-¿Enserio vamos a hacer esto otra vez?
Pregunté a mis amigos que dejaron de hacer bromas para escucharme.
-¿A qué te refieres Omi?
Solté un suspiro antes de hablar.
-No os ofendáis, yo os amo, pero que todos los viernes a las 7 de la tarde salgamos a la misma cafetería donde pedimos los batidos para llevar que siempre nos bebemos en el parque del centro, me tiene un poco aburrido.
-Eres un dramático, no hacemos eso siempre.
-Por favor Emily, hemos echo todo el verano lo mismo, encima hoy es el último viernes que tenemos para disfrutar antes de empezar el instituto.
-Tal vez tiene algo de razón -señalé a Diana para reforzar mi punto.
-Hasta ella lo dice.
Ellas dos eran mis mejores amigas desde tiempos inmemoriales, prácticamente no habíamos tenido opción de juntarnos por nuestra cuenta, nuestras madres se conocieron en el instituto y se hicieron inseparables desde ese momento, primero amistad, luego echarse novio, viajes, boda e hijos, todo lo hicieron a la vez. Así que antes de que nosotros naciéramos ya tenían planeada nuestra amistad infinita.
-Pues no sé que queréis hacer, no somos el grupo más fiestero o aventurero de la ciudad -cierto, no se podía decir que fuéramos las personas más entretenidas del mundo, no habíamos salido a muchas fiestas ni teníamos un grupo de amigos enorme, más bien sólo nos teníamos a nosotros, y eso estaba bien, adoraba pasar tiempo con ellas, pero no me molestaría romper mi zona de confort por una noche.
-Juguemos a verdad o reto.
-Omar que dices.
-Pues eso, juguemos, hemos visto mil películas adolescentes donde lo hacen y siempre has dicho que te parece divertido, no me puedes negar eso.
-Parece guay, me resulta imposible de creer que nunca hayamos jugado -tras decir eso Diana se puso a mi lado para quedar los dos frente a Emily que seguía dudando- Venga, si no te gusta lo dejamos.
-Lo que pase el último viernes antes de volver a clases se queda en el último viernes antes de volver a clases.
-Vale Omar cállate -se empezó a reír antes de asentir con la cabeza indicando que también se unía al juego.
Tras eso nos pusimos a andar por las calles transcurridas del centro, el pueblo donde vivíamos era bastante grande, pero todo el comercio y el movimiento nocturno se encontraba en la parte central, las playas de las afueras se encontraban desiertas a partir de las 8 de la noche.
-Pues empiezo yo porque a sido mi idea, ¿Verdad o reto Diana? -esto me emocionaba más de lo normal.
-Obviamente reto.
-Bien pues a que no te atreves a umh... Ir donde está ese tipo y decirle que su corte de pelo a quedado genial.
-Ya verás si me atrevo o no.
Ví que empezaba a alejarse de nuestro lado decidida a hablar con ese chico que no conocíamos de nada, yo no podía evitar la sonrisa que estaba en mi cara.
-Se está acercando a él de verdad, o que sí lo va a hacer, o dios mío -Emily a mi lado empezó a reírse de Diana que estaba hablando muy animadamente con el desconocido.
-Ya está, estaba chupado -habló mientras volvía a nuestro lado enseñándonos la pantalla de su móvil.
-¿Qué es eso? ¡Te a dado su número!
-Dios soy la Celestina.
-¿Quieres jugar a cupido? Bien, pues mira, ves a ese chico de allí -Diana señaló a un chico rubio que ya desde aquí se veía que era más alto que yo.
-¿Qué le pasa?
-Nada, quiero que lo beses -me quedé en silencio con la boca abierta esperando a que dijera que había sido una broma, pero solo me estaba mirando con las cejas alzadas.
-¿Eres idiota? Cómo voy a besar a ese tipo que no conozco de nada.
-Yo me he acercado a hablar con el chico raro que tú me has dicho, y encima es de los pesados que ahora no va a dejarme en paz.
-Acercarte, no besarlo, encima el mío está con sus amigos, y son muchos -miré al grupo que estaba sentado a una buena distancia de nosotros, en uno de los bancos que se encontraban en la ancha calle.
-Ya sé lo que pasa, estás acojonado.
-Es verdad Didi, eso es, mírale la cara, está muerto de vergüenza.
-Sois idiotas, no es eso, simplemente lo que yo he dicho era más fácil, esto es injusto.
-¿Pero no eras tú el que se aburría del batido y parque? Pues esto no tiene nada que ver.
-Omar si tú has dado la idea, ¿Te arrepientes? Siempre podemos volver a lo que hacíamos todos los viernes -Emily me miraba con su típica cara de superioridad, y con esa sonrisa que lograba sacarme de mis casillas.
-¿Os pensáis que no soy capaz de hacerlo?, pues estáis bien equivocadas, ahora váis a ver.
Me giré con la idea en la cabeza de cerrar sus bocas, no me daba vergüenza, a medida que me acercaba al gran grupo de personas visualicé a mi objetivo rubio, en una situación normal sería incapaz de ir andando tan decidido cómo lo estaba haciendo ahora, pero la adrenalina y el saber que mis amigas estarían detrás de mí mirando la escena y apostando a que me daría la vuelta me ayudaba a no pensar con claridad lo que estaba a punto de hacer.
Besar a un desconocimiento al que no veía la cara y que estaba rodeado por un montón de personas altas, todo bien.
Quedaba un metro de separación entre ellos y yo cuando la gente empezó a notar mi presencia y a girarse para verme, pero yo ya estaba decidido, levanté la mano para agarrar la camiseta negra de mi objetivo y darle la vuelta para pegar mis labios a los suyos antes de que siquiera pudiera verme la cara.
Ese era el plan, darle un pico y salir corriendo antes de que viera mi cara o que yo viese la suya, porque si eso llegaba a pasar tendría vergüenza hasta de salir de mi casa.
Repito, esa era mi intención inicial, la cual se fue a la mierda cuando el sujeto empezó a mover los labios, aún así podría haberme apartado pero la forma en la que su boca se movía sobre la mía me tenía embelesado.
Así que yo también empezé a besarlo de verdad, haciendo que el ritmo aumentase, y también provocando que necesitáramos estar más cerca el uno del otro, noté cómo ponía sus manos en mi cintura para acercarme a él sin romper nuesto beso, levanté la cabeza por la cercanía y también la incliné a un lado para profundizar, nuestras respiraciones se estaban acelerando cuando necesité separarme para coger aire.
Y ahí me quedé, con los ojos cerrados, la respiración agitada y sin separarme del extraño con el que había compartido el mejor beso de mi vida.
-Mierda -susurré.
Miré hacía atrás para ver a mis amigas con la boca abierta, cosa que me indicaba que había sido tan malo cómo yo pensaba, o incluso peor.
Volví a girarme esta vez con los ojos abiertos para ver la cara del rubio, wow, eso sí que era una cara, al menos podría dormir pensando que me había morreado con un tipo guapísimo que seguro debía tener novia.
Ví cómo escaneaba con sus ojos marrones toda mi cara y me entró el pánico.
-Yo umh... Lo siento mucho -miré sus labios que tenían un color rojo demasiado tentador, y solo pensar en que yo era el culpable de su color hizo que notara como el calor subía a mis mejillas.
Para ahorrarme esa humillación decidí darme la vuelta y empezar a andar de forma extraña hacía mis amigas, porque obviamente no iba a salir corriendo pero tampoco es que quisiera quedarme allí por más de dos minutos, escuché cómo a mis espaldas todos sus amigos y amigas empezaban a silbar y a decir cosas que yo no escuchaba porque estaba ocupado muriéndome de vergüenza.
-¿Qué coño a sido eso? -pasé por al lado de Diana para dirigirme hacía mi casa, ellas se pusieron a mi lado.
-No lo sé, dios decirme que no me acabo de besar con ese tipo.
-Ya te digo que te has besado.
-Y menudo beso.
-Mierda.
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MORTAL ENEMIES? ~ AU omar & edvin
Romance¿Qué es lo peor que le puede pasar a Omar después de haber besado a un chico cualquiera por una apuesta entre amigos? A sí, que ese chico resulte ir al mismo instituto que él y que fuera probablemente el más popular, y encima el capitán del equipo d...