Eran las seis de la mañana cuando los primeros rayos del sol despertaron al ex-arcobaleno de dicho elemento. Su último pensamiento consciente había sido a eso de las dos y media de la madrugada, y, aunque todo indicaba que había dormido unas tres horas y media, se sentía como si hubiera pasado toda la noche en vela. Aún en la habitación de su alumno, no puedo evitar la gran decepción de despertar y encontrarse solo con las cuatro paredes que lo rodeaban, mientras sentía como la ansiedad le comía por dentro, un sentimiento que no había sentido desde hace mucho tiempo. De igual forma, se moría de ganas de levantarse e ir a cuestionar si tenían alguna novedad del castaño, pero sabía que tales acciones serían inútiles. Aún era demasiado temprano, y la mayoría de las personas se habían quedado hasta altas horas de la noche el día anterior, por lo que, lo más probable, es que aún estuvieran durmiendo.En el silencio de la habitación, se encontraba solo con sus pensamientos y con el ligero golpeteo del reloj, los minutos pasaban lentamente y Reborn solo aguantó en esa situación una hora más. A las siete en punto, se aseo rápidamente para intentar eliminar -en vano- todo rastro de cansancio de su cuerpo, y, en pocos minutos, se alistó para ir en busca de alguien que le pudiera proporcionar respuestas.
Nada más salir de la habitación y llegar a los pasillos principales de la mansión, notó como el personal se encontraba demasiado ajetreado para su gusto, la tensión se podía sentir en el aire y a Reborn no le dio buena señal, pero, no fue hasta que llegó a la sala central, que se enteró del principal motivo de tal conmoción.
La habitación estaba llena de varios miembros de Vóngola, los cuales corrían de un lado para otro sin control alguno. De igual forma, lograba visualizar a los seis guardianes del moreno, y, aunque, cada uno se encontraba en un lugar distinto de la habitación, todos compartían el hecho de que parecían completamente agotados, lo que hizo a Reborn preguntarse si alguno habría sido capaz de dormir algo. Antes de que pudiera dirigirse hasta los dos mecánicos que estaban en el centro de todo el caos, una peli blanca se le acercó para hablarle.
-Tenemos problemas.-anunció Nathasa para consternación de Reborn.
-¿Es sobre Dame-Tsuna?-cuestionó inmediatamente.
-No, de él seguimos sin saber nada.-respondió la chica, y, mientras, Reborn aún seguía decidiendo cómo sentirse con esa información, Nath se apresuró a contar las malas noticias.-Hemos perdido el rastro de tu amigo rubio.
-Aghh, Colonello..., ese ritardato mentale-llegados a este punto, ni siquiera se molestó en refutar el uso de la terminación "amigo", solo se arrepentía de no haberlo amarrado a la cama la noche anterior, o haberle roto las piernas, eso también hubiera funcionado.-Detalles.
-Se ve que en algún momento de la madrugada decidió irse por su cuenta. Ningún guardia lo vio salir y parece que nadie lo ha visto desde entonces. Ahora mismo Shoichi y Spanner están intentando localizarlo-una vez que la chica terminó, ambos se acercaron para hablar con los mecánicos.
-Spanner, dime que habeís encontrado a ese idiota. Solo necesito una dirección y lo traeré de inmediato aunque tenga que llenarle la cabeza de pólvora.
-Desgraciadamente, no-respondió el rubio mientras mordía uno de sus caramelos y continuaba tecleando en su ordenador. Pero, por suerte, Shoichi se apresuró a compensar la corta respuesta de su compañero.
-Aunque podemos ver que se llevó algunas de sus pertenencias, en su habitación hemos encontrado su teléfono móvil y el localizador que le teníamos puesto en la ropa, por lo que nos es imposible saber su paradero. También, llevamos varias horas hackeando y rastreando las cámaras de seguridad en kilómetros a la redonda, y nuestro programa de reconocimiento facial no ha sido capaz de encontrar nada.
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Creando Nuestro Futuro {R27❤}KHRღ
FanfictionNos encontramos en el final o en el principio de todo, depende de como lo miréis. Una extraña misión dada por el castaño hacía el azabache se convertirá en algo mucho más grande que involucrará a toda la famiglia Vongola. Repentinamente también apar...