MORTAL ENEMIES? ~ AU omar & edvin

LA REVANCHA

—¿Aún sigues así?

Miré a Diana que acababa de entrar en mi habitación con una taza de café.

—Obvio, ¡besé a alguien que no conozco de nada! Y todo por tú culpa, pero ese café hace que te perdone un poco.

—Omar eso fue el viernes, ahora tienes que vestirte o llegaremos tarde el primer día.

—No quiero ir, imagina que va al mismo instituto que nosotros.

—Precioso mío, piensa un momento, vamos a empezar segundo de bachillerato, llevamos en ese instituto cinco años y no conocemos a ese sujeto de nada, ¿tú enserio crees que vamos al mismo?

Lo pensé un momento mientras bebía de mi café recién echo.

—Tienes razón, seguramente ni siquiera vive aquí, será de la ciudad y el viernes estaría aquí por algún amigo.

—Ese es mi chico, ahora arriba, vístete con la mejor ropa que tengas para ir girando cabezas a tú paso.

Me levanté de la cama y me vestí rápido porque en realidad sí íbamos tarde, acabé con unos vaqueros y una camiseta de manga corta color azul.

—Emily ya estará allí, ¿Cierto?

—¿Qué pregunta es esa Omi? Por supuesto que sí, llevará en la puerta mínimo 15 minutos —nos reímos porque sabíamos que era cierto, nuestra amiga era incapaz de llegar tarde, justo al contrario que nosotros.

Dejamos de andar bajo el arco que daba la bienvenida al edificio dónde se encontraban todos los cursos de la educación secundaria y también bachillerato.

—Un último año Omar.

—Y no volvemos aquí en la vida —soltamos un suspiro antes de adentrarnos al instituto y dirigirnos a nuestras respectivas aulas dependiendo de las asignaturas que hubiera elegido cada uno.

—Yo voy a química ¿Tú vienes?

—¿Nos conocemos? Obviamente no, yo elegí literatura.

—Entonces nuestros caminos se separan, yo voy arriba —me despedí de ella con la mano antes de empezar a subir las escaleras que llevaban a la segunda planta del edificio.

Esta era la hora dónde todo el mundo llegaba, justo antes de que el timbre que anuncia el comienzo del día sonara, el resto de alumnos se movían por los pasillos con la misma prisa que yo porque íbamos a llegar tarde el primer día, que bien empezaba el curso.

Mientras andaba con prisas me aseguraba de mirar el número de los pasillos para encontrar el mío, este edificio parecía haber aumentado durante las vacaciones, ahora no encontraba ni mi aula.

Iba a seguir andando cuando me di cuenta de que acababa de ver mi número, giré mi cuerpo con prisas porque si llegaba tarde ya no me dejarían pasar hasta la siguiente hora, pero algo me lo impidió, me choqué contra el cuerpo de otra persona que iba en dirección contraria a la mía.

—¡Mierda!

—Lo siento mucho —yo era el único que metía la pata antes siquiera de empezar el curso, levanté la cabeza para volver a disculparme y salir corriendo hacía mi clase.

Pero algo detuvo mis palabras, mejor dicho alguien, el tipo con el que había chocado era el mismo que el del viernes, ahora a la luz del día era mucho más impresionante, su pelo rubio siempre conseguía llamar mi atención, sus ojos marrones que le daban ternura y esas pecas que le adornaban las mejillas.

—Wow, tú —él me habló pero yo no era capaz de hacer lo mismo, en su lugar seguí allí de pie sin decir palabra— ¿Lo único que sabes decir es lo siento?