One night

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Me da un poquis de pena..

El corazón de Wonjin latía a gran velocidad, intentando salirse de su pecho. Su respiración entre cortada evitaba cualquier intento de habla. Wonjin se limitaba a jadear, sintiendo cada parte de su cuerpo quemar ante el suave tacto de Koo Jungmo.

-El amor de su vida-

El de baja estatura yacía a horcajadas del mayor, esperando por éste. Sin embargo esa noche Jungmo se tomaba su tiempo. parecía perdido en el cuerpo desnudo de su menor. Observando y tocando con mucho cuidado como si se tratara de una obra de arte, la más preciosa.

Jungmo jadeaba, aspirando el suave aroma característico de su esposo. Repartía de vez en cuando, uno que otro beso húmedo a lo largo del torso de Wonjin, como lo había esperado y deseado desde hacia tantos años.

Éste por su parte dejó escapar un gemido agudo en cuanto Jungmo atrapó uno de sus enrojecidos y sensibles botones. Sin poder evitarlo, el menor atrapó un tramo del cabello de Jungmo mientras éste succionaba de manera delicada.

Ham desesperado se removió sobre la erección del más alto creando friccion y éste soltó un gemido ronco. Jungmo no pudo evitar enterrar sus dedos en la carne caliente de las mejillas traseras de Wonjin incitándolo a continuar con la estimulación.

- Hazme el amor.- suplicaba el menor entre jadeos in exactos. Sus piernas temblando al igual que cada palabra que salía con dificultad de lo más profundo de su pecho. Éstas resonando en algún rincón de la cabeza del mayor.

Jungmo intentando mantener la calma pero le resultaba imposible. Deseaba sentir los latidos del contrario en su corazón. Por sobre todo, deseaba sentirlo cerca. Tan suyo como sabía que lo era. Deseaba beber cada parte del cuerpo de su menor, pues, se encontraba sediento de su tacto. De sus besos. De su amor.

Por otro lado. Hacia tiempo que Wonjin soñaba con sentir las grandes manos de Jungmo recorrer su cuerpo, reclamando cada parte. realmente se encontraba deseoso de ser marcado por su ahora esposo, Koo Jungmo, sentirse suyo.

Esto lo motivó a saltar sobre el regazo ajeno, marcando un ritmo más rapido y brusco, tomando el control por primera vez en aquélla noche. Aún así, en más de una ocasión se había imaginado a sí mismo, complaciendo a su mayor.

Wonjin perdido ante el placer de sus propios movimientos y el agarre doloroso de aquellas manos sobre su cadera, se movió con desesperación disfrutando de los sonidos placenteros de su propia boca junto a los del mayor. Que comenzaba igualmente a embestirle con cuidado.

Los labios de Jungmo marcaban con besos húmedos el cuello de Wonjin y este entre suspiros pedía más. Una mano de Jungmo fue a parar al cabello castaño del más bajo, jalando este con intención de provocarlo. Consiguiéndolo al instante con su duro agarre, algunos jadeos escaparon de los labios del menor, antes de que Jungmo tomara por completo el control.

Jungmo ahora era incapaz de sofrenar sus propios impulsos, su erección dolía y su subconsciente le pedía que se moviera de manera brusca contra el cuerpo de su menor. Ya no lograba ir lento. No cuando Wonjin gemía sintiéndose lleno.

Wonjin, por otro lado y en un acto inconsciente se meció sobre la dureza de su mayor sintiéndolo crecer. Ambos jadearon libres. Sin embargo Jungmo sabía lo que su menor pretendía. Quería tener el control.

Por esto, jadeante y orgulloso de tener tan caliente y necesitado a su esposo. Giró con algo de rudeza sobre si mismo, recostando a Wonjin sobre las sabanas blancas, inmediatamente meciéndose sobre este y tomando su propio ritmo, rápido y duro. Wonjin se retorció en silencio sintiéndose aún más cerca.

El más bajo, abrió sus piernas aceptando de manera positiva los movimientos duros de su mayor. mientras apretaba débil las sabanas debajo de su cuerpo.

Quería entregarse por completo. Quería que Jungmo se sintiera dueño de su cuerpo y con ello de todo lo que había sido hasta el día de hoy, hasta ésta noche.

El olor a cerezas en aquélla habitación y en aquéllas sábanas. Segando parte de sus sentidos. Wonjin sentía a su mayor moverse ahora lentamente, acariciando cada parte de su cuerpo.

Ninguno quería que terminara. Habían tocado el cielo y no querían que aquel sentimiento abandonara sus cuerpos. Aferrándose a ello continuaron complaciéndose el uno al otro.

Estando a solas en aquella habitación ridículamente decorada con velas y pétalos de rosas como en las películas románticas.
Al fin se sentían uno.

El menor se sentía lleno de Jungmo. Aún así en un acto egoísta rasguñaba la espalda del más alto. Recordándole a quien le pertenecía. Deseando que con ello, le hiciera el amor nuevamente.

Y Jungmo.. Éste moría por probar nuevamente aquellos labios que, cada minuto, de cada segundo, lo volvían loco a su jodida manera. Deseándolo y amándolo tanto como a nadie más.

- Jungmo. hazme el amor.

Y así sería.. si de ésta manera, estando a solas en aquella habitación se sentirían uno. Entonces le haría el amor mil veces más.




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Bueno me daba un poco de vergüenza porque yo y el secso en los fics 🤢🤢🤮.. perdonar errores. 🤧💜💜

Luna ~ Moguham.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora