Luna Sangrienta [Parte 2] - II

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Joohyun ha estado cerca de la muerte innumerables veces en su vida.

Ya sea en la arena donde su padre la entrenó, o en el jardín de rosas en el Estado Kang. Ella ha conocido la muerte íntimamente toda su vida.

Pero nunca más que esta noche.

Levantó la costosa manga de seda de su hanbok, secándose la cara, excepto la boca. Su lengua era más que suficiente para lamer y tragar el aroma restante de su esposa.

Saboreando el sabor almizclado de su esposa. Joohyun decidió que morir con esto en su lengua quizás no hubiera sido la peor forma de morir.

Deslizando su lengua por última vez sobre sus labios, que se han podado debido a su exposición excesiva a, bueno, no pensemos más en eso, pensó mientras sus ojos recorrían a su esposa. Al ver a su esposa muy desnuda sentada con cada fibra de tendón tensa y flexionando, la esencia de su esposa Kang se volvió más fuerte en sus papilas gustativas.

La hacía sentir más hambre.

Sus ojos miraron hacia abajo, a los abdominales ondulados y bronceados. Su esposa no solo tiene un estómago delgado y tonificado como ella misma. Oh no, Seulgi era una orgullosa propietaria de un conjunto de músculos abdominales tensos que estaban tallados en una imagen de abdominales parecida a una canica en una Diosa espartana. Oh, compararla con una Diosa Espartana es una lástima, porque solo una mujer Kang puede ser tan poderosamente atractiva y deslumbrante. Debajo de la tenue luz dorada de su habitación, Joohyun podía imaginarlos fácilmente como ladrillos de chocolate con mantequilla, esperando ser devorados por ella.

Joohyun se frotó los ojos para evitar que fantasearan con más delirios pornográficos relacionados con los músculos abdominales de su esposa. Sí, son un ejemplo majestuoso de la artesanía de Dios, pero tal vez debería ver a su esposa después de su intensa aventura compartida.

¿Es el ayuno o la privación de un mes lo que me hace perder toda la decencia?

Sus ojos se levantaron, ignorando el seno muy expuesto de su esposa con un suspiro de arrepentimiento, y en cambio se conformaron con las monolidas de su esposa.

Joohyun jadeó.

Olvídate de los abdominales o de los senos. Esos ojos eran afrodisíacos por sí solos.

Los ojos de la Dragon Head estaban bañados en sangre.

Estaban inyectados en rojo.

Estaban tan rojos como la sangre que Seulgi derramó en el baño del centro comercial cuando golpeó la cabeza de un hombre contra el espejo para protegerla.

Estaban tan rojos como la sangre que Seulgi derramó en el jardín cuando ella separó a un hombre desde sus muslos hasta la cabeza para vengarla.

¿Quería preguntar si las monolidas volvían a ser rojas, solo para ella?

"Todavía estás vestida, ya veo."

Joohyun se estremeció ante la voz. Ya no tenía la inclinación de una niña asustada, temerosa de haber lastimado a su pequeña y elegante Cisne. No, el tono de la voz era confiado, seguro, francamente titulado y dominante.

Nada como la dulce, suave y gentil voz de su Young Heaf. Esta mujer era Kang Seulgi. Sus ojos eran puros granates, su voz un gruñido animal.

Tragó saliva, sintiendo su boca arder con el calor draconiano mientras respondía con fingida valentía. "Lo esty. ¿No harás algo al respecto, mi señora?"

La mujer Kang ladeó una ceja delgada, como si la tarea de desvestir a su propia esposa no le fuera comprensible. Incluso fue tan lejos que tuvo que cruzar los brazos sobre el pecho, los bíceps delgados se hincharon ligeramente cuando los músculos se contrajeron debajo de la piel bronceada.

Honour and DutyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora