07 || Voy A Protegerte

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¿Cuál es la fórmula para olvidar un amor que jamás debió de existir?

Una pregunta capciosa. Trata de confundir al usuario, para hacerle creer que la hay. La verdadera pregunta es, ¿realmente a una forma viable para olvidar el mal sabor de un amor que jamás floreció?. Ese amor que no te deja dormir. El que duele y a la vez es lo más hermoso que hay.

Pero a Manjiro no le quedaba de otra más que solo preguntarse si hay alguna respuesta para la pregunta. Mientras toda la noche daba vueltas por su habitación. Inventando toda clase de experimentos para lograr ese objetivo. Esto, no era un evento reciente, llevaba los últimos días desde que aceptó que sentía algo por el menor. Era un laberinto sin salida. Aquel que no le permitía dormir o comer. Toda idea que se le ocurría, fallaba de inmediato. Lo único que estaba logrando con todo esto era enamorarse más de Takemichi. Lo que era doloroso al aceptar que jamás tendría algo con él. Su amor lo estaba volviendo loco.

Eran las 5:30 a.m. Un día nuevo. Al no poder dormir decidió levantarse y dar un paseo. No tenía la preocupación de llegar a tiempo a su instituto, después de todo era sábado.

Acababa de amanecer por lo que hacía frío. Recorrió varias calles sin rumbo hasta llegar a una tienda. Al entrar vio que la tienda estaba casi vacía. A excepción de una señora que aparentaba estar entre los treinta años, puede que tal vez sea un poco mayor. Tenía puesta una ropa casual. Tan sencillo como una camisa roja y un pantalón negro. Además, tenía el cabello de color negro con ojos casi del mismo color. Era hermosa. Traía consigo algunas verduras y lo que parecía ser una bandeja de pollo. Manjiro paso por su lado, la miró de reojo. Eso la señora lo noto. Pero no actuó disgustada. En cambio, él tomó una bolsa de pan, acompañado de un jugo. Al momento de pagar, ella estaba delante de él. Hasta que fue interrumpida por su teléfono que vibraba. Al parecer tenía una llamada.

Manjiro inconscientemente miró al teléfono, para ver en la parte de arriba de éste la palabra "hijo". La mujer contestó, parecía preocupada. —Hola cariño, estoy en la tienda no me tardo —hablo ella, y casi al instante Manjiro escucho algunos susurros provenientes del teléfono.

—Ni se te ocurra levantarte, estás muy enfermo —la conversación se volvió algo interesante, entretenida, o eso pensó Manjiro.

—Por amor a los dioses Takemichi, hazme caso. No me tardo —ella terminó de pagar y se retiró del lugar.

¿Qué había acabado de escuchar?

La verdad ahora que ella lo mencionaba, pudo notar el gran parecido entre ella y Takemichi. Así que no era tan loco creer que fuera su mamá. Se quedó reflexionado en lo sucedido hasta que la duda lo invadió. ¿Takemichi estaba enfermo?. Bueno, la verdad no se le hizo raro. El oji-azul siempre tenía algún problema. Si no era que terminara en el hospital, tenían que curarlo. Pues él siempre estaba en una pelea. Lo que se le hacía raro a Manjiro es como una persona tan débil, esta siempre metida en este tipo de situaciones.

Pero, ¿Qué tal esta vez era diferente?. Al pagar por su compra, recordó lo que la señora llevaba. Si no estaba equivocado eran los ingredientes para hacer una Sopa de pollo. Que usualmente se les da a las personas resfriadas, o al menos eso le daba Draken y Emma cuando él se enfermaba. Cosa que no pasaba seguido.

Estaba preocupado. Hasta él se sorprendió al notar este sentimiento. Otra vez el menor había invadido su mente sin que él lo sepa. La cosa era tan grave que en este momento se encontraba en la puerta de la casa de Takemichi. Con una bolsa llena de medicamentos. Que por cierto, se había gastado todo el dinero que tenía. Ahora tenía que ir a las faldas de Draken. Otra vez. Como habitualmente lo hace. Pero allí estaba. Incluso no pudo comer de preocupación. Así que tocó. Pero se arrepintió enseguida.

GAME OVER - || mikey X TakemichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora