Pov Izuku
Me levanté con un dolor de cabeza increíble, era como la segunda vez que me pasa esto y aún no logro entender el porque, de todas maneras dejare eso de lado. Hoy tengo que ir a la UA ah recibir las dichosas clases y también los entrenamientos, Aizawa-sensei nos dijo que tendríamos que llegar antes de que sonarán las campanas de entrada; revise la hora y eran las siete de la mañana y entramos más antes. Me altere en ese momento y a como pude fui al baño a ducharme para salir como rayo a ponerme de una vez el uniforme, ya presiento que cuando llegue el profesor Aizawa me va a regañar por lo que me apure y con el One for All salte para aterrizar justo en la entrada, entre deprisa y camine asia mi salón. Al ingresar a mi salón pude notar que estaba el sensei viéndome serio, típico de el, yo por otro lado trague duro y en ese momento no se me ocurrió nada ni para pedirle disculpas por llegar tarde.–Veo que llegaste Midoriya, ya habíamos hablado de lo que tenías que hacer ¿Verdad?. –Dijo Eraser con un tono de voz dominante y sería, algo que me dejó paralizado y sudando frío. Solo pude inclinarme y hacer una reverencia para pedirle disculpas, el solo volteo asia la ventana y volvió a darme la misma mirada que tenía antes. –Sensei... Perdón por llegar tarde, no pude dormir nada. –Fue lo único que formule para mirar detenidamente como se acercaba a mi, en el momento que el estuviera frente mío pude sentir como me daba unas palmadas en el hombro. –Tranquilo, hoy llegaste algo tarde pero al parecer nadie vino.. solo tu, así que no tienes que preocuparte. –Dijo para así caminar asia la puerta, no sin antes darme una seña para que lo siguiera. Solo pude asentir y comenzar a caminar junto a el, pero en el camino no dijimos nada, me sentí incómodo y decidí formular una oración en mi mente para poder expulsarla de mi boca. Pero no se me ocurrió nada, me di por vencido mientras caminaba a su lado, el por otro lado miraba asia el frente con sus bolsillos en su pantalón. Sentía que poco a poco me carcomía la incomodidad sobre todo por el ambiente que teníamos al caminar, pronto se me ocurrió algo básico “Le gusta el pan” fue lo único que salió de mi boca ¿“Quién carajos se le ocurre decir eso”? Literalmente estaba en una situación de si dejar que me trague la tierra o recibir un castigo, aunque puede que sea algo sin sentido. Pero de todas maneras estaba demasiado nervioso y cuando pasa eso mis piernas totalmente flaquean, no me podía mantener de pie, lo único que me saco de ese nerviosismo fue la pequeña carcajada que se hizo notar solo por mi persona.
Estaba algo despistado y confuso a la vez ¿Enserio oí la risa del sensei? Nunca antes lo había visto reír o por lo menos mostrar una sonrisa, tal parece que tiene ¿Confianza en mi? Oh simplemente se rió por mi estupidez. La otra opción tiene que ser ya que la primera ni tanto, al momento de darme cuenta estaba en la cafetería y al voltear a mi izquierda el sensei no estaba.
Lo busque con la mirada y bingo, lo había encontrado, solo se encontraba ordenando lo que tendría planeado comer. Por otro lado mi estómago daba vueltas, supe en ese instante que tenía hambre pero no debía esperar al turno de su maestro para ordenar lo que se iba a comer.
Sin embargo me tomo por sopresa el cálido abrazo que me dió Ochako, ella y yo llevamos como un año de ser pareja, algo que hasta a mí se me hace difícil de progresar. Además de que todos los demás están felices de nuestra unión entre pareja, solo que sin contar de Kacchan porque solo con oír el “Que bonita unión/pareja”, Automáticamente el entra en un estado de furia típico de el y sobre todo decía que me alejara de Ochako que ella no era la que tenía que estar conmigo.
–Hola Ochako-Chan, ¿Cómo estás?. –Dije con una sonrisa al momento de aceptar con gusto su abrazo. Es algo que suelo hacer con ella, aunque muchas veces le digo «Amor» o «Cariño» algo obvio entre parejas, pero yo no soy ese tipo de hombres que son totalmente melosos. Puede que lo sea pero se me hace difícil, sobre todo porque soy demasiado tímido y me cuesta formular esas dichas palabras aunque es bueno intentar. –Hola Deku-Kun, pues estoy muy bien y tu?. –Aclaro devolviendo el mismo gesto que su contrario, algo que total lo dejo fuera de su lugar.
–Vamos midoriya es tu turno y deja de estar marcando con tu compañera– Dicho eso camino asia unas bancas que en su mesa traía un mantel de color negro, con unos detalles bastantes bonitos. El susodicho hizo caso a la orden que le dieron y eligió algo clásico, un poco de cada cosa, además no era un cerdo en comer; no quería llenar su estómago de mucha grasa entre esos están los carbohidratos.
Me había sentado al frente del profesor Aizawa para poder comer pero lo único que recibía era su típica mirada penetrante, me sentía demasiado nervioso al punto de que me empezará a erizar los vellos de las manos. Mi garganta se sentía seca, no podía ni siquiera hablar, en un instante Ochako se dió cuenta de que estaba incómodo y decidió tomarme la mano.
Algo que no hacía siempre, es decir si somos una pareja pero ninguno de los dos se plateaba dar ese paso. Pero ese toque en mi mano era algo particular, podía sentir la calidez de esta, aún así no quitaba el echo de que podía notar lo avergonzada que se sentía y el ver temblar su mano me dieron ganas de apretarla con firmeza, y eso hize.
No sé dieron cuenta cuando ya eran las 7 de la tarde, al parecer solo fue Uraraka-San. Porque no había visto en todo el día a los demás, contando a Kacchan, el mismo afirmó que vendría a la UA a entrenar con su Don para hacerse más fuerte. La verdad es algo normal cuando estás acostumbrado a ver a tu mejor amigo así y tras de eso era su amigo de la infancia, alguien que quería ser igual que su héroe favorito; ellos en su infancia no eran para nada iguales, uno quería ser el número uno y el otro quería ser solo como un héroe como All Migth. Pero los dos admiraban al símbolo de la paz, percibían que cada uno sería como su corazón se los dijera; algo bonito para ese par de amigos.
Al tener su mayoría de edad “10 o 11 años” se empezaron a alejar, Bakugou le hacía bullying a Izuku y el peliverde no podía hacer nada. Solo podía callarse y llorar, en ese tiempo que transcurrió en la escuela que para el fue un infierno admitiría que de hay pudo entrar a su adorada academia, pero en Bakugou era diferente. Pudo pasar por pura suerte en esos exámenes, aún así entro para volverse más fuerte y ese sueño que ahora es su meta de poder ser el número uno no se le quitaba de la cabeza, en la mente de los dos era algo distinto pero también igual.
"Los dos querían ser más fuertes para enfrentarse a cualquiera, y eso lo tenían en mente solo era cuestión de tiempo."
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Continuará....