ESCAPE

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Son las 5 de la mañana, Gusu comienza a despertar, los discípulos recorren los pasillos incorporándose a sus actividades.

Lan Xichen suspira, mientras sale a recibir el viento frío de la montaña, debe ir a ver a su tío, está molesto desde hace días porque parece que su perfecto discípulo está bastante distraído.

-Xichen, porque llegas retrasado, necesitamos con urgencia saber que es lo que tiene a Wangji así, el no es irresponsable, pero, parece perdido.

-Shifu, hermano está agotado, fueron muchos cambios en este año de enseñanza con los discípulos de la sectas invitadas, Wangji nunca había participado como alumno y eso es algo nuevo y necesario para él, necesita estar con personas de su edad, pero está tan acostumbrado a estar solo que estás nuevas experiencias quizás lo abrumaron.

-Es inaceptable que se deje llevar por tantas distracciones, esas experiencias son algo tan mundano, todo es culpa de ese revoltoso que no sabe lo que es respetar y no conoce su lugar dentro de la secta. Ve con tu hermano, está retrasado y es tiempo de seguir nuestras actividades.

Lan Xichen suspiro cansado, con una respetuosa inclinación se despidió de su tío y se dirigió lentamente al Jingshi.

Llegando toco levemente la puerta, pero hay un silencio más allá del que normalmente existe en ese espacio de Gusu. Lan Wangji es estricto en la hora de levantarse. Pero, nadie abre, el silencio lo rodea, esa paz inconfundible que permanece en el espacio de su pequeño hermano, no es rota más que por su respiración. Preocupado entra, y se detiene, todo está normal, pero al mismo tiempo está diferente, raro, vacío. A primera vista no falta nada, todo es tan aparentemente normal, cuando ve una nota sobre la mesa donde el jade menor realiza sus actividades, mientras se acerca, frunce el ceño, esto es completamente anormal.

Lee...

A-Huan, hermano:

Sé que esto es muy sorpresivo, pero debo salir de manera urgente a una importante misión, por favor, cuida y alimenta a mis conejos, no dejes que tío los saque a la montaña, son míos y nada les puede suceder, no pude llevarlos conmigo pues mi destino es incierto.

Estaré bien.

Xichen se atraganta, palidece en un instante sin saber cómo reaccionar, ¿A-Huan?, ¿urgente? No hay ninguna caza nocturna en la agenda, ¿sus conejos? ¡Es qué, tanto va a tardar!

-Shifu estará furioso.

En voz alta comienza a buscar posibles alternativas, Wangji no es así, el no es impulsivo, no tiene nada urgente que hacer fuera de la montaña. Mira por la ventana y de repente una idea surge por su cabeza. Será que fue tras Wei Wixian, no, no, no. Es demasiado cerrado para algo así, suspira lenta y profundamente mientras sale del pabellón. Lento se dirige a esa parte de la montaña dónde lo esperan dos bolas de algodón, regordetas y mimadas. No sin antes pasar por la cocina a tomar un poco de verdura fresca, su deber como hermano mayor es cuidar a las pequeñas mascotas de A-Zhan.

-Wangji, Wangji, en qué lío me acabas de meter -piensa mientras se le escapa una sonrisa-.


Mientras tanto por un camino solitario, una hermosa deidad vestida de azul celeste camina haciendo algo que nunca imagino hacer.

Su andar es lento y pausado, quien lo ve piensa que es alguien sin ninguna prisa, sin ningún problema.

Lan Zhan por primera vez, en muchos años respira y reconoce los olores de la montaña, escucha el agua del río que pasa por el pueblo y acepta que le da tranquilidad, nunca noto que el cielo fuera tan azul, o que el calor del sol fuera tan gratificante en su piel después de un amanecer helado. Las reglas son importantes, nos permiten tener una vida de rectitud y virtud en el mundo de la cultivación, pero sentir la vida a través de lo que nos rodea, eso también debería ser importante -pensaba- eso es lo que Wei Ying me quería mostrar y yo tenía tanto miedo de sentir.

El camino es tranquilo, las personas pasan a su lado y se alejan ante su frialdad, él observa esto, siempre ha sido así, tanto control lo lleva a ser inaccesible ante los demás, no le gusta que lo toquen, no le gusta el ruido, tampoco que invadan su espacio, pero tampoco había pensado en que daba miedo a cualquiera a su alrededor.

-Wei Ying, ahhh Wei Ying, para ti es tan fácil soltar una sonrisa, decir cualquier cosa sin sentido y que las personas se acerquen a ti como insectos a la miel.

El camino es largo, para salir de Gusu se montó en su espada, pero cuando se sintió seguro de no ser alcanzado, decidió bajar, dormir un poco en una humilde posada, montar una embarcación, conocer el camino, y sobre todo se dedicó a disfrutar lo que Wei Ying le dice que se pierde por ser aburrido y seguir todas las reglas.

Debe pensar, tiene que poner sus pensamientos en claro.

¿Qué es lo que siente?
¿Porqué se siente tan vacío e infeliz sin él?
Está añoranza rompe más de 20 reglas.
Me recuerda tanto a madre, ella me hacía tirar todas mis murallas.


¿Qué fue ese sueño de la biblioteca? Mientras llegan a su mente los recuerdos de ese aterrador y deseado sueño, el calor se extiende desde su vientre hasta la punta de sus orejas, mientras un hambre desconocida le seca la boca y le corta la respiración, tiene hambre de algo que no ha probado y, sin embargo, siente tan suyo. Esa boca cuando sonríe es como una rosada ciruela que quisiera comer a mordidas. Su piel es tan blanca y se ve tan suave en los lugares indicados que quiere tocarla como por las noches toca su guquin mientras se cultiva, qué se sentirá recorrer cada parte con sus dedos callosos.


Su olor es desquiciante, huele a sol, huele a tierra y a la brisa fresca de la mañana, huele a lotos y a veces cuando entrenaban, le llega ese olor a hombre agitado y cansado, hasta su sudor es delicioso.

¿Qué siente? Es solo deseo, ese deseo de tenerlo como en ese sueño que rompe mas de 100 reglas. No el deseo no es suficiente para romper todas las reglas del clan, es algo más, algo más profundo y enervante, lo tiene dentro de la piel, se funde en su núcleo y lo hace vibrar, nada ha llegado tan profundo como lo hace la mirada gris y brillante de ese descarado que lo tiene escapando de su hogar. Entre más se aleja de Gusu y el camino se acorta a Wei Ying, las 3000 reglas están dejando poco a poco de pesar.

El camino es tan largo y corto a la vez, largo cuando anhelas tanto, y corto cuando tu mente tiene tanto por aclarar, lo único cierto es que ansia escuchar esa sonrisa que lo hace volver a soñar...

EL JARDÍN DE LOS LOTOS MUERTOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora