The Renegade || Jenlisa

Time

POV Jennie -

Está bien Jennie, cálmate. No dejes que Lisa se haga cargo de todo tu sistema. ¡Ella solo te está tomando el pelo y lo sabes! No le muestres lo abatida que estás cuando se trata de su carisma mortal.

"Hey Jen, ¿estás bien? Te ves aturdida y enferma"

Hanbin me tocó la frente y yo me apoyé en el taburete para sostener mis piernas de goma.

¡Maldita Lisa y sus efectos!

"¡Woa, estás ardiendo! Creo que tienes fiebre" dice Hanbin y me mira con ojos cuidadosos.

"Y puedo llegar a ser muy, muy posesiva si quiero"

La voz de Lisa resonó como una grabadora dentro de mi cabeza e inconscientemente aparté la mano de Hanbin.

"Lo siento, Hanbin. N-no estoy enferma", me tambaleé y lo miré disculpándome.

"Está bien Jennie, lo siento si te toqué"

"No, está bien. Es solo que -" No puedo terminar mi oración.

¿Qué se supone que debo decir de todos modos?

¿Que Lisa está celosa?

... y es posesiva?

Ni siquiera estamos saliendo, pero ¿por qué siento que ella es mi dueña?

Cogí un vaso de agua y consumí el líquido de un trago.

"Está bien Jennie, lo entiendo" Hanbin corta mis pensamientos y lo miré con confusión.

"Tienes una amante celosa", dice y casi le escupo el agua en la cara.

"Ella te ha estado mirando desde siempre" me guiña un ojo y me entrega una toalla de papel.

"Gracias" Me limpié la boca y luego una sensación persistente del pulgar mojado de Lisa contra mis labios encendió la llama dentro de mí nuevamente, y me sonrojé mucho.

"Ok, ahora te ves como un tomate" Hanbin se rió entre dientes y me dejó en mi estado de asombro.

Eché un vistazo al segundo nivel y vi a Lisa parada en la esquina de la barandilla, mirándome con esos ojos penetrantes. Su mano agarró las barras de metal con firmeza y puedo imaginar lo agradable que sería tener esas manos vagando por mi piel. Y esos dedos largos, definitivamente largos, yo solo ...

Está bien Jennie, es hora de callarse.

Suenas como una virgen que quiere ser desflorada.

¿Yo?

Me di una bofetada y alejé los pensamientos cachondos. Todavía me queda una hora antes de enfrentarme a Lisa, quien causó mis hormonas furiosas y un aumento en la libido.

Limpié las mesas por el resto del tiempo que me quedaba y logré mantener mi equilibrio a pesar de las piernas temblorosas por el toque y los susurros de Lisa.

Miré el reloj una vez más y lancé desde adentro cuando el tiempo termina. Mi cuerpo está actuando raro y loco y ni siquiera sé por qué.

Salí del club y vi a Lisa parada afuera, apoyada en su auto mientras miraba la luna llena. La luz hizo justicia a sus rasgos y de nuevo me quedo asombrada de lo hermosa que puede ser esta persona. Me miró y la esquina de sus labios se volvió hacia arriba.

"Hola hermosa" dijo y se acercó a mi dirección.

Tomé el mismo camino y la encontré a mitad de camino.