XII

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 En el limbo

Salgo de mi habitación y me dispongo a ir a la de mi madre pero luego recuerdo que toda la tarde me la pase tan distraída que no recordé que mi madre no había comido nada, así que al llegar a su habitación su primera orden fue que le llevara comida. Al pasar por el pasillo me encontré con la señora Lía.

— Niña voy a salir con Nathan. Avísale a tu madre que voy a arreglar el celular, que aquel niñato me ha dañado. — Dice refiriéndose a Nathan. Caminamos por el pasillo y cuando estoy por entrar a mi habitación para llevar mi celular conmigo, Nathan sale de improviso. Miro a su madre para ver las expresiones de su cara, esta se torna sorprendida, me devuelve la mirada, miro con el rabillo del ojo a Nathan el cual me dice algo que me dejó totalmente sorprendida, cuando utiliza rencor en su voz.

— María tiene algo mío hasta que no me lo de yo no le entrego la USB. — Seguido de eso sale despavorido hacia el primer piso, Lía lo sigue.

— Espérame por Dios Nathan... que le pasa a este muchacho. — Dice ya saliendo por la puerta principal.

Bajo la escalera lentamente, con el sentimiento de culpa por no haber entregado lo que me pedía, me arrepiento profundamente porque sé que quizás aquel video me hubiera hecho cambiar de opinión. Me dirijo hacia la cocina y empiezo a preparar una sopa de pasta. Mis recuerdo van fluyendo y me llevan directamente hacia la nota que me dejó mi hermano antes de haber cometido la locura que hizo:

Mi Lali te amo, tanto es así que me olvidé de mis amigos, de mi felicidad con tal de verte feliz, quise defenderte de todos y de todo. Si, hermanita aunque te defendí y siempre me lastimaba en mis intentos. Sabes bien que hasta me enfrentaba a mis padres con tal de que no te ofendieran todo el tiempo. Hasta que una pequeña coincidencia me hizo dar cuenta de que te querías suicidar, sentí mi mundo caer por que mi hermanita pensaría eso, después de ser el único que le entrega todo, el único que te demuestra mi amor, mi cariño, me la pase pensando en que hacer noches, días, meses hasta que encontré la solución. Mi solución fue suicidarme para que nuestros padres nos valoraran, sintieran un poco de afecto hacia nosotros. Hermana entiende que hice esto por ti... Yo como tu hermano mayor, aunque lo fuera solo por unos segundos quise hacerme responsable de esto. Aunque pueda que no estés de acuerdo, aunque creas que solo lo hice para salvarme a mí créeme cuando te digo que prefiero saber que me sacrifico antes que tú.

Hermanita no le muestres esta carta a nadie quiero que seas la única que sepa por qué hice esto. Tal vez más adelante te hagan enviar un mensaje en donde podrás tomar tus propias conclusiones y hasta nuestros padres podrán hacerlo, pero primero que todo quiero que lo mires tú.

Y por último mi Lali, quiero que sepas que siempre estaré contigo desde el lugar en donde sea que me encuentre...

Con cariño Damián

—¡MARIA! — Me llama mi madre, haciendo que pierda mi pulso y sea mi dedo el que corte. Chillo cuando veo que la sangre empieza a ser más intensa. El sonido de unos pasos se vuelven cada vez más intensos.

—¡YA, ESTA MI SOPA!... espero que sí porque te has demorado bastante. — Grita mi madre desde las escaleras. Meto mi mano al grifo de la cocina y enjuago la papa que manche.

—¡MARIA LAILA MENDOZA BROWN¡ COMO ES QUE NO HAS HECHO NADA... ERES UNA INCONSCIENTE, INCAPAZ. Tu padre y yo te damos todo lo posible, nos esforzamos por darte lo mejor y tú ni un caldo puedes dar.

— Porque, — se toma del cabello con ambas manos, y luego me mira— eres una inservible, hubiera preferido que murieras tú antes que tu hermano.

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2021 ⏰

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#TA2021 No creeré en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora