Manifestaciones

46 18 8
                                    

Luego de que mi madre interrumpiera el final de mi historia, fui al mercado a ayudar a mi hermano con las ventas de pescado. Debo decir que soy muy buena con los números. Llego al puesto y veo a Wen Zhan acomodando el pescado fresco.

- Buenos días, hermanito. - le regalo una sonrisa y lo ayudo con los pescados.
- Ilyan, tenemos un pedido del palacio. Son 10 kilos de salmón, 6 kilos de camarones y 4 kilos de langostinos. - Dice Zhan como si fuera la compra más normal del mundo.
- ¿Por qué tanto marisco? - pregunto mientras voy empacando los mariscos más frescos para el palacio.
- Es el cumpleaños de la princesa y todo el reino está invitado, además de la realeza de los reinos cercanos. - Comenta mientras va a buscar el carruaje donde llevaré el pedido. Termino de preparar todas las cajas y mi hermano me ayuda a acomodarlas en el carruaje.
- Iré por el bosque, así estaré aquí para la cena. Nos vemos, suerte con las ventas. Recuerda: no fiamos. - le recuerdo a Zhan y comienzo mi viaje hacia el palacio.

Los viajes de negocio es algo de lo que me gusta hacerme cargo, Zhan es capaz de regalar todo nuestro pescado y mariscos y dejarnos en la ruina.

El bosque es muy grande, pero es el camino más rápido para llegar al palacio, ya que la calle real siempre está atascada de gente. Entro al espeso bosque y noto que está muy silencioso el ambiente. Eso significa... ¡PELIGRO! El bosque es el mejor lugar para los ladrones saquear, ya que es un lugar solitario.

Continúo el camino muy alerta. Veo varios ciervos comiendo hierba cerca del sendero, así que me relajo un poco. Si hubiera personas cerca, lo menos que vería serían ciervos.

Mientras más me adentro al bosque, más rara me siento. Mi visión comienza a nublarse y me siento mareada. Hago que el caballo reduzca un poco la velocidad, cierro los ojos, mi cabeza comienza a punzar. Abro los ojos y... ¡Todo se ve extraño! Miro la cuerda que tengo en mis manos y solo puedo ver números y pequeñas espirales unidos en la cuerda. Parpadeo y dirijo mi vista hacia un árbol, y veo un número gigante en el centro de este, el número es el 1.618..., frunzo el ceño al no entender el significado de eso.

Vuelvo a cerrar mis ojos y esta vez me los tallo esperando que al abrirlos mis ojos vuelvan a la normalidad. Siento como el carruaje se mueve y al abrir los ojos veo a un hombre frente a mí con una espada o mejor dicho veo muchos números frente a mí en forma de un hombre y una espada.

- Dame todo el oro que tenga. - Articula el hombre y acerca su espada a mi cuello. Lo único coherente que puedo hacer al ver que solo veo números y formas geométricas es...

[Al otro lado del bosque]

- ¡AH, AYUDA! - Escucho y giro mi rostro. No puedo visualizar nada cerca, así que continúo con mi trabajo. Preparo el arco, apunto al ciervo que está a varios pies de distancia y...
- ¡Ayúdenme, por favor! - Vuelvo a girar mi cabeza y escucho una risa siniestra. Guardo la flecha y coloco el arco en mi espalda. Sigo escuchando la voz pidiendo ayuda y no puedo evitar salir corriendo para socorrerla.

Corro como nunca lo he hecho. Salto varios troncos caídos, algunos ciervos se van corriendo por mi repentina aparición. Mi respiración continua normal, aunque continúo corriendo, es como si hiciera esto todos los días. Mis orejas se mueven y me detengo detrás de un árbol. Me asomo un poco y puedo ver una carroza. Sobre ella había una joven sentada y un hombre apuntando a la joven con una espada.

- Dame todo el oro, no lo repetiré una tercera vez. - Escuché decir al ladrón, pero la chica solo negó con su cabeza.
- Prefiero morir. - Dijo con firmeza, eso al ladrón no le gustó mucho, ya que su ceño se frunció.
- Bien, entonces te mataré. - El ladrón levantó su espada y yo preparé mi arco. La flecha salió demasiado rápido e impactó al ladrón en su pierna. Solo se escuchaba el grito de este, la chica lo aventó del carruaje y continúo a toda prisa por el camino.

Me recuesto del árbol y solo escucho al hombre quejarse. Cierro los ojos por unos microsegundos, ya que automáticamente los abrí al escuchar un sonido cerca de mí. Tenso la flecha en el arco y me preparo mentalmente para atacar. Uno, dos, salgo y antes de soltar la flecha veo a Marcos, mi mejor amigo.

- Hyana, ¿qué haces aquí? - pregunta guardando su cuchillo.
- Estaba cazando por aquí cerca y una chica comenzó a pedir ayuda, así que me acerqué a ayudar. - Le digo, señalando al hombre herido que continuaba quejándose en el suelo.
- Pensé que cazarías cerca del río Luo. - Dice Marcos mientras camina hacia el hombre herido. Guardo la flecha y coloco el arco en mi hombro, lo sigo y me detengo cuando él lo hace.
- Realmente estaba cazando cerca del río Luo. - le confirmo su suposición. Marcos se arrodilla y le saca la flecha al hombre. Este grita del dolor y yo solo ruedo mis ojos.
- Dramático. - Susurro y Marcos me mira. - ¿Qué? - Marcos niega con su cabeza.
- ¿Cómo escuchaste desde el río Luo a la joven que estaba gritando? - Me encojo de hombros y lo miro fijamente.
- No sé, supongo que estaba cerca. - Digo mientras Marcos venda el muslo del hombre.
- ¿Cerca? Hyana, el río Luo está a más de 15 km de aquí. - Dice Marcos y yo dirijo mi vista hacia el lugar por donde había llegado.
- ¿Cómo...? - No logro terminar de decir la frase cuando una fuerte punzada hace que agarre mi cabeza fuertemente.

? - No logro terminar de decir la frase cuando una fuerte punzada hace que agarre mi cabeza fuertemente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Constelaciones malditasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora