MORTAL ENEMIES? ~ AU omar & edvin

BUENAS NOCHES

Ese día de clases se me había echo especialmente largo, incluso pensé en que si hubiera tenido historia me habría gustado más.

Por fin habían acabado y ahora estaba calentando con el resto del equipo de baloncesto mientras esperábamos al capitán, que llegaba bastante tarde.

—Oye —me giré al oír la voz a mis espaldas y me encontré con el otro chico que tenía que recuperar educación física.

—¿Raúl cierto?

—Sí, yo quería preguntarte una cosa sobre ellas —señaló a las gradas y yo seguí con la mirada ls dirección de su dedo hasta que ví a mis amigas hablando allí sentadas, sonreí disimuladamente y volví a mirar a Raúl.

—¿Qué pasa con ellas? Son mis amigas, Diana y Emily, ¿Las conoces?

—Emh no, yo solo emh —su nerviosismo me daba gracia.

Antes de que pudiera terminar de contarme lo que sea que fuese a decir la voz de Edvin se escuchó en las pistas.

—¿¡Estamos de vacaciones o qué!?

—Luego hablamos por mensaje —ví cómo Raúl se ponía a calentar de nuevo, yo simplemente esperé a que el rubio se acercara al grupo.

—¿Pasa algo? —pregunté cuando llegó, le notaba raro, más de lo normal claro.

—Omar hoy no es mi día —habló sin siquiera pararse hasta que llegó al centro del corro formado por los integrantes del equipo— El plan para hoy es hacer series con 14 estaciones cada una, ¡En marcha! No quiero perder más el tiempo.

—Pues no es su día no —le susurré a Raúl que parecía asustado por las anteriores palabras del capitán.

Y tenía todo el derecho a estarlo, tras las primeras catorce estaciones estaba que me ahogaba, cómo tuviera que hacer una sola flexión más se me caerían los brazos.

—Puto Edvin —oí a alguien decir por lo bajo.

—Oye si lo que tú querías era un entrenamiento de baloncesto donde no hiciéramos nada siento informarte de que en los entrenamientos se entrena, sí, sorprendente —le contesté.

—¡Dos veces más y podemos irnos! —la voz del capitán se oyó desde alguna parte de las pistas, él también estaba haciendo las estaciones.

—Puto Edvin —susurré antes de levantarme del suelo para buscarlo.

Le encontré en la parte de los abdominales con algunos integrantes del equipo.

—¿Podemos hablar un momento capi? —le dije en tono de broma, pero él no tenía cara para bromas hoy.

Aún así se levantó con un suspiro para acompañarme a una zona donde uviera menos gente.

—¿Es importante?

—Pues para mí sí, haber quiero decirte que tal vez te estás pasando un poco hoy, con ya sabes, el entrenamiento.

—Disculpame, ¿Estás sudando? si te molesta puedes dejarlo, pero no recuperas la asignatura —su tono me estaba poniendo de los nervios, lo que fuese que le hubiera pasado lo estaba pagando con nosotros.

—Que sepas que nosotros no te hemos echo nada, y no es porque esté sudando, es porque hoy también tengo clase de baile y si seguimos a este ritmo dudo mucho que mi primera clase después de verano sea muy productiva.

—Claro, ¿Y tú piensas que voy a bajar el nivel de la clase por tí?

—No he dicho eso, he dicho que aflojes un poco, vas a matar a alguno, ¡Míralos, están con la lengua fuera!