera para no levantarme.

Opté por la primer opción, necesitaba pensar sobre lo acontecido horas atrás... y es que no había mucho que pensar, pero mi pasatiempo favorito era pensar en situaciones que pudieron haber pasado o que pude haber hecho diferente. Cómo el abrazo de anoche.

Al abrir la puerta, luego de que Poché huyó, cortó el pequeño espacio que había entre nosotras y me abrazó. Sus brazos rodearon mi cuerpo con fuerza y poco después la sentí llorar.

Al parecer, no quería estar en su casa porque no quería que su nueva familia la viera llorar el día de su cumpleaños, y es que su madre era la que la despertaba a la 01:38 de la madrugada, hora en que nació. Pero su madre había muerto, así que no había mucho que hacer, más que llorar. La invité a dormir en mi cama, le dije que aunque no éramos tan cercanas ella podía confiar en mí; aceptó.

Luego de una ducha y prestarle ropa, se metió entre mis cobijas y se quedó dormida, para cuando salí de mi baño, ella ya estaba nuevamente durmiendo. Apagué las luces y caminé a tientas hacia mi cama, se había acostado en mi sitio, así que intenté moverla, pero me gané un gruñido y que me jalara a su lado.

Su brazo me tuvo presa por un par de horas, aunque me quedé dormida pronto. Me desperté a la 01:50, debido a unos sollozos y la ausencia de un cuerpo a mi lado. Poché lloraba en mi baño, podía ver un poco de la luz debajo de la puerta, porbablemente estaba tirada en el suelo, junto a la puerta.

No sabía que hacer, al final me senté en el piso con el cuerpo recargado en la madera y canté el "feliz cumpleaños" durante treinta minutos. Hasta que la escuché reír y diciendo "oh por Dios, deja de cantar parece que te están asesinando", y la puerta se abrió haciendo que mi espalda impactara con el piso del baño.

Terminamos en la cama poco después, con mi cabeza en el espacio de su cabeza y hombro, su izquierda y mi derecha enlazadas, sobre su vientre. Me habló de su madre hasta quedarse dormida, levanté mi vista y la observé hasta quedarme dormida.

La alarma comenzó a sonar, sacándome de mis pensamientos. Poché se removió entre las cobijas y estiró su mano hacia mi despertador, tanteó la mesa hasta que se quejó y abrió los ojos, logró apagarlo un minuto después.

Huí de la habitación con la excusa de que tenía que preparar un desayuno decente, me coloqué los audífonos y dejé que Titanium amenizara mi mañana.

El desastre en la cocina fue evidente, no podía hacer más que hotcakes, avena con canela y huevos revueltos con trozos de una extraña mezcla de carnes frías que mamá había conseguido en el supermercado. Esperaba que eso fuera comestible. El ruido proveniente de mi habitación me hizo temblar un poco, no sabía cuánto me había pasado respecto a mi desayuno de cumpleaños.

-Bue...- Poché me miró con seriedad antes de sonreír. -Huele delicioso.

-Sí, supongo... Pero igual no puedes tardarte mucho, tienes que ir a tu casa por tus cosas y luego ir al colegio, recuerda que tenemos un examen de física y...

Mientras yo hablaba comencé a alejarme, cuando estuve por salir Poché rodeó mi cuerpo con sus brazos. -Gracias...- Susurró antes de separarse y dejarme ir.

Sonreí suavemente sin mirarla. La ducha fue rápida, me cambié y salí de la habitación cargando mi mochila. La casa estaba vacía, sólo una nota estaba en la barra al lado del desayuno. "Gracias por eso, y perdón por lo de anoche. Me llevé un plato con el desayuno, Morgan hacía señas desde el cerco de casa. También tomé tus llaves del jardín, te las regreso en el colegio. Poché".

I still don't forget you: Calle & Poché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora