08 || Esta Es La Verdad.

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Había una sola cosa que Draken pensaba en ese momento, Sin duda mataría a Manjiro, por desaparecer un día completo.

El día anterior había ocurrido como de costumbre. Draken cuidaba de Manjiro como todos los días desde hace años. Se aseguraba de que su mejor amigo no se muriera de hambre, que llegara a tiempo a su destino, que no cometiera ninguna estupidez, como el rubio acostumbraba a hacer. Sin duda era la niñera personal de Manjiro sano. Pero esto no le molestaba, en cambio, lo hacía con gusto. Porque lo quería. Porque fue uno de sus primeros amigos. Además, él sabía más que nadie que el rubio no podía cuidarse por sí solo. Era simple, si lo dejaba nada más un día, algo sucedía. Y para desgracia del más alto sabía que no traía nada bueno. Aún sabiendo que en los últimos días Manjiro había estado actuando muy raro.

Desde aquel día que desapareció y regresó con la ropa rasgada, moretones en su cuerpo, Draken noto un raro comportamiento cuando el rubio interactuaba con Takemichi. No era tan difícil de notar. Definitivamente, no sabía disimular nada. Esto al principio a Draken le causó risa. Pero con el tiempo empezó a preocuparse. Era un comportamiento que jamás había visto en el rubio. Y aunque trató de identificarlo no lo logró. Pará él era difícil deducirlo, ya que Manjiro no era una persona que se le diera bien como expresar sus sentimientos. Así que era difícil saber con certitud que tipo de emoción estaba sintiendo el rubio hacia el menor.

Él sabía que algo ocultaba el rubio. Lo presentía.

La mañana de ese día fue tranquila, hasta que llegó a la casa de Manjiro. La hora exacta en que él llegó a la vivienda fue a las 9:00 a.m. Tocó la puerta como de costumbre, esperando que fuera abriera por Emma o un adormilado Manjiro. En cambio, fue recibido por el abuelo de los hermanos sano.

El señor ya de edad saludo a Draken, parecía tranquilo. Camino hacia las habitaciones desapareciendo en una de estas. Decidió acercarse a la cocina, pero se sorprendió al ver a Emma un poco alterada hablando por celular. No pudo saber de lo que estaba hablando, porque cuando Emma lo vio colgó inmediatamente. —Buenos días, Draken —saludo sonriendo, tratando de ocultar su nerviosismo. Aunque no lo logró.

—¿Pasó algo Emma, y donde está Mikey? —ella se sentó de golpe en una de las sillas del comedor, suspirando decepcionada. No era muy difícil intuir que todo el alboroto era por Manjiro.

—No está, según el abuelo lo vio salir a primera hora de la mañana. Pero no ha vuelto.

Sin duda este sería un día largo y ellos lo sabían...




***

Ha sido un día muy largo...

Manjiro no sabía cuán difícil era cuidar de alguien. Siempre desde que tuvo memoria fue cuidado por las personas a su alrededor. Primero fue Shinishiro, su hermano menor, Emma, quien siempre lo ayudaba en todo. Y por último Draken. El antes mencionado era el que más había cuidado del rubio. Se aseguraba de que no le pasara nada. Era un gran amigo.

Pero hoy fue diferente.

Se la paso la mayor parte del tiempo ayudando a la mamá de Takemichi con su hijo. Quien al parecer se había resfriado después de pasar toda la tarde bajo la lluvia sin ningún tipo de abrigo o sombrilla. Cuando la mamá del ojiazul llegó después de un día largo de trabajo, encontró a su hijo en el mueble. Aún con la ropa mojada. Al acercarse a él, noto que el menor estaba ardiendo en fiebre.

Se apresuró en atenderlo, y agradeció la ayuda de Manjiro. Porque juro que sin el rubio en su casa, se hubiera vuelto loca.

Toda la mañana se la pasaron al pendiente de Takemichi, quien estaba muy mal físicamente. Tenía mucha fiebre. Había vomitado más de tres veces durante la mañana. Además de quejarse del dolor en todo su cuerpo. Manjiro quién no sabía cómo ayudarlo se sintió culpable. Había tenido que quedarse sin hacer nada, aun así viendo el estado el menor. No había nada que él pudiera hacer, más que hacerle caso a la adulta del lugar.

GAME OVER - || mikey X TakemichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora